Yoani Sánchez y la mala suerte de vivir cerca de la Plaza de la Revolución

Por M. H. Lagarde

Desde hace días, la bloguera mercenaria Yoani Sánchez anda de mal humor porque a su apartamento, situado en el piso 14 de un edificio en Nuevo Vedado, llegan los "ecos de los gritos" del desfile que, dentro de dos semanas, tendrá lugar en la Plaza de la Revolución.
Según asegura en el último post sobre el tema publicado en su blog, ya está "agotada por tantos preparativos. Calles cerradas, policías impidiendo el tráfico y pelotones haciendo estremecer las avenidas y sus aceras, por donde deberían estar circulando ahora autos, gente, cochecitos de bebé".
Pero serán esos percances lo que realmente molestan a la bloguera que ha pedido, en más de una ocasión, un capitalismo "sui géneris" para Cuba, o se tratará del hecho de que el desfile del próximo 16 de abril, además de dar inicio al VI Congreso del PCC, se celebra justo, 50 años después, de que se declarara el carácter socialista de la Revolución cubana.
Es probable que otra coincidencia histórica altere también el humor de la insigne mercenaria. El 16 de abril de 1961 comenzó la invasión por Playa Girón que culminó, 72 horas después, con la primera derrota del imperialismo yanqui en América. Imagínense cuán grande no será el enfado de la bloguera si, como ella misma afirmó en una entrevista, esa invasión de mercenarios cubanos, entrenados por la CIA durante la administración Kennedy, nunca ocurrió.
De igual forma, otras coincidencias mas actuales deben contribuir a su desanimo. La "pacifista" Yoani Sánchez, a quien no le gustan "los fusiles AK de metal frío y gatillo amenazante" y que por cierto, tras la invasión de la OTAN a Libia ha cesado de establecer analogías entre la situación de Cuba con la de ese país árabe, ya debe haberse enterado que, tras los fusiles y los tanques que desfilarán dentro de dos semanas por la Plaza, ocurrirá el levantamiento de cientos de miles de jóvenes cubanos quienes, junto a un millón de habaneros, marcharán para demostrar, una vez más, su apoyo incondicional a su patria, al socialismo y la Revolución.
La bloguera, con razón, debe sentirse muy decepcionada. Tales cosas no pasan el Medio Oriente.
Como si fuera poco,  y para mala suerte suya,  quince días después del 16 de abril, el próximo Primero de Mayo, ocurrirá en la Plaza otro alzamiento contra el imperio al que ella tan gustosamente sirve.
Así que si la mercenaria Yoani Sánchez desea evitarse futuras molestias, lo mejor que puede hacer es mudarse.