Por J. M. Álvarez
El periodista español Carlos Hernando fue detenido el jueves 7 de abril en Cuba y posteriormente expulsado a Madrid. Apenas arribó a España, contactó con Ernesto Hernández Busto, el cubano (admirador de terroristas como George Bush) que reside en Barcelona.
Dicen que su delito es “haber ejercido el periodismo en Cuba sin acreditación” que, por lo visto, es sinónimo de entrevistarse con los contrarrevolucionarios que conspiran para implantar, en aquel país, una dictadura capitalista, es decir, subvertir el orden social del Estado, lo cual es un delito en todas partes.
En la conversación con Hernández Busto, el expulsado le contó algunos detalles del “brutal” interrogatorio que duró cinco horas (en España te interrogan durante días y te rompen las costillas). A Carlos Hernando, que trabaja para El Mundo e Intereconomia (unos “angelitos” de la libertad de expresión) le dieron un plazo de 48 horas para abandonar la isla, tiempo más que suficiente para que saliera corriendo como alma que lleva el diablo, actitud típica de los servidores de la burguesía.
Al parecer contará los pormenores del asunto en El Mundo y La Gaceta de los Negocios (Intereconomía). Ignoramos si también acudirá a los programas televisivos de Ana Rosa Quintana, o María Teresa Campos, que procuran buenos réditos porque, como todo el mundo sabe, las penas con pan, son menos penas.
Hay algo que llama poderosamente mi atención. Según Ernesto Hernández Busto, el recién llegado le manifestó lo siguiente: “Aquello es una mafia. Y yo sé lidiar con el Estado, pero no sé lidiar con la mafia.” Si no sabe lidiar con la mafia, ¿qué hace en España?
› Tomado de Bolpress
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