miércoles, 7 de diciembre de 2016

¿Por qué Cuba entera es Fidel?



Por M. H. Lagarde

Después de la fiesta y la pachanga que los dejó nuevamente muy mal parados a los ojos de la opinión mundial, los inmorales de Miami han tratado de justificar la desvergüenza de celebrar la muerte de Fidel aduciendo que no celebran la muerte de un hombre, sino la de una ideología.

Por lo visto los descerebrados de esa ciudad del sur de la Florida no saben, quizás porque no tienen, que los hombres mueren, pero algunas ideologías son inmortales.


No sé qué dirán ahora luego de estos días de duelo nacional en los que todos los cubanos salieron a las calles, los parques, las carreteras, para gritar al paso de la caravana con los restos mortales del líder de la Revolución: "Yo soy Fidel".


Cabe preguntarse, si los que durante más de medio siglo han tratado de asesinar a líderes y vencer por terrorismo y hambre, bloqueo mediante, la resistencia de una nación, se pasarán la vida celebrando la muerte de cada uno de los millones en los que se multiplicó el ideario de Fidel.

Las ideas, que valen más que trincheras de piedras, reencarnan, después de la muerte de algunos hombres, en otros muchos.  

No hay mejor ejemplo que el ideario martiano que reencarnó en la generación del centenario que atacó al Moncada y que hoy, con la muerte de Fidel, se esparce a todo un pueblo. Sólo los ignorantes defensores de las teorías biologicistas creen que las revoluciones fueron hechas o que su trascendencia depende de la existencia de un solo hombre.


Son precisamente las ideas, que impulsan determinadas acciones, las que calan en los pueblos. Si hoy toda Cuba es Fidel es porque cuando llegó el Comandante mandó a parar medio siglo de neocolonia, de individualismo, de la explotación y represión de la burguesía anexionista que el primero de enero de 1959 salió huyendo hacia Miami.


Los principios de justicia social, igualdad, educación, cultura, dignidad, antiimperialismo y solidaridad que nos legó Fidel perdurarán en esta tierra por los siglos de los siglos, no solo por su carácter profundamente humanista, sino porque fue precisamente Fidel quien nos enseñó que las ideologías no son solo abstracciones para leer en los libros de texto o impresionar en la majestuosidad de los monumentos, sino que, además de perdurar en la mente y el corazón de muchos hombres, pueden convertirse en realidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario