domingo, 23 de septiembre de 2012

Entrevista a Julian Assange: “Hemos revelado la corrupción en los medios y la hipocresía de Occidente”

Por Santiago O’Donnell

Julian Assange es muy blanco. Pelo blanco, piel blanca, ojos chiquitos, manos suaves, dedos de pianista. Tiene muchos blancos que persigue a través de su sitio Wikileaks: gobiernos, bancos, ejércitos, agencias de espionaje. A su vez, es blanco de procesos judiciales en Suecia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Lleva casi cien días encerrado en la Embajada de Ecuador en esta ciudad y desde entonces se ha asomado al balcón para ver la luz del sol una sola vez, el 19 de agosto, cuando pronunció un discurso para agradecerle a Ecuador por darle asilo y a América latina por defender a Ecuador. No volvió a asomarse, dice que porque no quiere ser blanco de los paparazzi. Saluda con la mano izquierda porque se lastimó la derecha practicando boxeo. Hace poco empezó a tomar lecciones de castellano una vez por semana, pero todavía no se anima a pronunciar palabras en ese idioma delante de las visitas. Recibe a Página/12, con su laptop HP cerrada, en un cuarto de tres por cuatro metros que funciona como su oficina. Afuera la policía británica vigila y un grupito de manifestantes despliega algunos carteles pidiendo su libertad. Acepta preguntas durante poco más de tres horas sin mirar su computadora y sin que su celular suene ni una sola vez.

–¿Cómo aguanta el encierro?

–Bastante bien. Quizás no está bien que me haya acostumbrado a vivir bajo arresto domiciliario y ahora bajo arresto diplomático en una embajada. No es algo demasiado bueno acostumbrarse, pero para bien o para mal me acostumbré. Sí extraño mucho a mi familia, ver el amanecer y ver cosas físicas. Pero esto es así para cualquier prisionero.

–¿Tiene miedo de volver a la cárcel?

–No, pero me preocupa que pueda estar en un lugar donde no pueda trabajar. No tengo miedo para nada de ir a la cárcel. Tenía... miedo es quizás una palabra demasiado fuerte, pero estaba preocupado antes de pasar cuatro días en una celda de aislamiento (durante su detención en Gran Bretaña a pedido de Suecia el año pasado) pero después de eso aprendí que puedo sobrevivir.

–¿Se juró no volver nunca más a prisión?

–No, para nada. Es más, durante mi tiempo en la celda de aislamiento me preguntaba: ¿Cometí un error? ¿Me equivoqué en esta suerte de partida de ajedrez, no anticipé la jugada del contrario? ¿Volvería a correr el riesgo? ¿Valió la pena? Y sí, totalmente, completamente. No es que no haya pagado un precio. Otros miembros de Wikileaks lo pagaron también y otros lo pagarán más adelante. Tenemos presuntas fuentes encarceladas, gente investigada, gente detenida, trabajos perdidos, bloqueos financieros y por supuesto mi propia situación. Pagamos un precio. Pero siempre se paga un precio cuando algo vale la pena. Por supuesto que es una injusticia, pero ganamos mucho. Por eso estaba completamente contento y confiado cuando estaba en la celda de aislamiento, porque al final era un precio pequeño que tuve que pagar por algo en lo que realmente creo y lo mismo con mi situación acá. Y, por supuesto, no puedo ponerme en el lugar de los demás ni hablar por ellos y decir que también están contentos de haber pagado un precio, pero el hecho de que han permanecido leales a Wikileaks demuestra que piensan parecido a mí.



–Usted fue a Suecia porque dijo que Suecia tiene un gran Poder Judicial y buenas leyes, pero cuando se le volvieron en contra se fue a Gran Bretaña y peleó para quedarse aquí. Y cuando piden su extradición le promete a un juez británico que respetará su prisión domiciliaria, pero cuando le fallan en contra se refugia en una embajada extranjera. ¿No es el zorro y las uvas?

–No creo que... me parece que el zorro y las uvas es ir demasiado lejos. Fue un proceso educativo para mí y otra gente. No es el caso de que haya pensado que Suecia tenía un gran sistema legal. Solo pensaba quedarme en Suecia una semana.

–Pero pensaba abrir una sede de Wikileaks en ese país y había elogiado su sistema legal.

–Cuando querés que alguien haga algo lo elogiás diciendo que ya lo está haciendo, aun antes de que lo haga. Le das a alguien una reputación para que se la gane. Entonces las declaraciones que hice en Suecia diciendo que la libertad de prensa ahí es importante y algo bueno, no fueron porque pensaba que Suecia estaba a la altura de lo que decía, sino más bien porque temía que no lo estuviera. Pero quería darle todas las oportunidades para que alcance ese nivel.

