Crescencio Marino Rivero, el ex jefe de prisiones de Cuba que se
mudó a Miami, regresó a la isla en medio de acusaciones de que abusó de
presos y una investigación federal de inmigración que podría ponerlo en
la cárcel, de acuerdo con informes dados a conocer el viernes.
El
periodista disidente Jorge Luis Artiles Montiel dijo que vio el martes a
Rivero en su ciudad natal de Santa Clara, en una tienda de víveres
cerca de donde Rivero y su esposa, Juana Ferrer, vivieron antes de dejar
el país hace dos años.
Rivero dijo a los conocidos en la tienda
que la pareja regresó el lunes a Cuba “porque estaba muy difícil la
situación en Miami”, declaró Artiles a El Nuevo Herald. Rivero agregó
que ellos planean pasar algún tiempo en Cuba y regresar más tarde a
Miami.
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