Por Enrique Ubieta Gómez
Yo también estuve hoy en la Feria del Libro. Llegué a mi casa hace apenas unos minutos, con los pies hinchados de caminar por los adoquines de la Fortaleza de La Cabaña. He gastado más de doscientos pesos en libros, una severa afectación a mi economía familiar. A pesar de los tres ciclones, más de cincuenta editoriales cubanas (incluyendo a las provinciales y a las que utilizan las modestas pero eficientes impresoras Risso) han puesto a la venta unos mil nuevos títulos, con una tirada total que supera los siete millones de ejemplares. A las diez de la mañana asistí a una mesa de discusión sobre cultura, consumo y valores humanos. Me interesaba mucho el tema, y me atrajo en especial la presencia del ensayista y filósofo español Santiago Alba Rico (colaborador de La Calle del Medio), junto al también español Carlos Frabetti y a la cubana Tania Licea. No me decepcionaron. La discusión se extendió al público y el debate se centró en los peligros que acechan al socialismo cubano. A la una de la tarde fue el encuentro con el escritor noruego Jostein Gaarder y la venta de su novela. A las cuatro, la entrega del Premio Nacional de Literatura 2008 al poeta Luis Marré. A las cinco y media, la presentación del más completo cancionero de Silvio Rodríguez, quien estuvo presente y firmó ejemplares. Pero solo pude disfrutar ese acontecimiento unos pocos minutos, porque a esa misma hora mi amigo Eliades Acosta Matos presentaba su nuevo libro Imperialismo del siglo XXI: las guerras culturales, un excelente ensayo que estudia, premonitoriamente, el entonces posible triunfo de Obama como una estrategia del sistema.
Pero entre la presentación de Gaarder y el acto dedicado a Marré ocurriría el Gran Acto del Día en la explanada de acceso a La Cabaña y, claro, se impuso mi curiosidad por verlo. Tengo que confesar que me distraje un rato, no tanto por la rumba que bailaba una comparsa de niños y jóvenes en la calle, después del parqueo, como por las decenas de niños que empinaban sus papalotes. Tuve que apurarme para llegar antes de que el perfomance finalizara. Un individuo que hablaba y gesticulaba como Napoléon, declaraba su inconformidad porque el libro suyo –aprobado por alguna editorial cubana--, no hubiese sido incluido en el presupuesto del pasado año y lo distribuía en CD. Uno pudiera suponer que ese tipo de acción no recabaría la atención de los grandes medios. Equivocación total. Más importante que Jostein Gaarder, que Santiago Alba, que Luis Marré o que Silvio Rodríguez (y que otros muchos excelentes autores, cubanos y extranjeros), resultó ser para algunos medios ese breve perfomance que presenciaron doce socios y algunos transeúntes curiosos como yo.
Otra feria, pero circense. Supongo que si un medio tiene dueño y ese dueño quiere mostrar otra feria –aunque sea circense--, y no la Feria, pues el infortunado periodista en lugar de entrar al recinto ferial y disfrutar de sus opciones culturales, tendrá que esperar en una explanada hasta que llegue un escritor despechado de estilo napoleónico a declarar su inconformidad. No es, desde luego, cualquier inconformidad: en el único país del continente donde una Feria del Libro es un acontecimiento cultural masivo, que recorre cada año sus principales ciudades, una inconformidad, una sola, expuesta ante las cámaras de la CNN, o en las páginas de El País (el artífice de la desconocida bloguera) libera a los desdichados periodistas de tener que explicar algunas verdades incómodas. Viéndolos, recordé que varios amigos míos tienen libros pendientes de publicación, y que –poco imaginativos al fin--, no supieron aprovechar la ocasión; porque si usted quiere que el mundo entero lo conozca como escritor no publique sus libros, tenga paciencia, espere hasta la próxima Feria y convoque a la CNN (hágale previamente saber que hablará mal del Gobierno revolucionario). Tendrá éxito. Será un éxito efímero, fugaz, pero tendrá sus cuatro minutos de fama. ¿Para qué están esos medios extranjeros si no es para remodelar la realidad cubana y adaptarla a la noción que de ella tienen sus dueños? De cualquier manera, la realidad es testaruda, y a pesar del publicitado perfomance, como cada día de la semana, miles de niños y de padres salieron de la vieja Fortaleza cargados de libros y de sueños, mientras ya pasadas las seis el trovador cubano Gerardo Alfonso y su grupo iniciaban el concierto con que la verdadera Feria cierra cada jornada.
