El maletín que Google trajo a Cuba
Iroel Sánchez
La visita a Cuba de cuatro directivos de la empresa Google, encabezados por su presidente Eric Schmidt, ha despertado la curiosidad de los medios.
Sin embargo, poco se ha dicho sobre la presencia en la delegación del director de Google Ideas, Jared Cohen. Cohen es un ex alto funcionario del Departamento de Estado, a quien el líder de Wikileaks, Julian Assange, ha calificado como “director de cambio de régimen de Google” y “canalización del Departamento de Estado en Sillicon Valley”.
Jared Cohen, quien fungió como asesor de
la Secretaría de Estado tanto con Condolezza Rice como con Hillary
Clinton, ha dedicado tiempo y poder de convocatoria a Cuba. Él presidió
el 21 de marzo de 2012 un evento de Google Ideas
en la ultraconservadora Heritage Foundation de Washington DC con el
título “Cuba Needs a (Technological) Revolution: How the Internet Can
Thaw an Island Frozen in Time” en el que sólo intervinieron conocidos
enemigos de la Revolución cubana como el senador por la Florida Marco
Rubio, el ex Subsecretario de Estado, Roger Noriega, el director de
Radio y Televisión Martí, Carlos García Pérez, el Codirector del Cuba
Study Group, Carlos Saladrigas, el Director Ejecutivo del Instituto
George W. Bush, James Glassman y Mauricio Claver Carone, director del
US-Cuba Democracy PAC.
Sobre Jared Cohen escribió Assange -al
conocerse “gracias a Edward Snowden, que Google y otras empresas de alta
tecnología de Estados Unidos recibieron millones de dólares de la NSA
por su complicidad con el sistema de vigilancia masiva PRISM”- en un
artículo titulado “Google y la NSA: ¿Quién tiene el “maletín de mierda” ahora?”:
“Documentos publicados el año pasado por Wikileaks, obtenidos del contratista de inteligencia de EE.UU.
Stratfor, muestran que en 2011 Jared Cohen, entonces (como ahora)
director de Google Ideas, estuvo corriendo en misiones secretas hasta el
borde de Irán, en Azerbaiyán. En estos correos electrónicos internos,
Fred Burton, Vicepresidente de Inteligencia de Stratfor de Inteligencia y
ex alto funcionario del Departamento de Estado, describe a Google de la
siguiente manera:
“Google está recibiendo
WH [Casa Blanca] y del Departamento de Estado apoyo y cobertura aérea.
En realidad ellos están haciendo las cosas que la CIA no puede hacer …
[Cohen] se va a poner a sí mismo secuestrado o asesinado. Podría ser lo
mejor que puede pasar para exponer el papel encubierto de Google en los
levantamientos espumosos, para ser franco. El Gov’t de EE.UU. puede negar su conocimiento y Google se queda con el “maletín de mierda””
“En otra comunicación
interna, Burton posteriormente aclara sus fuentes sobre las actividades
tanto de Cohen como de Marty Lev, director de security and safety de Google y .. Eric Schmidt.
“Los cables de
WikiLeaks revelan también que antes Cohen, al trabajar para el
Departamento de Estado, estaba en Afganistán tratando de convencer a las
cuatro principales empresas de telefonía móvil afganas para desplazar
sus antenas a bases militares de Estados Unidos. En el Líbano él trabajó
secretamente para establecer, en nombre del Departamento de Estado, un think tank chií
anti-Hezbolá. ¿Y en Londres? Estaba ofreciendo fondos a los ejecutivos
de cine de Bollywood para insertar contenido anti-extremista en las
películas de Bollywood y la promesa de conectarlos a redes relacionadas
en Hollywood. Ese es el Director de Google Ideas. Cohen, el eficaz
director de cambio de régimen de Google. Él es la canalización del
Departamento de Estado en Silicon Valley.”
Coherentemente con esa descripción, Cohen
y dos de sus acompañantes visitaron en Cuba a la colaboradora de una
embajada estadounidense más mencionada en los cables diplomáticos
secretos filtrados por Wikileaks, Yoani Sánchez.
Los visitantes de Google se abstuvieron
de hablar en Cuba con la prensa, tanto nacional como extranjera. Al
parecer, esta postura tuvo la intención de regalar la primicia
informativa a la señora Sánchez. Así lo evidencia el retuit inmediato
de Cohen, ya de regreso en Estados Unidos, a una información acerca del
viaje a Cuba de los ejecutivos de Google, publicada por el “periódico” que Yoani hace por encargo del gobierno estadounidense.
Tampoco los medios han dicho que Eric Schmidt es chairman de la Junta de la New America Fundation, principal beneficiaria de los fondos de USAID para los programas “prodemocracia” en Cuba, encargada del proyecto Commotion que el New York Times reveló como destinado a nuestro país. New America Foundation recibió en septiembre de 2013 4,3 millones de dólares de la USAID para desarrollar proyectos en Cuba durante tres años.
¿Estará Google, como dice Fred Burton,
haciendo lo que la CIA no puede hacer? Al parecer sí, pues es obvio que
también aquí Cohen estuvo “corriendo en misiones secretas” y cargó con
el incómodo maletín en el que ocupa algún lugar la promoción de los
personajes que EE.UU. paga y organiza para el “cambio de régimen” en Cuba.
De todos modos creo positiva esta visita. Además de la explícita declaración a favor de un cambio en la política de EE.UU. hacia Cuba que ha suscrito Schmidt desde su perfil en Google+, seguramente los ejecutivos estadounidenses que -según una publicación de Miami- estuvieron
en instituciones como la Universidad de Ciencias Informáticas e
Infomed, pudieron comprobar el nivel técnico y la profesionalidad de los
especialistas cubanos enfrentando las limitaciones que, tanto su
empresa como su gobierno, nos imponen y contrastarlas con la mediocridad
de los amigos en que Estados Unidos se gasta el dinero.
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