El "autoproclamado" desde Washington |
Por M. H. Lagarde
El golpista Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino en enero, aseguró este lunes que en el país "no hay posibilidad de guerra civil" porque, según él, el gobernante Nicolás Maduro "no tiene la fuerza" del pueblo y de los militares.
Se trata de la última declaración del títere de Estados Unidos quien, por lo visto, aunque está en Venezuela, ni ve la televisión o ni siquiera mira por la ventana. Simplemente cada vez que abre la boca lo hace para inflar con más mentiras la campaña mediática contra ese país que, desde hace décadas, han desatado los grandes medios de comunicación.
Así quedó demostrado en una reciente entrevista que le realizara el canal de la televisión rusa Rusia Today donde, entre otras "guayabas", el vocero de Marco Rubio y John Bolton afirmó cínicamente que el proceso iniaciado por él en Venezuela fue apoyado por la comunidad internacional en la ONU, cuando lo que realmente ocurrió fue que el organismo internacional no logró llegar a una conclusión sobre la situación por él creada.
De igual forma, el "presidente" elegido a dedo en el despacho Oval de la Casa Blanca, negó la existencia de un bloqueo económico impuesto al país sudamericano y aseguró que las sanciones económicas y financieras de Washington comenzaron solo "hace una semana". Como todo el mundo menos Guaidó sabe, según datos del Tesoro estadounidense, las restricciones de Washington comenzaron a afectar la economía del país sudamericano desde 2015.
En la misma entrevista, el títere acusó al Gobierno de Nicolás Maduro de "robar 700 millones de dólares a la empresa rusa Rosneft". La mentira fue desmentida por la propia compañía según la cual todos los pagos de la deuda de PDVSA con Rosneft "se realizan estrictamente según el calendario previsto".
La última declaración de Guaidó, sin embargo, podría catalogarse como una verdad a medias que busca de algún modo borrar la disparatada y criminal afirmación hecha por él hace unos días de que estaría dispuesto, si de sacar del poder al presidente legítimo Nicolás Maduro se trata, de apoyar una intervención militar de Estados Unidos.
En Venezuela, como bien dice Guaidó, es probable que no haya ninguna guerra civil porque la oposición anexionista a la que él representa ha puesto nada menos que en manos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos la solución de la actual crisis venezolana.
Ya veremos dónde, en cuál país de esos que lo respaldan, se refugia el autoproclamado presidente cuando sienta de cerca el silbido de una bala.
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