La feria, la misma de siempre...
Yo también estuve hoy en la Feria del Libro. Llegué a mi casa hace apenas unos minutos, con los pies hinchados de caminar por los adoquines de la Fortaleza de La Cabaña. He gastado más de doscientos pesos en libros, una severa afectación a mi economía familiar. A pesar de los tres ciclones, más de cincuenta editoriales cubanas (incluyendo a las provinciales y a las que utilizan las modestas pero eficientes impresoras Risso) han puesto a la venta unos mil nuevos títulos, con una tirada total que supera los siete millones de ejemplares. A las diez de la mañana asistí a una mesa de discusión sobre cultura, consumo y valores humanos. Me interesaba mucho el tema, y me atrajo en especial la presencia del ensayista y filósofo español Santiago Alba Rico (colaborador de La Calle del Medio), junto al también español Carlos Frabetti y a la cubana Tania Licea. No me decepcionaron. La discusión se extendió al público y el debate se centró en los peligros que acechan al socialismo cubano. A la una de la tarde fue el encuentro con el escritor noruego Jostein Gaarder y la venta de su novela. A las cuatro, la entrega del Premio Nacional de Literatura 2008 al poeta Luis Marré. A las cinco y media, la presentación del más completo cancionero de Silvio Rodríguez, quien estuvo presente y firmó ejemplares. Pero solo pude disfrutar ese acontecimiento unos pocos minutos, porque a esa misma hora mi amigo Eliades Acosta Matos presentaba su nuevo libro Imperialismo del siglo XXI: las guerras culturales, un excelente ensayo que estudia, premonitoriamente, el entonces posible triunfo de Obama como una estrategia del sistema.
Pero entre la presentación de Gaarder y el acto dedicado a Marré ocurriría el Gran Acto del Día en la explanada de acceso a La Cabaña y, claro, se impuso mi curiosidad por verlo. Tengo que confesar que me distraje un rato, no tanto por la rumba que bailaba una comparsa de niños y jóvenes en la calle, después del parqueo, como por las decenas de niños que empinaban sus papalotes. Tuve que apurarme para llegar antes de que el perfomance finalizara. Un individuo que hablaba y gesticulaba como Napoléon, declaraba su inconformidad porque el libro suyo –aprobado por alguna editorial cubana--, no hubiese sido incluido en el presupuesto del pasado año y lo distribuía en CD. Uno pudiera suponer que ese tipo de acción no recabaría la atención de los grandes medios. Equivocación total. Más importante que Jostein Gaarder, que Santiago Alba, que Luis Marré o que Silvio Rodríguez (y que otros muchos excelentes autores, cubanos y extranjeros), resultó ser para algunos medios ese breve perfomance que presenciaron doce socios y algunos transeúntes curiosos como yo.
Otra feria, pero circense. Supongo que si un medio tiene dueño y ese dueño quiere mostrar otra feria –aunque sea circense--, y no la Feria, pues el infortunado periodista en lugar de entrar al recinto ferial y disfrutar de sus opciones culturales, tendrá que esperar en una explanada hasta que llegue un escritor despechado de estilo napoleónico a declarar su inconformidad. No es, desde luego, cualquier inconformidad: en el único país del continente donde una Feria del Libro es un acontecimiento cultural masivo, que recorre cada año sus principales ciudades, una inconformidad, una sola, expuesta ante las cámaras de la CNN, o en las páginas de El País (el artífice de la desconocida bloguera) libera a los desdichados periodistas de tener que explicar algunas verdades incómodas. Viéndolos, recordé que varios amigos míos tienen libros pendientes de publicación, y que –poco imaginativos al fin--, no supieron aprovechar la ocasión; porque si usted quiere que el mundo entero lo conozca como escritor no publique sus libros, tenga paciencia, espere hasta la próxima Feria y convoque a la CNN (hágale previamente saber que hablará mal del Gobierno revolucionario). Tendrá éxito. Será un éxito efímero, fugaz, pero tendrá sus cuatro minutos de fama. ¿Para qué están esos medios extranjeros si no es para remodelar la realidad cubana y adaptarla a la noción que de ella tienen sus dueños? De cualquier manera, la realidad es testaruda, y a pesar del publicitado perfomance, como cada día de la semana, miles de niños y de padres salieron de la vieja Fortaleza cargados de libros y de sueños, mientras ya pasadas las seis el trovador cubano Gerardo Alfonso y su grupo iniciaban el concierto con que la verdadera Feria cierra cada jornada.
