En entrevista que concediera Antonio Rodiles en el mes de octubre del pasado año a Alfredo Fernández, y fuera divulgada en el Blog Havana Times, descifró el significado del nombre del proyecto que dirige: “Estado de SATS… es un término usado en el teatro para describir el momento previo a la salida del actor a escena. Es el instante en el que se concentra toda la energía para explotarla en el escenario, para concretar al fin, aquello por lo que éste ha venido preparándose durante mucho tiempo”.
Rodiles en la entrevista refiere ser graduado en Física, haber viajado a otros países y a su regresado a la Isla caribeña, sentirse iluminado e incentivado en fundar un proyecto que tiene como fin cambiar la realidad
cubana. Los mentores de “su proyecto” no están tras bambalinas, no esconden sus rostros, es el gobierno de los Estados Unidos que participa públicamente y de manera activa en las más importantes representaciones.
Identificar el Proyecto de Estado Sats con el teatro es quizás uno de los mayores aciertos de su “Director”. Regularmente se pone en escena una obra donde los malos parecen buenos y lo más importante, sus malas intenciones, no son más que benéficas y “auténticas” proposiciones.
Ayer sábado, la suntuosa casa de Antonio Rodiles, sirvió una vez más de escenario para una nueva puesta en escena, el pretexto, propiciar un debate sobre los "intercambios culturales" entre Cuba y Estados Unidos.
El Sr Rodiles defiende con vehemencia el derecho que le asiste, en nombre de la democracia, invitar a su casa a los diplomáticos norteamericanos.
¿El Señor Antonio Rodiles se atreverá a increpar a sus invitados norteamericanos cuál es la razón para que, en nombre de la democracia, los Estados Unidos le nieguen a Cuba su derecho a participar en la Cumbre que
tendrá lugar en esa Casa a la que Cuba pertenece y se llama América?
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