› Walesa se llevó su “regalito”
Por M. H. Lagarde
Invitado por una organización terrorista, la Fundación Nacional Cubano Americana, el ex presidente polaco Lech Walesa acaba de darse una vuelta por Miami para lanzar, otra vez, la más antigua de sus profecías.
El ex líder, definido por El Nuevo Herald como "uno de los más importantes artífices del fin del comunismo en Europa Oriental", en realidad el peón usado por Estados Unidos y sus agencias para acabar con el comunismo en su país, a la idea del posible cambio que ocurrirá muy pronto en la Isla, le ha agregado ahora, tal vez para no pecar de aburrido, una advertencia: "debemos evitar que emerja el caos en la isla'' cuando, por fin, ocurra la pregonada transición.
El profeta, además de repetir el discurso que más se ha dicho en Miami durante los últimos 50 años, le aseguró a los creyentes que le escuchaban: "El mundo tiene que estar preparado frente a los cambios que se avecinan. Estoy preocupado sobre los primeros días de libertad de Cuba. Hay que asegurarse de que la isla no desaparezca bajo una anarquía''.
En su profética conferencia pronunciada en la llamada Torre de la Libertad, ante una audiencia de 300 invitados, Walesa dijo además que "Tanques y armas no son suficientes para derrocar a gobiernos comunistas'', sino que hay que contar con la sociedad civil, o lo que es lo mismo, con los mercenarios sufragados y apoyados dentro de la Isla , ya sea por el gobierno de Estados Unidos o por embajadas de países lacayos del imperio .
El polaco no se anduvo con rodeos: “Estados Unidos, como la última superpotencia, necesita adoptar una postura más firme en lo que al comunismo se refiere”.
Walesa forma parte de los grandes profetas que han encontrado en Miami la meca de la adivinación. Además del astrólogo Walter Mercado, los Montaners, Ninoskas y Pérez Rouras, entre los destacados oráculos de esa parte del Sur de la Florida, se encuentra el periodista Andrés Openheimer, quien más o menos por los días en que Walesa, sufragado por la NED, acababa con el comunismo en Polonia, escribió aquel libro cuyo título puso en cuestión la teoría de la relatividad: “La hora final de Fidel Castro”.
No vale la pena perder tiempo con una respuesta a las palabras de Walesa, ni recordarle que cualquier cambio en Cuba, jamás sería en la dirección ibversa a la de convertir a la Isla en una base de cohetes nucleares norteamericanos, tal como ocurre hoy con Polonia.
Si debemos reconocerle a él y a los demás profetas su empecinamiento de dos décadas. Vale también aclarar que su fe en el futuro cubano no es nada gratuita. Se paga en billetes constantes y sonantes.
Nadie se extrañe si algún día ve al ex presidente polaco, maracas en mano, fungiendo como corista en la orquesta del salsero Willi Chirino. Si le pagan, a Walesa que más le da ponerse a repetir, una y otra vez, aquella otra incumplida consigna musical que rezaba: "Ya viene llegando".
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