La feria, la misma de siempre...
LA FERIA CENSURADA
Lagarde , cuando piensa usted permitir comentarios en este blog sin censura. Porque si used no tiene intereaccion con sus lectores entonces no es un blog es un sitio de internet( web site)
ResponderEliminarEn cualquier país libre, si doce, once, dos o incluso una sola persona, quieren expresar sus ideas, por diferentes que sean, tiene todo el derecho a hacerlo. Y hacerlo sin recibir correos amenzantes ni insultos. Lo que llamas feria no es mas que una expresión de libertad de opinión que no gusta en un país totalitario.
ResponderEliminarMenos mal que no pasaron por allí, por el picnic, la gente del Blas Roca porque si no los globeros de la prensa extranjera, que son los inventan a los blogueros, iban aprender a hacer periodismo de verdad
ResponderEliminarNo esta nada mal lo de la libertad de expresion en el pais que sea, pero cuando es sincera, real, no como parte de un plan de subversión pagado y financiado por una potencia extranjera
ResponderEliminarUbieta, haces bien en descubrir el papel de la prensa extrajera, el único público de ladegeneradaY, en su "lanzamiento". Ellos saben perfectamente que todo eso de dela degeneración y compañía no es más que un invento hecho por ellos mismos, pero alientan el asunto. Yo creía que los periodistas mercenarios eran nada más los de la SINA
ResponderEliminarLE RONCA LOS MAMEYES
ResponderEliminarEn Cuba o mejor dicho en los campos de Cuba hay una frase que bien vale la pena encabece este comentario. No hay otra reacción cuando se ven a los peridodistas extranjeros acreditados en Cuba, cubriendo una acción literaria --convocada por personas que ya se le agotaron, si es que alguna vez lOs tuvieron, los argumentos, o para ser más exacto, personas sin argumentos-- por encima de lo que estaba sucediendo y sucede a unos metros del show literario. Miren, mejor que nosotros, los que secundaron esa acción y los propios periodistas presentes conocen, la calidad del libro.
Me gustaría leer también en El País lo que la periodista Rosa Jiménez Cano ha escrito sobre la Feria de La Habana. Lo que está ocurriendo y ocurrira desde el día 12 y hasta el próximo domingo. Esa es la verdadera Cuba. el artículo de enrique Ubieta me ahorra tener que contar esas ocurrencias feriales.
Solo una pregunta para El País
ResponderEliminar¿POR QUÉ NO PUBLICO JUNTO AL ARTÍCULO DE LA PERIODISTA UNA FOTO DE LOS ASISTENTES A LO QUE TANTA PUBLICIDAD LE HAN DADO Y SOLO PUBLICARON LA FOTO DEL AUTOR DEL LIBRO SALTANDO COMO UN PAYASO?
Javier Ruiz
Lagarde: Para mí, que un tipo se incomode porque su libro no esté a tiempo para salir en una feria de libros es un asunto personal que puede gritarlo en todas las esquinas. El tema es como tu señalas otro: esos corresponsales extranjeros son paparazis políticos que no buscan ni describen la verdad, no les interesa, tratan a toda costa de inventar "personajes" que alimenten la idea de una gran oposición. Cuba no puede ser bajo ningún concepto el país que es, sino el que tiene que ser según ellos.
ResponderEliminarExcelente artículo, Ubieta. También pasé un fin de semana de Feria, rodeado de los cientos de miles de personas que inundaron la Cabaña, cansado de tanto caminar y admirado de la avidez de tanto público por tanto que leer. Sin lugar a dudas es una fiesta de ideas y pensamiento enorme, multitudinaria, inmensa... es una pena que los lectores de El País no lo puedan conocer, pues no les queda más remedio que quedarse en la visión estrecha y manipulada de su reportero en La Habana (podrían ponerse otros calificativos pero... para qué?)
