martes, 21 de mayo de 2019

El fracaso continuado de EEUU y la opción de invasión a Venezuela

El cada vez más reducido grupo de seguidores de Guaidó. Hasta los medios de prensa antichavistas tuvieron que reconocer lo escualida que resultó su última manifestación "libertaria"


Por M. H. Lagarde

Desesperados por la secuencia de continuos fracasos que conforman el intento de golpe contra la Revolución Bolivariana, los halcones que mueven los hilos del títere, Juan Guaidó, ahora le han ordenado retomar, como arma política, la amenaza de una invasión militar a Venezuela.


La próxima opción sobre la mesa parece ser -según dijo el elegido este sábado en otra de sus "libertarias" manifestaciones, a la que solo acudieron unos cientos de seguidores-, ponerse en contacto con "el Comando Sur de Estados Unidos a fin de poder establecer una relación directa y de alcance en materia de cooperación".


Vocero de los Bolton y Marcos Rubios, donde debió decir invasión, el proclamado utilizó el eufemismo "cooperación" porque, según él, ahora, además del falso pretexto de la invasión ya existente de soldados cubanos, de pronto, en la Casa Blanca han descubierto que en Venezuela existe la penetración del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia.


Siguiendo el nuevo guión de mentiras, Guaidó acusó a Maduro de haber facilitado "herramientas y recursos de inteligencia" al ELN lo que configuraría que "el régimen es patrocinador de terrorismo".


Los nuevas revelaciones de Guaidó fueron hechas un día después que la otra marioneta de Washington, el presidente de Colombia Iván Duque, afirmara que su país "está en máxima alerta para evitar que la guerrilla del ELN continúe recibiendo armas, municiones y apoyo económico del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro", y que el secretario de Defensa en funciones de Estados Unidos, Patrick Shanahan, asegurara la semana pasada que el Pentágono ha estado analizando una amplia gama de opciones militares.


Pero no todo son amenazas. El pasado jueves, a través de un comunicado oficial, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) denunció la instalación de un falso positivo en la frontera por parte de Colombia, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores, inventó una supuesta incursión del ejército venezolano en su territorio; y este mismo sábado, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, advirtió que una embarcación de la Guardia Costera de Estados Unidos había realizado labores de patrullaje en aguas del territorio venezolano, una acción, que agregó “no lo vamos a aceptar”.


“No es una súplica, no es un por favor, le exigimos a las autoridades militares de los Estados Unidos que respete las aguas jurisdiccionales y la soberanía territorial de la República Bolivariana de Venezuela”, dijo el ministro según un despacho de Reuters.


Los manejadores del destartalo títere deberían tragarse su orgullo imperial y forzar su imaginación en busca de nuevas opciones que poner sobre la mesa. La opción de las provocaciones podrían desencadenar, en caso de una guerra de Estados Unidos y sus aliados en Venezuela, una catástrofe regional sin parangón.


Más allá de las leales Fuerzas Armadas, la patria de Bolívar cuenta con un arma que ningún ejército o coalición, por poderosa que sea, puede derrotar: las ansias de todo un pueblo a defender los logros alcanzados, su independencia y soberanía. Todo lo que, como ha quedado desmostrado desde su proclamación el pasado 23 de enero a la fecha, le falta al estafador Guaidó.  

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