Juanes en Cuba: Concierto en La Habana y Des-concierto en Miami

Por M. H. Lagarde

Mientras toda Cuba espera ansiosa el Concierto por la Paz, que tendrá lugar mañana en la Plaza de la Revolución de La Habana, en Miami sigue primando el des-concierto.
Según aseguró el Nuevo Herald ayer, en un trabajo anónimo, nadie en Cuba quiere que cante Juanes y, por lo tanto, nadie va a ir mañana al concierto porque hace mucho calor, hay que ir al "agro" y otras sandeces más propias de un blog poco serio que de un periódico que se respete.
También se ha dicho por ahí, no sé si en el Nuevo Herald o en algún blog, para el caso ya es casi lo mismo, que el loco de Vigilia Mambisa tiene preparada una aplanadora para seguir aplastando discos de Juanes, como si con tal acción pudiera acallar la tremenda bulla que va a haber mañana en la Plaza.
También se dice en el Herald, que la Estefan y Willi Chirino hicieron la fuerza, a última hora, con Juanes, para poder viajar a La Habana. En realidad, se trata de un intento de última hora para ver si se limpian, especialmente Chirino , del ridículo de las declaraciones que ha hecho a propósito de la actuación de Juanes en Cuba.
En el Herald, o en un blog que se parece bastante al Herald, se rumora también sobre la posibilidad de que se realice un concierto alternativo en Miami al que Juanes organizó en La Habana, que bien podría llamarse Concierto por la Guerra sin Fronteras.
A mi esta última idea no me parece mala del todo. Sería la gran oportunidad si se tiene en cuenta que, como también dice El Nuevo Herald, el roquero drogadicto Gorki Águila ha llegado a Miami para dar una “gira”-al parecer existe interés por allá de saber cuáles son las malas palabras que andan de moda ahora en Cuba.
Gloria Estefan, y sobre todo Willi Chirino, no debían pasar por alto esa ocasión única de contar en Miami con la presencia de, según Willi, tan meritorio artista y debían subirse, ambos, con el famoso roquero en un escenario (preferentemente en un garaje con entrada limitada para que nadie se escandalice).
A fin de cuentas, es imposible que las groserías del roquero aumenten el descrédito de la casi agente de la CIA y del colaborador de Basulto.
Si lograran ponerse de acuerdo y el des-concierto se convierte por fin en concierto, pueden estar seguros que por lo menos contarán con los efusivos y entusiastas aplausos de Saavedra y su pandilla.