ResponderEliminarUbieta... quién se va a creer que regresaste a casa con los pies hinchados? Y que doscientos pesos afectaron tu economía? Te conocemos bien... el carrito de que dispones y el salario que ganas con la botella de la Cinemateca, mas el que te paga la seguridad del estado para escribir bodrios como tu "visita" a la Fiera de la mediocridad cultural. Tu presencia en la honorable presentacion del libro de Orlando no fue casual. Fuiste a informarle a la seguridad y a ver si comprometías a alguien.
ResponderEliminarOjalá tuvieras el valor que tienen Orlando y Yoani para desafiar a la burocracia cultural y a los sicarios del régimen. Pero ese no es el caso. Sigue escondiéndote bajo el sayo de los cómplices y enviando emails amenazadores, que algún día la historia te pasará la cuenta.
"Confieso que he vivido" de Pablo Neruda.
ResponderEliminar"Persona non grata" de Jorge Edwards.
"Mis años verde olivo" de Roberto Ampuero.
Estos son sólo algunos libros censurados y prohibidos, de autores chilenos, por parte del Gobierno Cubano.
Si algo te molesta, que no sea que alguien use su libertad para expresar sus ideas y su arte de la forma que se le ocurra.
Que te moleste más bien, la falta de libertad para leer cualquier cosa que uno quiera y la falta de libertad para expresar, entre otras cosas, la disconformidad con el régimen.
Esa falta de libertad molestó, entre otros, a Edwards y Ampuero, quienes se no asistieron a la "Feria del Libro (no libre)" de La Habana.
Lo que no entiendo es por qué Ubieta no pone el nombre del autor para que la gente pueda saber quién es y buscar sus escritos y así determinar, por cuenta propia, si el tipo es bueno o no. Lo otro que tampoco entiendo es por qué, si Ubieta tiene ideales y principios completamente opuestos a los presentadores y participantes de esta "alter" feria, apareció por allí y de paso, dedicarle un escrito ¿estaba en una misión?
ResponderEliminarEstimados enemigos: Siempre escribo con mi nombre y apellidos. No me gusta usar seudónimos ni para enviar emails ni para expresar opiniones. ¿Estaban los partidarios de Pardo cumpliendo una misión? ¿Los que intentan desacreditar mis palabras cumplen una misión asignada por alguien? Cada quien sabrá. Pero al parecer quienes son contrarrevolucionarios por interés piensan que es imposible que alguien sea revolucionario por convicción. Traten de rebatir ideas. Escuchen la grabación de Pardo, cuyo nombre se repite en el blog más de una vez. Ya que se animaron, discutan de verdad.
ResponderEliminarUbieta, muchos de los que escribimos aquí no utilizamos nuestros nombres y apellidos. Yo no los utilizo porque tengo miedo por mí y por mi familia. Espero esto ayude a aclarar su duda.
ResponderEliminarYo en cambio tengo dos preguntas para usted:
Si Yoani es tan desconocida, ficticia y digna de poca atención, ¿cómo es que usted le dedica buena parte de sus escritos y se dedica a acusarla constantemente sin aportar pruebas? ¿por qué si la bloguera "desconocida" es tan insignificante, se monta todo un operativo policial y seguroso alrededor de ellos?
Saludos
Ubieta:
ResponderEliminarMuy original lo de "Estimados enemigos". Lo triste es que eres tan gris que ni siquiera puedes darte el lujo de ganarte enemigos. Tu defensa a ultranza de lo indefendible tiene como trasfondo la defensa de esos múltiples viajes por el mundo que te propicia la Cinemateca, protegida por la sombra del Seguroso Mayor, Omar González. Debías dedicarte por entero a la Filosofía y a la literatura, en vez de venderte como pregonero de la dictadura. Siento pena ajena por tu mediocre papel. Recuerda que en el totalitarismo te despiertas una mañana y dejas se ser un "cuadrito" del partido y pasas sin transiciones a comer tierra.
No olvides que estos son tiempos de cambio, mal que les pese a todos los defensores de ese régimen de oprobio. Sigue en tu grisura, que cada día y cada condena injusta te precipitará al abismo.
