Ni representados ni excomulgados en la Cumbre de Puerto España pudimos conocer hasta hoy lo que allí se discutió. Nos hicieron concebir a todos las esperanzas de que la reunión no sería secreta, pero los dueños del espectáculo nos privaron de tan interesante ejercicio intelectual.Conoceremos la esencia, pero no el tono de voz, ni los ojos, ni los rostros que tanto reflejan las ideas, la ética y el carácter de las personas. Una Cumbre Secreta es peor que el cine mudo. Durante unos breves minutos la televisión sacó algunas imágenes. A la izquierda de Obama estaba un señor al que no pude identificar bien, cuando ponía la mano sobre la espalda de Obama, como un colegial de ocho años a un compañero de la primera fila. A su lado, de pie, otro del séquito lo interrumpía para dialogar con el presidente de Estados Unidos; vi en los que lo importunaban la estampa de una oligarquía que jamás conoció el hambre y en la poderosa nación de Obama esperan tener el escudo que protegerá el sistema contra los temidos cambios sociales.
En la Cumbre prevalecía, hasta ese momento, una extraña atmósfera.› Leer Más
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