El multimillonario Richard Branson |
Por M. H. Lagarde
El concierto a favor de la guerra en Venezuela convocado por el multimillonario Richard Branson para el día 23 en la ciudad colombiana de Cúcuta se vuelve cada vez más mediático y controvertido, sobre todo después de que el gobierno bolivariano de Venezuela decidiera realizar sendos eventos similares, pero a favor de la paz, el 22 y 23, del lado de su frontera.
Pero analicemos, a partir de unas declaraciones hechas por el organizador del concierto en Cúcuta —que bien podría llamarse Guerra sin Fronteras—, algunas de las razones expresadas para la realización del mismo.
Aunque apoya al autoproclamado presidente encargado Guaidó, el empresario británico dijo a la AP que ningún gobierno está financiando su concierto y que los artistas actuarán sin cobrar.
El colmo fuera que cobraran por apoyar y povocar una guerra.
El empresario dijo, además, que pretende recaudar 100 millones de dólares en donaciones de espectadores de todo el mundo que verán el concierto en vivo por internet.
Algo bastante subjetivo, si se tiene en cuenta que, aun cuando el muy anunciado concierto alcance altos niveles de audiencia, nadie puede predecir que los internautas, como los artistas participantes, se conviertan en cómplices de una masacre en Venezuela.
El concierto organizado por Branson tendrá lugar en Cúcuta, una ciudad fronteriza colombiana de unos 700 000 habitantes que ha recibido a cientos de miles de venezolanos que huyen de la hiperinflación y la escasez generalizada en su país.
Al ingenuo Branson, por cierto, nunca se le ocurrió hacer un concierto por los cinco millones de colombianos que escaparon de su país hacia Venezuela huyendo de la guerra y el narcotráfico que todavía azota a ese país.
El empresario expresó su confianza en que las Fuerzas Armadas de Venezuela, que se han mantenido leales a Maduro, permitan el paso de la asistencia estadounidense por el Puente Las Tienditas, que une a ambos países.
«Queremos que sea un evento alegre», comentó Branson. «Y esperamos que la razón prevalezca y que los militares permitan que se abra el puente para que los suministros puedan ingresar» al territorio venezolano.
Por lo visto, nadie le ha dicho a Branson que la estrategia del autoproclamado presidente, que él tan inocentemente apoya, consiste en crear un conflicto entre la caravana de «mendigos» de la ayuda humanitaria y las Fuerzas Armadas o el pueblo chavista.
Branson, a quien parece que le importa mucho Venezuela, debería saber que, durante el golpe del 2002 contra Chávez, la oposición colocó francotiradores en los techos para tirarle a mansalva a su propia gente y luego acusar de la represión al gobierno bolivariano.
Su concierto forma parte de esa estrategia. Esperemos que su show mediático para atraer la atención sobre lo que ocurre en Venezuela, en vez de un «evento alegre», no se convierta en una razón que sirva para sembrar el luto en más de una familia venezolana.
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