–En los ranking internacionales la Justicia de Suecia siempre ocupa los primeros lugares.

–Ya le contestaré eso. Yo fui a Suecia a tratar de activar un ingrediente legal necesario para proteger a nuestros servidores en ese país porque predije que serían atacados y sin esa protección legal adicional no sobrevivirían fácilmente a esos ataques. El sistema legal sueco se parece bastante al de Estados Unidos. Nadie se fijó en esos valores, incluyendo la primera enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se centralizó el poder en Washington a tal punto que el presidente dijo que la Constitución federal tenía precedencia sobre las constituciones de los estados. Durante la Guerra Fría la libertad de expresión se usaba para comparar con la Unión Soviética, no porque el complejo militar industrial creyera en ella, al contrario, sino porque era un matrimonio de conveniencia para atacar a los soviéticos. En ese tiempo los editores también alentaron el uso de la primera enmienda porque querían más libertad a nivel doméstico. Así que tenías esta alianza inusual entre halcones, los hijos del iluminismo liberal y los medios de comunicación. Suecia siguió el mismo proceso. Tras la caída de la Unión Soviética esa inusual alianza empezó a quebrarse. La neutralidad sueca desapareció. Pero dos generaciones de inercia cultural se habían acumulado y se decía que la libertad de expresión era un concepto estadounidense muy importante, un concepto sueco muy importante. Esa inercia cultural todavía existe en alguna gente y en unos pocos legisladores, pero a la mayoría de la gente en Suecia y Estados Unidos ya no le importa. Entonces en Suecia tenemos apoyo, por eso la libertad de expresión tiene apoyo entre cierta gente por inercia cultural, por eso el sitio The Pirate Bay fue fundado por suecos. Sin embargo es instructivo ver lo que sucedió con ellos. En 2006 Estados Unidos presionó a Suecia y The Pirate Bay tuvo que irse de Suecia, los cuatro fundadores fueron condenados a un año de cárcel y multas multimillonarias y tuvieron que irse del país. Uno de ellos, que es mi amigo, acaba de ser extraditado desde Camboya la semana pasada y está detenido incomunicado. Entonces, uno no debería confundirse: la falta de quejas en contra de un sistema no significa que el sistema sea libre. El sistema sueco no es tan controlante en cuanto a que la policía no golpea la puerta de la gente. Es controlante en cuanto al clientelismo que existe en Estocolmo. Entonces hay muchas cosas que no se pueden decir de ninguna manera en la prensa sueca. Tiene que ver con que el 60 por ciento de los medios suecos están controlados por el grupo Bonnier y la red de periodistas se fusionó con la red de políticos y empresarios. Así que cuando ves esas listas de libertad de expresión, depende de lo que estás midiendo. Algo puede ser controlado antes de llegar a una causa judicial. Así trabaja la censura en Occidente, se controla a través del clientelismo. Me gusta el chiste que dice que la libertad de prensa en Suecia es tan buena en el papel que nadie la usa. Si los suecos realmente usaran esa libertad el establishment cambiaría para frenarla. Pero nadie la usa, o se usa rara vez porque otras presiones hacen que los periodistas no sigan ese sendero. Lo que es muy interesante es que Suecia es un ejemplo fascinante de cooptación de un país por parte de los Estados Unidos. Siempre estuvo cooptada aún durante la presidencia radical de Olof Palme, asesinado en 1986. Suecia es vecino de Rusia y es natural que busque la alianza de Estados Unidos para protegerse. Lo que es inusual es que haya pretendido ser un país neutral.

–Pero ahora participa en la guerra de Afganistán...

–Sus fuerzas están bajo control estadounidense en Afganistán desde 2003. Suecia es el principal fabricante de armas per cápita del mundo, era el principal exportador de armas a los Estados Unidos durante la guerra de Irak, fue el quinto país en entrar en Libia. En los cables (diplomáticos filtrados por Wikileaks) se demuestra que Suecia exigió que sus aviones de guerra fueran usados en Afganistán como estrategia de marketing. En 2007 la embajada de Estados Unidos en Suecia mandó un cable que decía que Suecia tiró la neutralidad a la basura y colabora en armar a Arabia Saudita, lo cual generó un gran escándalo. Todo esto es bien conocido dentro del ambiente político europeo. Nunca vas a ver a los suecos y los británicos en un mismo comité porque ambos son grandes aliados europeos de Estados Unidos.