Estimado Napo: No sé en qué país vives, porque en La Habana la gente dice lo que piensa y critica sin temor alguno. En realidad no has leído bien mis artículos: no escribo contra Yoani aunque hable de ella. Tampoco contra Pardo. Ellos son piezas de la industria trasnacional de desinformación. Yoani es en sí insignificante: ni el gato la conocería si El País no repitiera su nombre tres veces a la semana. Estoy seguro que comprendes como yo que El País no la menciona y la premia por sus méritos intelectuales. ¿Crees de verdad que sus méritos son mayores que los de Chucho Valdés o los de Dayron Robles o los de cualquier científico de la biotecnología cubana? ¿Y qué decir de Pardo? A nadie le importa si escribe bien o mal, la CNN lo entrevista para que desacredite un acontecimiento cultual tan extraordinario que no puede ser ignorado. No peleo contra el martillo, sino contra la mano que lo mueve. Que ellos se dejen mover, que disfruten los cinco minutos de “fama” y los jugosos premios y las posibles (estoy seguro que vendrán) ediciones internacionales, a cambio de caminar como fichas en el tablero de ajedrez, es otro tema. Allá ellos con su conciencia. Recuerda esto: una persona no vale más porque aparezca más veces en El País. A menudo sucede lo contrario. Saludos.
ResponderEliminarMoncada: Por favor, infórmate mejor. Hace dos años que no trabajo en la Cinemateca. Yo no cambio de embarcación cuando hay tormenta. Pero siento decirte que la que ahora se acerca no es precisamente la del socialismo (esa ya pasó y somos dignos sobrevivientes), la que está a la vista es la del modelo que quieres vendernos. Por lo demás vivo tranquilo: soy “un necio” de la tropa de Silvio.
ResponderEliminarEstimado Ubieta, A pesar de que te "dejaron" de la Cinemateca sigues teniendo las mismas prebendas. Y en tu furia por responder para "guardar la forma" ante los que tienes que reportar a diario, malentendiste el término "cambio" por "tormenta". Te conozco bien y sé que eres revolucionario de dientes para afuera, y en el fondo estás remaldecido por haberte quedado donde no quieres estar, sobre todo después de haber aspirado aires de libertad.
ResponderEliminarNo quiero venderte nada, pues a eso no me dedico. Sólo quiero hacerle frente a tus burdas falsedades. Eres un hombre inteligente, pero en esta batalla perdida de antemano, se te ha ido la inteligencia a otra parte. Tal vez seas un "necio" de la tropa de Silvio, sí. Pero permíteme recordarte que ya Silvio está comprando propiedades en Chile para tomarse unas buenas vacaciones al Sur. Pobre tropa, estimado amigo. Y sé que tu estado de ánimo no se caracteriza por la tranquilidad precisamente.
Te has cuestionado alguna vez por qué tienes la libertad de hablar libremente en un foro, cuando miles de intelectuales tan o más valiosos que tú no pueden hacerlo? Deberías plantearte ésta y otras tantas cuestiones, para estar en paz contigo mismo, para pertenecer realmente a la tropa de necios de la que hablaba Silvio, que ni siquiera cree ya en eso, si es que alguna vez creyó.
Y me despido con la seguridad de que la historia me dará la razón. Pídele permiso a Abel Prieto para que guardes todo este contenido, del que te avergonzarás algun día.
Estás a tiempo de rectificar, para que puedas darles una herencia digna a tus hijos que, por suerte, crecerán en una Cuba libre.
Moncada, tienes dos años de retraso informativo, demorate el mismo tiempo en ver Tv marti y después regresa. Y, por favor, cambiate el seudonimo porque si el negro guillermon se levanta de la tumba...pa que contarte
ResponderEliminarMoncada: Guardaré tus palabras como una medalla. No tienes la menor idea de cómo son los hombres que pelean por convicciones, ni tienes argumentos para enfrentarlos, ni esperas que la historia te de la razón. Estás mirando tu rostro en un espejo. No solo a mis hijos, también a los tuyos les puedo ofrecer de legado, sin rencores, mi dignidad.
ResponderEliminarUbieta:
ResponderEliminarGracias por guardar mis palabras como una medalla. Te hará falta. Y conozco muy bien a los hombres que pelean por convicciones, porque siempre he sido y seré un de ellos.
