El pintor Pedro Pablo Oliva |
"Pedro Pablo es un hombre de la revolución, es un hombre de la cultura cubana, es uno de nuestros más grandes artistas. Las instituciones culturales siempre han trabajado con Pedro Pablo y van a seguir trabajando" con él, afirmó Rojas en declaraciones a periodistas en La Habana.
Oliva, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2006 y considerado uno de los más destacados artistas de la isla, fue destituido de un cargo en la Asamblea del Poder Popular por actitudes políticas críticas, según informó él mismo a la prensa.
Tras el incidente, el pintor cubano de 62 años emitió esta semana un comunicado aseverando que expresar sus ideas no lo hace un "disidente" ni "traidor", y dijo que no pensaba abandonar su país.
Rojas resaltó este sábado que tras la polémica se mantienen los "contactos sistemáticos" con el pintor por vía digital y telefónica, y también "se producen intercambios con las instituciones".
"La voluntad de Pedro Pablo de seguir trabajando con las instituciones y la voluntad de las instituciones de seguir trabajando con Pedro Pablo ha sido expresa", aseveró el funcionario cubano.
En ese sentido, destacó que la obra de Oliva "pertenece a la revolución" y "es parte sustancial" del patrimonio de las artes visuales de la cultura cubana, por lo que se seguirá "promocionando" su pintura.
"En medio de esta circunstancia, por supuesto incómoda para él, en la cual hay una manipulación de su posición muy evidente, lo más significativo es que tanto él como las instituciones hemos dicho muy claro y lo volvemos a decir que vamos a seguir trabajando juntos", insistió Rojas.
En opinión del viceministro, la "manipulación" del caso de Oliva tiene que ver con "un grupo de personas que están dedicadas a mentir sobre cualquier acontecimiento" que ocurre en Cuba y montan una "construcción política" e "interesada".
En el comunicado publicado en su página web el pasado lunes, Oliva se refirió a las circunstancias que provocaron su destitución como delegado de la Asamblea del Poder Popular en la provincia occidental de Pinar del Río, por haber violado el código de ética de ese órgano de Gobierno local.
Según su declaración, la "comisión de ética" que valoró su caso determinó que se había pasado a "las filas de la disidencia" y dentro de la Asamblea se manejaron calificativos en su contra como "disidente", "contrarrevolucionario", "traidor a la Patria" y "anexionista".
Oliva dijo que otro delegado a la Asamblea presentó una denuncia en su contra y pidió evaluar su "separación" del cargo.
La acusación tomó en cuenta una carta del pintor que fue publicada con su consentimiento en el blog de la opositora Yoani Sánchez y las declaraciones que realizó a un programa de la televisión de Miami, Estados Unidos.
El artista precisó que sus palabras en ambos sitios "infringían o contradecían los estatutos ideológicos y el código de ética" de la Asamblea -que el firmó al ser elegido como delegado- y por eso estuvo de acuerdo con quien hizo la denuncia.
En su texto, también agradeció a la revolución cubana la posibilidad de formarse como creador, pero afirmó que "no se queda callado ante lo que considera errado" y dijo que "fidelidad a la Patria no es fidelidad a un partido".
Graduado de la Escuela Nacional de Arte de La Habana, Oliva se ha dedicado a la docencia y ha recibido importantes reconocimientos por su obra, que forma parte de colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y de otros países como Francia, Italia, España y EE.UU..
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