–¿Entonces usted piensa que Estados Unidos está presionando en el caso de sus presuntos crímenes sexuales en Suecia?

–No es como suceden las cosas, aunque el diario The Independent informó que desde diciembre de 2010 hay conversaciones informales entre Suecia y Estados Unidos en relación a mi extradición. Lo que pasa en mi caso es que simplemente un país ya sabe lo que sus amigos quieren, entonces hace lo que les gusta y recibe una palmadita en la espalda.

–Entonces lucha para quedarse en Gran Bretaña y cuando pierde la batalla legal se escapa.

–Nunca luché para quedarme en Gran Bretaña. Luché para irme de Gran Bretaña y no me lo permitieron por el caso de la extradición.


–Usted ha visitado todo el mundo, con excepción de América latina. La última vez que hablamos, le dije que en Europa lo amaban, en Estados Unidos lo odiaban y en América latina no lo conocían. Cada vez que hablo de Wikileaks me preguntan quién es Julian Assange y qué es Wikileaks. Sé que suena estúpido, pero me gustaría trasladarle esas dos preguntas.

–No estoy seguro de que acepte completamente la premisa. Estados Unidos es muy interesante porque allí mucha gente me apoya a pesar de los ataques despiadados en los medios de EE.UU. Siento un afecto especial por la habilidad de la gente de ver más allá de la mierda. Así que aún en un medio ambiente como EE.UU. donde hay ataques de Obama, Biden y todos los demás, apoyados por los medios –la cadena Fox de un lado, el New York Times del otro–, todavía hay 30-40 por ciento de la gente, según la encuesta que elijas, que apoya a Wikileaks o me apoya a mí, y también apoya la publicación de documentos clasificados del gobierno de Estados Unidos sobre Afganistán y otras guerras, aun cuando en los medios de EE.UU., estas publicaciones son consideradas un acto de traición. Eso me hace bastante optimista, porque muestra que dentro de un mar de mentiras hay un reservorio de gente que, aun cuando no pueden ver a través de la mentira, sienten que hay una agenda para influenciarlos y la resisten.

–Teniendo eso en cuenta, ¿cómo se definiría, cómo definiría a Wikileaks y cómo le explicaría a un no iniciado lo que está haciendo?

–No creo que sea interesante definirme, pero fundé y dirijo Wikileaks.

–Entonces hablemos de Wikileaks.

–Wikileaks es una organización y una publicación. La organización tiene una tarea, que consiste en ser una serie de cosas. Una es ser la publicación de última instancia, así que en vez de protestar contra la censura, la deshacemos. La atacamos y publicamos. Otra función es alentar a gente que tiene conocimientos de planes o actos injustos que hayan ocurrido en el pasado a que nos den la información, así la publicamos. Luchamos por esos derechos en general porque creemos en ellos y como organización son necesarios para nuestra existencia. Y hacemos todo esto no solo porque alguna gente lo aprueba, no solo porque es divertido, y lo es, sino porque vemos que lleva a actos individuales de justicia a partir de las publicaciones que producimos, y también marca una tendencia general que altera el ambiente político en la dirección correcta.

–¿Cómo evalúa el impacto que ha tenido Wikileaks?

–Hay tres áreas de impacto. Primero están los casos individuales. Publicamos en promedio un millón de documentos por año de todo el mundo que han afectado elecciones, han afectado revoluciones, han sido usados en casos judiciales importantes, con respecto a la guerra de Irak, a los vuelos secretos de prisioneros de la CIA, corrupción, asesinatos. (En segundo lugar) hemos empujado las fronteras de lo que es aceptable publicar en Internet. Eso es muy importante porque ahora se acepta a cualquier organización que publique documentos de gobiernos que son menos controvertidos que lo que hace Wikileaks. De esa manera hemos agrandado el abanico, lo que sirve para proteger a todos los demás que vienen detrás nuestro. Por último, en la reacción hacia Wikileaks, hemos revelado algo importante acerca de la hipocresía de Occidente, de cómo la censura moderna ocurre en Occidente y también en sus países aliados; hemos revelado la corrupción en los medios y, quizás nuestro mayor éxito, hemos radicalizado y educado políticamente a la juventud de Internet y la juventud de Internet es ahora la mayoría de la juventud. La mayoría de la juventud hoy recibe su educación política de Internet.

Cuestión de valores

–Quisiera preguntarle por una anécdota de su niñez, usted me dirá si es cierta, que me llamó la atención porque habla de sus valores éticos. La historia se refiere a que, siendo niño usted se robó unos tomates de la huerta de una familia adinerada. Y que después se enojó mucho cuando esa familia le reclamó. ¿Cree que en algunas situaciones está bien robar?

