La caballería mambisa en la plaza |
Por M. H. Lagarde
Poco antes de que comenzara lo que se ha dado en llamar como “el debate sobre el centrismo", en el prólogo al libro digital “Centrismo en Cuba: Otra vuelta de tuerca hacia el capitalismo”, advertí: "los “centristas” resultan tan inconsistentes como la supuesta imparcialidad de sus publicaciones, ese tipo de prensa que selecciona, con pesas, la información y en la que al final siempre resultan más las palas de cal que las de arena".
Una buena muestra de esa desmesurada manipulación de la llamada "objetividad" es el texto “Cuba y sus Pol Pot tropicales” publicado en el blog Cartas desde Cuba bajo la firma del periodista Fernando Ravsberg, a quien, por lo visto esta vez, se le olvidaron totalmente las palas de arena (1).
En un texto bastante retardado por cierto, -en el sentido de la inmediatez periodística quiero decir-, a casi dos semanas de comenzado el "debate", el corresponsal radicado en Cuba, hace una selección de los "insultos" que han recibido sus defendidos o sea, los centristas, con el único fin de descalificar a sus detractores: “un grupo político extremista, que desde hace varios años viene descalificando a casi todo el mundo".
Sin novedad en el frente. En otro texto anterior sobre los defensores de los centristas escribí: "por lo visto suelen estar demasiado pendientes de lo que alguien diga o piense sobre ellos por lo que se convierten en víctimas fáciles de los "centristas", expertos en dividir y poner etiquetas de "oficialistas", "inquisidores", "fascistas", etc .
"De ahí que le tengan pánico a fantasmas como al del llamado "quinquenio gris" que lo único que tiene que ver con los centristas es que, además de evocarlo hasta la saciedad, lo utilizan como mordaza ante cualquier intento de defensa de la revolución”.
Pero Ravsberg, como es uruguayo, ni falta le hizo asustar a nadie con la historia del terrible "medioevo" revolucionario- sus traumas, en todo caso, deben estar relacionados con el Plan Cóndor y los cientos de miles de personas que fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas para acabar con el ejemplo comunista de Cuba en el cono Sur bajo la dirección y supervisión de los "democráticos agentes" de la CIA-, por lo que pone a volar su imaginación y haya una semejanza para "los oscuros funcionarios, autopromovidos como guías ideológicos ", nada menos que con los Khmers Rojos de Camboya.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que ante todo un libro de argumentos sobre el centrismo, la descalificación que él mismo periodista critica es la única defensa que le queda a sus partidarios. Qué hacer luego de que sus defendidos confiesan a cara destemplada, en el mismo “blog de los citados insultados”, su propósito subversivo de cambiar el actual sistema socialista cubano con la solidaria ayuda financiera nada menos que de uno de los principales promotores en el mundo de las llamadas revoluciones de colores. Nada, solo declarar, con hipérboles no venidas al caso, el toque de silencio para los pusilánimes.
El ambiente de represión sin palas de arena que Ravsberg intenta transmitir no existe. Me imagino que los centristas confesos de Cuba Posible anden dormitando en los sofás de sus casas en espera del personal de la fiscalía que ellos tan entusiastamente reclaman. Si la contrarrevolución clásica, esa que aplaude eufórica los discursos de Trump en Miami, y de la que Ravsberg por cierto se acordó el otro día, campea por los aeropuertos y se dedica a vender la pacotilla que le sobra de sus tantos viajes en las esquina de su casa, no creo que nadie pierda su tiempo con dos centristas tan “sinceros”.
No sé cuál es el arrebato temeroso de Ravsberg con estos “extremistas” cuando al parecer el gobierno no les hace ningún caso. Ni cierra publicaciones, ni expulsa a corresponsales extranjeros a los que les gusta posar de víctimas.
Ravsberg debe haberse contagiado con los que ya ven hasta vigilias mambisas en Cuba. Prodigiosa imaginación. En la Isla ni se han quemado cuadros ni se han aplastado discos de músico alguno. A nadie se le ocurriría jamás conseguirse una aplanadora para destruir los discos al son de cuyas melodías marcha el pueblo los primeros de mayo o se celebran importantes efemérides.
De igual forma, en otro ataque de erudición, el corresponsal radicado en Cuba, acusa a los “oscuros funcionarios” con los “Guardianes de la Fe que, protegidos por la sombra de la Santa Inquisición, combatían la inteligencia con el terror. Son los que mantienen la hoguera siempre encendida como advertencia para quien se atreva a pensar que existe algo más allá del dogma”.
El único terror de ese tipo es el que prevalece ahora mismo en Venezuela, desde el inicio en abril de la violencia opositora más de 20 personas han sido quemadas vivas por los grupos fascistas de una derecha "democrática" financiada, casualmente, por los mismos que financian a los centristas de Cuba.
En fin, que Ravsberg a nadie asusta con sus hipérboles de represiones y terrores, mucho menos, por supuesto, con tildar a alguien de oficialista. En mi caso personal prefiero mil veces ser un “asalariado dócil al pensamiento oficial” de mi país que del imperio que asesinó cobardemente al Che o de algún otro gobierno nórdico que le sirva de tapadera.
Creo que ya lo escribí también otra vez. Como dijera Silvio Rodríguez en una entrevista, en 2011, para la televisión cubana: "Si es de la Revolución Cubana, la Revolución que comandó Fidel y que han continuado tanta gente valiosa, Raúl, el Che, Camilo, toda esa gente, a mucha honra, mi hermano, a muchísima honra ser oficialista de esto. Yo, de lo que no puedo ser oficialista, es de los que les caen a bombazos a Iraq, a Afganistán. Ahora se están tratando de aprovechar de todos estos movimientos revolucionarios en el Magreb. Los que quieren invadir a Libia a toda costa. Los que han querido invadir a Cuba. Aquellos que gritaban: Ahora Iraq, mañana Cuba. Eso sí para mí es una deshonra y una vergüenza sería oficiar en favor de semejantes ideas".
Nota
1- El debate abierto y la mano cerrada
https://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/07/10/el-debate-abierto-y-la-mano-cerrada-por-iroel-sanchez/
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