martes, 3 de mayo de 2011

Por la vida y por la verdad


Por Ricardo Alarcón

Compañeras y compañeros:

He asistido en varias ocasiones a estos encuentros que convoca la Central de Trabajadores de Cuba. Estoy convencido de su importancia creciente para enfrentar a quienes promueven la incomunicación y el aislamiento.
Este se realiza cuando las cubanas y los cubanos estamos empeñados en salvar y hacer más eficiente y racional nuestro socialismo, la sociedad de justicia y solidaridad, el socialismo posible en Cuba, hoy. Lo hacemos en medio de los obstáculos de una agresión imperialista que no cesa y de los riesgos de vivir en un mundo en profunda crisis. La unidad patriótica, sin exclusiones, y la fuerza de la solidaridad entre todos los cubanos será la clave para vencer las dificultades y avanzar.
El año pasado me referí a ejemplos que ilustran la falta de ética en la política del Imperio y de su descomunal aparato de propaganda y desinformación. Debo decir que la situación hoy es más grave y exige de nuestra parte una lucha aún más intensa y consecuente.
Les hablé entonces del reclamo de la sociedad puertorriqueña al Presidente Obama para que instruya al FBI que entregue a la justicia informaciones que reconoció poseer pero las oculta, sobre los asesinatos de Carlos Muñiz Varela y de Santiago Mari Pesquera. Nada ha respondido la Casa Blanca y quienes asesinaron a esos jóvenes admirables siguen gozando de total impunidad.
Igual que anda suelto Luis Posada Carriles y no se esconde para anunciar desde Miami que continuará su larga carrera criminal. Estados Unidos está obligado a extraditarlo a Venezuela para que responda por la muerte de 73 personas en el avión civil que el siniestro personaje hizo estallar en pleno vuelo y si no lo hace, Washington tiene el deber inexcusable de juzgarlo por el mismo crimen en sus propios tribunales. No ha hecho ni una cosa ni la otra. Hace ya seis años que Posada Carriles disfruta de la protección y la complicidad primero de W. Bush y ahora de Barack Obama.
Hace un año les hablé de la situación de los Cinco héroes cubanos que sufren injusta y cruel prisión por luchar contra el terrorismo. Les expliqué en particular la apelación colateral, o Habeas Corpus, que se presentaría a favor de Gerardo Hernández Nordelo, un joven absolutamente inocente sobre el que pesa la bárbara sentencia de dos cadenas perpetuas más quince años.
Hace exactamente una semana, el pasado lunes 25 de abril, la Fiscalía, o sea Washington, pidió al tribunal de Miami que rechace esa moción y que lo haga sumariamente, sin conceder siquiera una audiencia para discutirla, sin que sean revisadas las nuevas evidencias y argumentos, sin permitir que Gerardo comparezca y pueda hablar. En el curso de la misma semana el Gobierno solicitó que fueran igualmente desestimados los recursos presentados por Antonio Guerrero y René González.
Ni una palabra han dicho los medios corporativos de información. Esa arbitrariedad la realiza Washington al amparo del total silencio de esos medios, a espaldas de la opinión pública.
El ocultamiento de la verdad es el arma principal que emplea para perpetuar la injusticia. Se niega a revelar las dimensiones de su complot con los medios locales de Miami que amenazaron y provocaron a los miembros del jurado y desataron una escandalosa campaña, pagada por el Gobierno, para crear una “tormenta perfecta” de hostilidad y prejuicios que llevó a la Corte de Apelaciones a anular el juicio original.
Como se ha negado a presentar las imágenes satelitales sobre el incidente del 24 de febrero de 1996 alrededor del cual giró en gran medida aquella farsa judicial. La única explicación posible a su terca oposición a mostrar tales imágenes, una tozuda negativa que dura ya quince años, es obvia: el incidente ocurrió sobre territorio cubano y por tanto el tribunal de Miami no tenía jurisdicción alguna respecto al mismo. En cualquier caso Gerardo no tuvo absolutamente nada que ver con ese incidente. Más todavía. El Gobierno de Estados Unidos reconoció oficialmente que no tenía pruebas para sostener la acusación contra Gerardo y pidió a última hora retirarla. Está escrito aquí, en este documento de la Fiscalía fechado 25 de mayo de 2001. Un documento oficial que va a cumplir pronto diez años, pero al que jamás aluden las corporaciones que mentirosamente se hacen llamar “medios de información”.
Washington insiste en esconder las pruebas que desenmascaran su grosera prevaricación y para ello se vale de su dictadura mediática.
Es urgente levantar muy alto la denuncia y la solidaridad internacional. De gran valor ha resultado el ingente esfuerzo del Comité por la Libertad de los Cinco de Estados Unidos, y otros solidarios norteamericanos quienes han puesto al descubierto parte del contubernio de Washington con periodistas de Miami a los que pagó dadivosamente por su perversa actuación.
El movimiento internacional de solidaridad debe acompañarlos hasta vencer a un gobierno que se sostiene con la mentira e impide al pueblo norteamericano descubrir la realidad.
Los exhorto, estimados amigos, hermanas y hermanos, a redoblar esta lucha. Es una batalla por la vida y la verdad, contra el ocultamiento y la infamia. Una batalla que merece ser librada hasta la Victoria Siempre.

La Habana, Mayo 2, 2011

Palabras de Ricardo Alarcón de Quesada en Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba

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