–No sé de dónde salió eso. Me suena que de esa biografía no autorizada que se publicó....

–Sí, de la biografía no autorizada. Sé que usted dice que ese libro contiene muchas falsedades, por eso pregunto, para entender si usted cree que bajo algunas circunstancias...

–La mitad de los problemas que Wikileaks enfrenta como organización, así como muchas otras organizaciones de activistas y periodistas en general, es la deformación del lenguaje. El intento de hacer trampa con el lenguaje para sacar de contexto un tema...

–Por eso quiero ser claro. Estoy hablando de robar.

–Entonces es un abuso del lenguaje usar la palabra “robar” en lugar de la palabra “copiar”. Porque “robar” es quitarle un ítem a su dueño original. Wikileaks, cuando recoge información de gobiernos y grandes corporaciones, está copiando esa información. Cuando le pasás un dato a un amigo, por ejemplo, ¿sabías que Suecia es el principal fabricante de armas per cápita en el mundo? Yo no perdí ese dato por pasárselo a alguien. Entonces, si la pregunta es si creo que copiar información y diseminar información está mal...

–No, ya conozco esa respuesta. Por eso le pregunto si robar tomates siempre está mal o a veces se justifica. Ya sé que usted era solo un niño y ya sé que usted le da mucha importancia a la ética. Lo que quiero entender es si, dentro de sus parámetros éticos, en ciertas circunstancias se puede justificar el robo.

–Me está preguntando por mis parámetros éticos de cuando tenía cinco años.

–No, quiero saber lo que piensa ahora.

–Tendría que ver... en general está mal, pero habría que ver la circunstancia específica. Cobrar impuestos es robar, por ejemplo.

–¿Entonces en un punto está bien robar, si le robás a una persona muy mala, por ejemplo?

–Creo que nunca está bien, pero puede ser el mal menor entre dos males. Cobrar impuestos es un ejemplo en el que puede o no ser el mal menor, pero parece que los países que no recaudan no sobreviven mucho tiempo.

El papel de América latina

–¿Cuál es su opinión sobre la importancia de Wikileaks en América latina?

–Mi conocimiento sobre la interacción de cualquier país latinoamericano con Wikileaks es limitado, pero tengo una perspectiva sobre la región en general porque establecimos acuerdos de publicación en casi todos los países de la región. Así que es posible establecer algunas conclusiones. La más obvia, y no es sorpresa para los latinoamericanos, es el rol de Estados Unidos en América latina. Las acusaciones históricas de las interferencias de Estados Unidos aún se sostienen, aunque por suerte la mayoría de los países en Latinoamérica no están en una situación de poder tener dictaduras agresivas. Esa influencia ahora se expresa en la financiación de ciertas ONG y grupos por parte de Usaid (la agencia de asistencia del Departamento de Estado estadounidense) y en mantener a otros grupos dentro de la órbita de Estados Unidos, ya sea a través de la OEA (Organización de Estados Americanos), la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) o por medio de otros arreglos. La progresión en América latina en relación con Estados Unidos es muy positiva, pero hay un aspecto que me preocupa y que América latina debe resolver, y es que todas la comunicaciones de América latina a Europa, a Asia, se hacen a través de Estados Unidos, donde son interceptadas por la agencia de seguridad nacional. Aun un porcentaje importante de las comunicaciones entre países latinoamericanos rebotan en Estados Unidos y vuelven a la región. Esto abarca a las grandes empresas telefónicas, a los grandes proveedores de Internet, a las transferencias en dólares. Es un tema serio de soberanía para América latina. También vemos problemas serios con los medios en América latina. Esa caricatura de los medios latinoamericanos que son muy cercanos a una familia, o a un partido político, en general es correcta. La interferencia en la última elección en Perú fue muy seria (Ollanta Humala ganó a pesar de una fuerte campaña negativa del diario El Comercio). Como región, América latina fue la más exitosa en la difusión de los cable diplomáticos, con la posible excepción de Medio Oriente, que vivía una situación especial. Mejor que Europa, y mucho mejor que Africa, Asia y también Estados Unidos. Creo que eso habla bien de América latina. Europa se vio afectada por sus relaciones con la OTAN, obviamente Estados Unidos también. En Africa la infraestructura era demasiado pobre y quizás estos países también se preocupaban por su relación con Estados Unidos, no porque fueran fuertes aliados como los países de la OTAN, sino porque eran países pequeños y no tenían organismos regionales fuertes que los protegieran, mientras que en América latina, si bien los países pueden ser pequeños, están insertos en organismos regionales que los protegen. China suprimió los cables completamente y en las ex repúblicas soviéticas la reacción fue mixta.

