miércoles, 20 de febrero de 2019

El mentiroso Marco Rubio estuvo en Cúcuta, pero no vio las casas

Marco Rubio de turista en el patio trasero de Cúcuta.

Por M. H. Lagarde

Casi el mismo el tiempo de su breve estancia en Cúcuta resonó el eco de las mentiras lanzadas por el senador Marco Rubio durante su visita a esa ciudad colombiana en la frontera con Venezuela.



Marco Rubio, que viajó a Cúcuta para supervisar el desarrollo del programa de ayuda humanitaria montado por Estados Unidos, a través de la Usaid, contra Venezuela, estuvo en Cúcuta, pero, como dice el viejo dicho, no vio las casas.


Aunque Rubio, uno de los arquitectos de Washington para utilizar la presunta ayuda humanitaria como caballo de Troya para invadir a Venezuela, se retrató a su llegada a Cúcuta rodeado por algunos pobladores, por lo visto nunca se enteró de que estaba en el lugar menos apropiado para ofrecerle ayuda humanitaria a alguien.


Al «benefactor» senador, que afirmó que: «Una cosa es ver el sufrimiento humano, otra es verlo de cerca y en persona, y conocer a la gente y escuchar sus historias», al parecer su arrogancia imperial no le permitió conocer ni conversar con algunos de los pobladores que le servían de comparsa en su desfile de procónsul desinformado.


De lo contrario, se hubiera enterado de que la ciudad colombiana que escogió como tribuna para mentir sobre la crisis en Venezuela cuenta con uno de los mayores índices de desigualdad entre todas las ciudades del continente americano.


Que el 40 por ciento, casi 300 mil cucuteños, viven en situación de pobreza; el 10 por ciento, en una situación de pobreza extrema.


Que la ciudad tiene un desempleo que se acerca al 20 por ciento y que casi 20 mil niños trabajan y viven en la calle.


Se hubiera enterado, además, de que casi el 30 por ciento de los hospitales de Cúcuta están en cierre técnico y de que un parto normal en esa ciudad cuesta 500 dólares, por lo que las parturientas de Cúcuta viajan a Venezuela para poder ser atendidas por el gobierno bolivariano de Venezuela.


Las cifras anteriores, basadas en fuentes del departamento encargado de estadísticas en Colombia, fueron hechas públicas por el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, en una comparecencia televisada, donde anunció que el próximo viernes 22 de febrero y un día después, el sábado 23, el gobierno bolivariano realizará sendos conciertos y le brindará ayuda alimentaria y de salud gratuitas al vecino pueblo de Cúcuta.


Pero, para entonces, el senador por la Florida ya había llegado a Miami, donde siguió repitiendo, en otra conferencia de prensa, las mismas mentiras sobre Venezuela.


Por cierto, el también miembro de la mafia anticubana cuenta con un reconocido historial como mitómano.


En octubre de 2011, el senador Marco Rubio fue acusado públicamente en Estados Unidos como mentiroso por haber utilizado políticamente el engaño de que sus padres, de origen cubano, habían llegado a la Florida luego del triunfo de Fidel Castro. Sin embargo, reportes de prensa revelaron que los padres del senador llegaron a Estados Unidos en 1956, en pleno gobierno de Batista.


El padre de Rubio era barman y viajó al país norteño por razones económicas. Fidel Castro ni siquiera estaba en Cuba cuando la familia de Rubio dejó el país. La historia fue reportada inicialmente por el diario St. Petersburg Times.

Marco Rubio llegó a Cúcuta, agitó y huyó. Por lo visto, no estará presente en el concierto «Guerra sin fronteras», previsto a realizarse en esa ciudad este 22 de febrero. En cambio, el presidente de Colombia, Iván Duque, ha anunciado su presencia; a lo mejor va y se ocupa de los problemas en Cúcuta, que su superior en Washington no vio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario