El comandante de los siete campos de detención y tortura en la base estadounidense de Guantánamo (ubicada ilegalmente al sureste de Cuba), almirante Jeffrey Harbeson, aseguró no haber recibido aún la orden de cerrarla o alguna notificación de hacerlo, pese al compromiso adquirido por el presidente Barack Obama de acabar con este centro de tortura en el mes de enero de 2010.
Harberson afirmó a un diario británico que si incluso recibiera ahora mismo una orden de la Casa Blanca para el traslado de los prisioneros que continúan en la base, tardaría unos seis meses en implementarla. Esta aseveración tiene lugar un año después del plazo fijado por Obama al firma su orden ejecutiva de que el mes de enero de 2010 sería la fecha límite para clausurar la cárcel de la base ilegal estadounidense en la mayor de las Antillas, que había sido abierta tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, para albergar a los presuntos terroristas. Esta fue una de las primeras promesas de Obama como presidente de la nación pero hasta los momentos no se ha anunciado una fecha precisa, sólo afirma que el plan continúa en proceso. El retraso de la decisión refleja, según el diario británico, la creciente oposición de la opinión pública estadounidense y del Congreso al traslado de los reclusos al propio territorio de los Estados Unidos.
El llevar a los 176 detenidos que se encuentran en Guantánamo hasta otro centro penitenciario de máxima seguridad ubicado en las cercanías de Chicago (noreste), el cual fue construido especialmente para este fin, ha generado gran polémica. Además el Congreso ha bloqueado la asignación de más fondos para la construcción de nuevas instalaciones en las que alojar a los reclusos.
Harbeson señaló que la Agencia Central de inteligencia de Estados Unidos (CIA) había reducido la frecuencia de sus interrogatorios a los prisioneros y que ahora sólo se los hacen a los sospechososo de pertenecer al grupo Al Qaeda y a los talibanes que declaran voluntariamente. Pese a esto, Binyam Mohamed, etíope con residencia en el Reino Unido, fue liberado hace un año de la cárcel ilegal y aseguró haber sido torturado por la CIA en Pakistán además, tales hechos eran conocidos por los británicos. Posteriormente fue trasladado a Guantánamo donde recibió una golpiza de tal magnitud que tuvieron que colocar su fotografía en la puerta de su celda ya que los golpes fueron tan brutales que los custodios no podían identificarlo.
Harbeson declaró que el cierre de la base no es su principal preocupación y que no quiere necesariamente que se le recuerde como el hombre que clausuró Guantánamo."Mi misión -explicó- es asegurar que esos individuos (los reclusos) son tratados humanamente, que todo lo que hacemos es legal y transparente y que sus condiciones de reclusión son acordes con el artículo tres de la Constitución de EE.UU. (que se refiere al poder judicial).
Tomado de Telesur
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