–Volviendo a la región...

–Ecuador fue especial. El gobierno ecuatoriano nos pidió que publiquemos todos los cables sobre Ecuador. Nos pidieron, querían que publiquemos todo. Hubo otro país caribeño, creo que Jamaica, que también nos pidió que publiquemos todos los cables.

–¿Y Argentina? ¿Qué sabe de Argentina?

–La embajadora argentina (Alicia Castro) vino acá para apoyarme.

–Alguna gente en la Argentina se puso contenta cuando usted, en el discurso que dio en el balcón, mencionó al país dos veces.

–Sí, la repetí por un error en el cortado y pegado de ese párrafo de mi discurso, así que dejé afuera a otros países que pensaba mencionar, pero obviamente Argentina estaba cerca de mi corazón en ese momento, por eso la mencioné dos veces, lo cual no es sorprendente porque en este tema del asilo, Argentina me ha apoyado mucho y la embajadora argentina en Londres, que es una mujer muy carismática, vino a demostrarme su apoyo. Quiero decir, estoy al tanto de algunas cosas que han pasado con Cristina y el gobierno de Argentina, pero no tengo opiniones particulares sobre el país. Pero sí aprecio su independencia en el tema del asilo. Hay una cosa (de la) que nosotros, en Wikileaks, hemos recibido varias quejas, y tiene que ver con el programa biométrico (de impresión de documentos) en Argentina.

–¿Tiene que ver con que hay que aportar demasiados datos? Sé que una parte de la comunidad de hackers argentinos se opone.

–Es una transferencia de datos desde los individuos a una organización que es mucho más poderosa que ellos. Entiendo la seriedad de los carteles narco en América latina. Es un tema serio y no lo subestimo.

–Nosotros lo vemos como una solución que permite atravesar los aeropuertos más rápido, haciendo menos trámites. ¿Es una mirada demasiado ingenua?

–Sí. La tecnología casi nunca es neutral. Y cada individuo es conocido por el Estado, y todos sus amigos también, y puede ser rastreado con exactitud, como resultado de las comunicaciones. Entonces, cuando el Estado se vuelve malo, los individuos no tienen dónde esconderse. En una filtración que hicimos a principios de año mostramos que hay 175 agencias de Inteligencia que les proveen equipos espía a diferentes gobiernos para intercepciones masivas en Internet. Entonces, por ejemplo, con solo diez millones de dólares por año se puede comprar un equipo de Dastec en Sudáfrica para grabar todas las llamadas telefónicas de un país mediano. Todas las llamadas telefónicas. Ese es el nuevo patrón tecnológico. Ya no se trata de elegir a un activista en particular para seguir sus llamadas. Ahora se interceptan correos electrónicos y llamadas de poblaciones enteras y se almacenan de forma permanente porque es mucho más barato tener archivos permanentes de poblaciones enteras que seguir a ciertos individuos. Mejor que todos sean el blanco y no tener que gastar en discriminar. Más adelante, cuando te interesás por una persona, podés ir al archivo permanente y rastrear los datos de esa persona y encontrarlo fácilmente y seguir su rastro. Hay programas que pueden ser buenos para combatir la criminalidad, pero hay que recordar que son los gobiernos los que definen los crímenes. Tenemos presuntas fuentes en prisión. Jeremy Hammond está preso en Nueva York. Ellos dicen que su crimen es haber copiado datos de la agencia privada Stratford y habernos pasado esa información. Es un prisionero político. Doscientos días encarcelado sin ser juzgado. No hay dudas de que él copió información. Se lo acusa del acto político de copiar información de una agencia de inteligencia, pero no lo acusan de hacer pasar vergüenza a una compañía poderosa e influyente. Se lo acusa de hackear computadoras. Del mismo modo a Bradley Manning (presunto filtrador de los cables diplomáticos, preso en Virginia) no se lo acusa de poner al descubierto crímenes de guerra, se lo acusa de comunicar al enemigo al hacer que la información sea pública. Entonces los Estados y las personas influyentes dentro de ellos definen como criminal una actividad que todos realizamos, que es copiar información, y aplican esa interpretación criminal a la gente que les hace pasar vergüenza. (Un asistente insiste en terminar la entrevista, que lleva hora y media por encima del tiempo pautado.)

–¿Algo más?

–Solo que el consejo y el apoyo de Argentina es muy importante para mí, porque Argentina tiene experiencia confrontando con el Reino Unido.

Tomado de Página 12

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