Por Ernesto Pérez Castillo
Ernesto Hernández Busto –el de los Perfiles derechos, aunque al parecer el suyo es bastante jorobao– acaba de dar una clase magistral de cantinflismo de grandes ligas.
En una Nota bene, que publica en el blog que le alquilan “sus amigos”, defiende y bendice el presupuesto del gobierno de los Estados Unidos destinado a financiar la actividad subversiva contra Cuba.
Lacayismo aparte, a Busto le parece bien, y aplaude, el hecho de que un estado –el más poderoso del planeta y, hasta que se demuestre lo contrario, también el más poderoso de la galaxia y del mismísimo universo– decida cambiar el gobierno de cualquier otro país, y se empeñe en ello con todos los medios y fuerzas a su alcance.
Dice él: “EE UU tiene todo el derecho de apoyar a personas que defienden libertades básicas y Derechos Humanos fundamentales”. Ese derecho que Busto otorga por su voluntad divina a los Estados Unidos justifica, por tanto, la invasión a Irak –y el asesinato de miles y miles de civiles–, la invasión a Afganistán –y más de lo mismo–, la futura invasión a Irán –que pareciera estar en camino–, la invasión a Venezuela –habría que ver a qué costo– e incluso una invasión a Cuba –con toda seguridad impagable.
Para Busto, Cuba “precisa medidas excepcionales”, y por ello, ante la acusación más que probada de que los supuestos “disidentes cubanos” no son más que mercenarios de los Estados Unidos, él tiene una receta salvadora: “No hay que tener ningún tipo de vergüenza”. Más claro, ni el agua, sobre todo si no es agua en la que Busto se haya lavado las manos.
Curioso es que, pese a su profundísima superficialidad analítica, a diez de últimas y para culminar su Nota bene, a Busto se le escapa un por si las moscas… pues aunque a él le parezca bien ser un sinvergüenza, e insiste en que los demás lo sean, finalmente hace un descargo con el que pretende posar como el bloguero inmaculado… él jura que para su blog “no recibe ningún financiamiento fuera de las esporádicas contribuciones voluntarias de sus lectores”.
Pero… –¡ah, qué mala pata, el pobrecito de Busto siempre tiene un “pero” atravesado!–, apenas un post después de su diatriba a favor de la sinvergüenzura, de pronto, el bloguero que no recibe ni este dólar del gobierno de los Estados Unidos, se baja con el anuncio de que estará alejado del blog por unos días pues ha sido invitado a “un coloquio sobre ciberdisidencia convocado por el George W. Bush Institute”.
Ven acá, mi socio: ¿y tú te vas a pagar de tu bolsillo el viajecito hasta el campus de la Southern Methodist University, en Dallas, Texas? A otro perro con ese hueso, que si los ensayos te salen cojos, los cuentos te quedan inmensos. Pareciera que como se quejó en su blog de que no le pagan, decidieron hacerle llegar su mesada. Mercenario y bien, y si no e vero e ben trovato.
Ahora, si quiere, Busto que se mese las barbas, que se rasgue las vestiduras, y que grite y patalee, pero que no me joda. Ernesto Hernández Busto es tan mercenario, y más, que todos los demás. Que ahora mismo está allí, en la mata del odio contra Cuba, recibiendo instrucciones, con viaje y hospedaje pagado. Pasando su cursito de un día sobre cómo acabar con la revolución cubana, con desayuno incluido.
Ernesto Hernández Busto –el de los Perfiles derechos, aunque al parecer el suyo es bastante jorobao– acaba de dar una clase magistral de cantinflismo de grandes ligas.
En una Nota bene, que publica en el blog que le alquilan “sus amigos”, defiende y bendice el presupuesto del gobierno de los Estados Unidos destinado a financiar la actividad subversiva contra Cuba.
Lacayismo aparte, a Busto le parece bien, y aplaude, el hecho de que un estado –el más poderoso del planeta y, hasta que se demuestre lo contrario, también el más poderoso de la galaxia y del mismísimo universo– decida cambiar el gobierno de cualquier otro país, y se empeñe en ello con todos los medios y fuerzas a su alcance.
Dice él: “EE UU tiene todo el derecho de apoyar a personas que defienden libertades básicas y Derechos Humanos fundamentales”. Ese derecho que Busto otorga por su voluntad divina a los Estados Unidos justifica, por tanto, la invasión a Irak –y el asesinato de miles y miles de civiles–, la invasión a Afganistán –y más de lo mismo–, la futura invasión a Irán –que pareciera estar en camino–, la invasión a Venezuela –habría que ver a qué costo– e incluso una invasión a Cuba –con toda seguridad impagable.
Para Busto, Cuba “precisa medidas excepcionales”, y por ello, ante la acusación más que probada de que los supuestos “disidentes cubanos” no son más que mercenarios de los Estados Unidos, él tiene una receta salvadora: “No hay que tener ningún tipo de vergüenza”. Más claro, ni el agua, sobre todo si no es agua en la que Busto se haya lavado las manos.
Curioso es que, pese a su profundísima superficialidad analítica, a diez de últimas y para culminar su Nota bene, a Busto se le escapa un por si las moscas… pues aunque a él le parezca bien ser un sinvergüenza, e insiste en que los demás lo sean, finalmente hace un descargo con el que pretende posar como el bloguero inmaculado… él jura que para su blog “no recibe ningún financiamiento fuera de las esporádicas contribuciones voluntarias de sus lectores”.
Pero… –¡ah, qué mala pata, el pobrecito de Busto siempre tiene un “pero” atravesado!–, apenas un post después de su diatriba a favor de la sinvergüenzura, de pronto, el bloguero que no recibe ni este dólar del gobierno de los Estados Unidos, se baja con el anuncio de que estará alejado del blog por unos días pues ha sido invitado a “un coloquio sobre ciberdisidencia convocado por el George W. Bush Institute”.
Ven acá, mi socio: ¿y tú te vas a pagar de tu bolsillo el viajecito hasta el campus de la Southern Methodist University, en Dallas, Texas? A otro perro con ese hueso, que si los ensayos te salen cojos, los cuentos te quedan inmensos. Pareciera que como se quejó en su blog de que no le pagan, decidieron hacerle llegar su mesada. Mercenario y bien, y si no e vero e ben trovato.
Ahora, si quiere, Busto que se mese las barbas, que se rasgue las vestiduras, y que grite y patalee, pero que no me joda. Ernesto Hernández Busto es tan mercenario, y más, que todos los demás. Que ahora mismo está allí, en la mata del odio contra Cuba, recibiendo instrucciones, con viaje y hospedaje pagado. Pasando su cursito de un día sobre cómo acabar con la revolución cubana, con desayuno incluido.
no solo mercenario es un lame botas anexionista.... estaba pensando que como el se robo antes de irse de Cuba un monton de obras de arte entre ellas las de Esperanza Eiris, Portocarrero etc etc quizas todavia este sacandole el jugo a ellos y re-robandolas.... Ustedes no conocen bien al mercachifle este
ResponderEliminarOtro gusano más, hasta cuando tendremos que estar soportando a estas personas. A este hombre solo hay que demostrarle de que estamos hechos los cubanos y con la verdad en las manos hacerle ver a el y a los que lo siguen que se equivocan si creen que lograrán algo contra nuestro país.
ResponderEliminarVerdaderamente es un gusano 100%, mercenario y quien sabe cuantas cosas más. El dinero que destina EEUU para el financiamiento de los disidentes cubanos que lo único que hacen es hablar mentiras sobre Cuba y tergiversar la verdad cubana porque mejor no lo emplea en algo más humano como por ejemplo en donárselo a Haití.
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