jueves, 11 de julio de 2019

Las nuevas medidas y los cómplices del bloqueo a Cuba



Por M. H. Lagarde

«El enemigo nos quería castigar con un duro verano lleno de incertidumbre y malas noticias. Hoy podemos decir a los señores imperialistas que solo tenemos una “mala noticia” que dar: Aquí está la Revolución Cubana victoriosa y que vamos por más, incluso, en medio de situaciones difíciles», dijo el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en la Mesa Redonda del pasado martes, dedicada a explicar las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros para potenciar la economía cubana.



Entre estas últimas, sobresale el aumento de los salarios al sector presupuestado que, con un costo de siete mil 50 millones y 700 millones de pesos, beneficiará a los más de dos millones 750 mil cubanos que a partir de julio tendrán la oportunidad de acceder a un mayor número de productos y servicios.


Como señalara en el mismo programa informativo el ministro de Economía, Alejandro Gil, sobre el aumento del salario: «esta medida permite que la familia pueda acceder a determinados bienes y servicios que anteriormente no podía», entre los cuales puso como ejemplo a los de turismo y comunicaciones.


En este último caso, ahora, en un contexto que, como también explicó el ministro, donde la empresa estatal no tiene por qué subir los precios de sus ofertas, serán muchos más los cubanos que podrán disfrutar de las bondades de las nuevas tecnologías.


Sin dudas las nuevas medidas resultan una pésima noticia para el imperio que, mentiras e infamias mediante, ha incrementado en los últimos meses el genocida bloqueo contra el pueblo de Cuba.


De igual forma las medidas adoptadas por la dirección del país son una mala nueva para aquellos que, como señalara el presidente cubano en la misma Mesa Redonda: "nunca han estado interesados por el bienestar del pueblo cubano y que tratan de denigrar y mancillar cada paso que da la Revolución".


Entre estos últimos figuran los mercenarios de las redes sociales que, aún cuando cuestionan en sus campañas los precios de esos servicios, paradójicamente, aprovechan el cada vez más creciente acceso de los cubanos a internet, para intentar "pescar", entre los -¿ingenuos?- recién llegados a las redes, nuevos adeptos para su causa.


Como señalamos en un artículo reciente las campañas en Twitter no son, como tratan de presentarse por algunos medios, inciativa del pueblo sino parte de la estrategia del Task Force de internet que el gobierno de Estados Unidos empuña como arma subversiva contra Cuba para incrementar el bloqueo y las agresiones contra el pueblo al que, supuestamente, dice defender.


Las Fake News de las redes, las falacias del mundo virtual se desvanecen ante la implacable realidad y no hay peor noticia para el imperio, y sus voceros digitales, que la confirmación de lo que resulta para ellos la más dura de las verdades: la de que, contra viento y marea, la Revolución no solo continúa, sino que también va por más.

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