Por suerte, mis hijos no necesitan tu dignidad, porque disfrutan hace tiempo de libertad plena. Preocúpate por los tuyos. Te invito de nuevo, y también sin rencores, a reflexionar.
Y a ti, Lagarde, ni siquiera me tomo el trabajo de responderte, porque eres vil, rastrero, y vulgar, como siempre.
Amanecerá y veremos.
Ubieta:
ResponderEliminarYo también salí con las canillas adoloridas de tanto caminar por la Feria. Si a alguien le cabe duda de lo que atrae, en números altísimos la Feria a los cubanos, que se pare en el Morro y mire para La Cabaña, entonces verá lo que son las "polillas" buscando libros para "devorar". Oye si eso no es reconocimiento cultural a este país y su literatura que venga a hablar conmigo. Oye los que en esta página vienen a despotricar tienen los ojos vendados de una ira ancestral. Les duele que la Feria sea de los revolucionarios. La cosilla del libro, nada, otro montaje burdo, la receta ya la sabemos: un tipo con problemas personales y una prensa paparazzi en busca de un punto negro para convertirlo en agujero contra la revolución. En buen romance criollo, se cogieron la cara... con la puerta.
Ubieta:
ResponderEliminarEs evidente que hay quien no se cansa de objetar lo inobjetable. La feria es un hecho, cultural, masivo, de pueblo o como quieran llamerle, y esa es una verdad como un templo.
Siempre habrá personas que se ocupen de teñir estos logros revolucionarios de improperios y despropósitos. De todas maneras la feria es y seguirá siendo.
Y lo de llamarnos equivocados,inapropiados o aprovechados cuando defendemos la Revolución (obra perfectible, lo sabemos)es una práctica al uso, que de tan llevada y traída ya no logra sorprendernos.
Solo quiero decir que la feria es un hecho, pero un hecho inmenso y que por suerte, o mejor, por el trabajo de muchos y los deseos de otros muchos más, llega a decenas de municipios del país. Y eso solo pasa en Cuba, en dónde siempre se le ha pedido a la gente que piense y lo hemos hecho, créanlo aquellos que prefirieron dejar sus palmeras por unos quilitos más.
ResponderEliminarA la tropita malcriada y pagada de la "Premio Prisa" Yoanis, por favor, solo hay que desacreditarlos intelectualmente y ya.
Un día me dijeron: "en internet hay un blog de una jevita ahí que está acabando..." Y pa llá fui y cuando leí... Por dios, no vale la pena leer tonterías. En qué país vive la niñita? Sin investigar, me dije, aquí hay plata por medio...Y me dediqué a averiguar por internet y así fue. Habría que preguntarse por qué la niña regresó de Europa y con qué plata paga sus horas de internet y de qué rayos vive en este país.
Yo sé que seguro vendrá un cavernícola y preguntará de dónde yo saco la internet, pues para ahorrarles tiempo, trabajo en un centro de investigación y siempre saco un tiempo para estas cosas, claro, no me dieron internet para esto, sino para investigar, porque esa es la prioridad, pero como somos cubanos...
Ah, y no pongo el nombre porque no me dá la gana OK.
Salud para todos...y más para los buenos que somos nosostros, los que nos quedamos y luchamos por esto, que aunque imperfecto, vale la pena defenderlo.
Señores, vieron las fotos de la presentación. ÑOO, da verguenza ver eso. Pero más risa da, aunque es serio, ver a la "prensa internacional" recogiendo el suceso. Busquen la ruta del dinero y encontraremos las respuestas.
ResponderEliminarEs una lástima tanto talento botado a la basura. No hay escrúpulos con tal de hacer dinero en alguna gente. ¿Qué pasará por la cabezita de Yoanis en la noche, después de apagada la luz? ¿Qué pensará al verse en una fotografía al lado de un lumpen como Gorki, ella, toda una intelectual?, porque creo que sí, que lo es. Es graduada de la prestigiosa Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana? ¿Sentirá verguenza o no tiene escrúpulos? El dinero, la respuesta es el dinero. Así que no vale la pena preocuparse y a los medios una sugerencia que no escuchrán, por su puesto. No debían seguir buscando carroña, se desacreditan. Ya vieron el público que tienen estos fetiches de la "disidencia". este país tiene miles de cosas más que mostrar. Sean serios por favor.