M. H. Lagarde
El presidente estadounidense, Barack Obama, reconoció en la Cumbre de la Américas que las políticas de Estados Unidos para destruir la Revolución Cubana no funcionaron durante 50 años.
En conferencia de prensa al término de la V Cumbre de las Américas, Obama dijo que además la política hacia la isla no se cambiaría de la noche a la mañana, y calificó de constructivas las recientes medidas adoptadas por su gobierno para eliminar restricciones a los viajes de los cubano-americanos.
Aunque esas decisiones dejan intacto el bloqueo de Estados Unidos contra el país caribeño, el mandatario las consideró constructivas, ya que según él envían un mensaje de que la Casa Blanca quiere ver una transformación.
A tono con la retórica de anteriores administraciones norteamericanas hacia Cuba, Obama habló de enviar mensajes sobre temas de derechos humanos y libertad de expresión, entre otros, o sea, insistió en los plateamientos que realizara en CNN en visperas de su viaje a México.
En la cumbre, Obama expresó desacuerdos con el sistema electoral cubano, al considerar que los dirigentes en la isla no son electos de forma democrática.
Al parecer nunca entendió las palabras pronunciadas por el presidente ecuatoriano Rafael Correa la víspera sobre el tema.
"Se piensa que como en Cuba no existen elecciones al estilo de las democracias occidentales no existe democracia. No se logra entender desde un punto de vista incluso etnocéntrico, con mucha prepotencia muchas veces, que pueden haber formas alternativas de democracia", indicó Correa. Aunque Obama reconoció sus desacuerdos en varios temas con presidentes de países de América y dijo estar a favor de eliminar el estancamiento en las relaciones con algunas naciones, en el caso cubano no creo que esto suceda, por lo menos, a corto plazo.
El presidente estadounidense, Barack Obama, reconoció en la Cumbre de la Américas que las políticas de Estados Unidos para destruir la Revolución Cubana no funcionaron durante 50 años.
En conferencia de prensa al término de la V Cumbre de las Américas, Obama dijo que además la política hacia la isla no se cambiaría de la noche a la mañana, y calificó de constructivas las recientes medidas adoptadas por su gobierno para eliminar restricciones a los viajes de los cubano-americanos.
Aunque esas decisiones dejan intacto el bloqueo de Estados Unidos contra el país caribeño, el mandatario las consideró constructivas, ya que según él envían un mensaje de que la Casa Blanca quiere ver una transformación.
A tono con la retórica de anteriores administraciones norteamericanas hacia Cuba, Obama habló de enviar mensajes sobre temas de derechos humanos y libertad de expresión, entre otros, o sea, insistió en los plateamientos que realizara en CNN en visperas de su viaje a México.
En la cumbre, Obama expresó desacuerdos con el sistema electoral cubano, al considerar que los dirigentes en la isla no son electos de forma democrática.
Al parecer nunca entendió las palabras pronunciadas por el presidente ecuatoriano Rafael Correa la víspera sobre el tema.
"Se piensa que como en Cuba no existen elecciones al estilo de las democracias occidentales no existe democracia. No se logra entender desde un punto de vista incluso etnocéntrico, con mucha prepotencia muchas veces, que pueden haber formas alternativas de democracia", indicó Correa. Aunque Obama reconoció sus desacuerdos en varios temas con presidentes de países de América y dijo estar a favor de eliminar el estancamiento en las relaciones con algunas naciones, en el caso cubano no creo que esto suceda, por lo menos, a corto plazo.
Obama, como ya dije anteriormente, o no sabe nada de Cuba o simplemente no le conviene saberlo.
El presidente cubano Raúl Castro dejó bien clara la disposición de Cuba a dialogar sobre cualquier tema con Estados Unidos pero sin "la menor sombra sobre la soberanía de la Isla".
Mientras Washington continúe considerándose el dueño del "democratómetro" al que se refirió Chávez en la cumbre del ALBA, la política imperial por mucho que cambie de piel, tono de voz, y logre deslizarse por salones y pasillos como el mismisimo Fred Astaire, por lo menos, en el caso cubano, no obtendrá ningún éxito.
El presidente cubano Raúl Castro dejó bien clara la disposición de Cuba a dialogar sobre cualquier tema con Estados Unidos pero sin "la menor sombra sobre la soberanía de la Isla".
Mientras Washington continúe considerándose el dueño del "democratómetro" al que se refirió Chávez en la cumbre del ALBA, la política imperial por mucho que cambie de piel, tono de voz, y logre deslizarse por salones y pasillos como el mismisimo Fred Astaire, por lo menos, en el caso cubano, no obtendrá ningún éxito.
Lagarde, con gente como usted, que va a torpedear cuanto intento se haga y cuanta cosa se diga desde Estados Unidos para mejorar las relaciones con Cuba, seguramente seguiremos en guerra hasta el año 3000. Claro, hay que pagar la conexión ADSL...
ResponderEliminarY todo por migajas....ironico, no? Algun dia tendran que mirarse en un espejo y lloraran amargamente. Pero eso es harina de otro costal...
ResponderEliminarTanto cacareo y en el sesto ni un huevo. Obama no ha hecho más que coquetear con el tema Cuba.
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