lunes, 6 de diciembre de 2010

Acoso a gays en las escuelas de EEUU, una epidemia que puede llevar al suicidio


El acoso hacia los jóvenes gay en las escuelas se ha convertido en una epidemia, que termina cobrando vidas cuando la presión se hace insoportable para los muchachos.
Lidia Barrón investigó este problema que se ha convertido en un asunto de preocupación nacional.
Edwin tiene sólo 18 años y a su corta edad ya estuvo a punto de quitarse la vida en tres ocasiones... una de ellas dentro de su escuela.
Se estaba cortando en la clase, había sangre en el desk y el maestro lo vio porque un estudiante le habia dicho, y le dijo: "¿Estas bien? ¿Qué estás haciendo?"
Lo que hacía era marcar con una navaja en sus brazos la palabra 'hell', es decir infierno, pues ahí es donde algunos de sus compañeros le decían que debía estar por ser homosexual.
"Traía esa palabra en mi carne: "infierno", porque en la secuendaria todos empezaban a aventarme biblias durante el "lonche" diciendome que yo iba a ir al infierno, que soy un 'sin' (pecado) y que no iba a hacer nada en la vida".
Edwin, como muchos jóvenes gay que asisten a este grupo de apoyo en Los Angeles vivió un viacrucis de rechazo y crueldad desde que notó que era diferente. Sufrió en carne propia el bullying o acoso, hasta de sus propios maestros...
"Yo sé que no me podían decir nada, pero solamente con la mirada me veían como con asco, o sea como qué asco me das".
El haber encontrado ayuda le permitió eliminar de de su mente la idea del suicidio... Algo que ha llevado a otros adolescentes sin apoyo a quitarse la vida.

Suicidio a los 13 años

Asher Brown, de 13 años, decidió darse un tiro en la cabeza, tras sufrir constante hostigamiento, golpes y burlas de varios compañerps de la escuela en Houston, Texas.
"El año pasado, en séptimo grado, lo llamaban "mujercita" y empezaron a molestarlo, a burlarse por su religion, por que él era budista".
Sus padres, que siempre lo apoyaron, están destrozados. "Lo extraño tanto, es horrible, deseo que nunca hubiera sucedido es el peor dolor en el mundo", comentó su madre.
Ellos aseguran que Asher amaba la vida, era pacífico. Le apasionaba el deporte y le encantaban los animales...por eso no se explican cómo es que otros jovencitos pudieron hacerle tanto daño.
"Por qué, qué tiene de bueno lo que hicieron… No había razón para hacerlo, ¿vieron el costo? Nuestro hijo esta muerto y causaron mucho dolor en la familia, en los amigos en la comunidad, ¿qué propósito tiene? Eso es lo que les preguntaría", cuestiona el padre de Asher.
Desafortunadamante, ya no hay respuestas que los consuelen, y lo peor es que no son los únicos padres que lloran la muerte de un joven, a causa de esta intolerancia nefasta.
› Tomado de Univisión

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