La publicación en la prensa de Miami de un trabajo de Fulton Armstrong, asesor de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano, referido a las partidas millonarias que sucesivas administraciones del gobierno de Estados Unidos han destinado para subvertir el proceso revolucionario cubano, ha motivado un análisis del “experto” en asuntos cubanos Arnaldo M Fernández.
En el Blog de un filósofo a la carrera, Emilio Ichikawa, se reproduce un artículo de Arnaldo M Fernández, “Cuba y sus industrias en USA, que incursiona en el complejo mundo de la contrarrevolución, la industria del anticastrismo y la eficiencia del capital invertido.
Según Fernández “…el grave problema de la eficacia de las inversiones en la industria del anticastrismo, (es) que jamás ha entrado en sinergia con la disidencia interna…los líderes de la disidencia se complacen en transitar de un documento a otro y competir entre ellos mismos por los fondos del exterior… hace rato falleció la disidencia capaz de movilizar a la gente…”
Arnaldo, en víspera de un nuevo año y ante la frustración que embarga a quienes auguraban la entrada triunfante en La Habana en el 2011 de las huestes de la contrarrevolución, lanza una controversial propuesta que sin lugar a dudas es un verdadero dilema shakesperiano: ”… los patriotas de afuera pongan la plata de su bolsillo y los patriotas de adentro actúen sin plata del extranjero”.
¿Estarán dispuestos los “patriotas” de afuera en dejar de ser millonarios? ¿Estarán dispuestos los patriotas de adentro en dejar de ser mercenarios?
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