martes, 20 de abril de 2010

George W. Bush y los límites del ciberterrorismo contra Cuba


Por M. H. Lagarde

El encuentro de Ciberdisidentes, auspiciado por el Institute George W. Bush y copatrocinado por Freedom House que tuvo lugar el pasado lunes en la Southern Methodist University, se centró fundamentalmente en dos desafíos, el de: “Cómo hacer que las nuevas herramientas de Internet y las tecnologías inalámbricas sean puestas en manos de los disidentes”, y en el de cómo “limitar el uso de esas mismas herramientas en manos de los enemigos de la libertad”.
De acuerdo con las declaraciones iniciales de James Glassman, director ejecutivo del Instituto George W. Bush, la conferencia contó con la presencia de disidentes de “talento y coraje” de todo el mundo que están utilizando las herramientas que permite la tecnología Internet en su importante labor de promoción de la “democracia y la libertad”.
Pero más importante que las intervenciones de los valientes ciberdisidentes -algunos como el mercenario de origen cubano Ernesto Hernández Busto, quien hace un derroche de coraje increíble alentando a la subversión en la Isla desde la apacible tranquilidad de su apartamento en Barcelona-, debieron ser las intervenciones de varios oradores pertenecientes a diferentes administraciones norteamericanas , “los cuales han tenido o siguen teniendo la responsabilidad directa de apoyo a la democracia y el buen gobierno en el extranjero”, y entre los que se encontraban el Dr. Jeffrey Gedmin, ex presidente de Radio Europa Libre / Radio Libertad, (una emisora de la CIA), Daniel Baer, subsecretario adjunto del Departamento de Estado de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo; Jennifer L. Windsor, directora ejecutiva de Freedom House, que trabajó en USAID como Director del Centro para la Democracia y Gobernabilidad (ambas instituciones también relacionadas con los servicios de inteligencia norteamericanos); Steve Hadley, quien sirvió en las administraciones de George H. Bush y George W. Bush (como asesor de Seguridad Nacional al Presidente), y otros también pertenecientes al gobierno del último Bush: Goli Ameri, ahora miembro del consejo de administración de Freedom House, Kristen Silverberg, Embajador en la UE, y por supuesto, Jim Glassman, quien fue subsecretario de Estado para Diplomacia Pública.
El mensaje de dichos oradores no pudo ser más claro: “Los estadounidenses de las Administraciones antes de la caída del Muro de Berlín, hasta nuestros días, han hecho una diferencia para aquellos que están luchando por la libertad humana. Este apoyo debe y seguirá - pero tenemos que ser conscientes de las circunstancias cambiantes”.
Ya se sabe lo que en la jerga de estos señores significa apoyar a la democracia y la “libertad humana”. No por gusto a un observador del evento no le quedó más remedio que apuntar: "A pesar de que “George W. Bush” no es la primera persona que le viene a la cabeza cuando se habla de disidencia cibernética, hay algo de sentido en la misma. Por un lado, se ve que este enfoque está bien relacionado con el tipo de promoción de democracia a la que él se inclinó en su mandato”.
Por supuesto, el observador se refiere a la capacidad demostrada por el ex George W. Bush para satanizar, a golpe de propaganda, a naciones como Irak y Afganistan. Quién no recuerda a Collin Powell en la ONU mostrando los frascos de las sustancias prohibidas que justificarían la invasión contra el régimen de Sadam Hussein.
Ya sabemos cuál es la democracia y la libertad que Bush ha dejado instaurada en esas naciones. Nadie, ahora mismo, sabe cuántos civiles entre niños, mujeres y ancianos han muerto durante la invasión y la guerra. Muy democráticas sin dudas fue la oficialización de la tortura en cárceles como Abu Ghraib y Guantánamo, así como las otras cárceles secretas de la CIA, donde, como acaba de hacerse público, el ex presidente permitió la encarcelación de inocentes.
Los cubanos, por suerte sabemos, quizás primero y mejor que otros, para qué sirve la propaganda que hoy el imperio trata de hacer contra nuestro país mediante el uso de las nuevas tecnologías.
En 1898, William Randolph Hearst y Pulitzer, lograron engañar y movilizar al pueblo norteamericano en contra de España, con las medias verdades que publicaron en sus amarillistas diarios. La campaña de mentiras culminó con una intervención norteamericana en la Isla que se prolongó durante sesenta años hasta enero de 1959.
Como acaba de recordar Raúl en la IX Cumbre del ALBA, antes, durante y después de la invasión de Girón, bombardearon igualmente al mundo con sus calumnias. Y hoy, con el apoyo de blogueros y supuestos periodistas ciudadanos, entrenados y sufragados por el gobierno de Estados Unidos, tratan de inventar por todos los medios una represión inexistente, al punto de que, a los supuestos reprimidos, no les ha quedado otra opción que apelar al suicidio de las huelgas de hambre para así poder contar con alguna víctima con que sostener la propaganda contra la Isla.
Bien cabe preguntarse. ¿Tendrá alguna relación estos cursos para ciberterroristas que ahora se imparten en Texas con el capítulo secreto del llamado Plan Bush?
¿La guerra contra Cuba se quedará solo en los campos de batallas virtuales de Google, Twitter o Facebook, o irá más allá?

4 comentarios:

  1. Ya se han quedado sin argumentos para de una forma u otra hacernos la guerra, ahora su nueva arma es por la vía de internet o manipulando a hombres que no les queda otra opción que las rejas, pero la realidad que deben aceptar es que nuestro país siempre estará firme a cualquier amenaza de derrota porque nuestro principal lema es Patria o Muerte Venceremos.

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  2. Imágenes que nos muestran a ciberdisidentes o ciberterroristas, financiados y encabezados por el ex-presidente de EEUU George W. Bush. Debemos decir que este es un grupo que se encarga de llevar mediante el internet una gran guerra de mentiras contra Cuba y varios países con visiones hacia el desarrollo del socialismo.

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  3. Saludos

    Si el difunto y gran Pablo Picasso viera esta foto la llamaría.....

    El Gran Burro y sus Borricos

    El que nació para comer hierba de la Casa Blanca lo llaman

    Fantom

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  4. Saludos una vez mas

    El gran Burro en Haití después de darle la mano a un humilde haitiano se la limpio en la camisa de otro antiguo inquilino de la Casa Blanca que aunque no resulto ser tan Burro como su homologo si fue un pica flor, no olvidemos la canita que tiro al aire con Monica Libinski, seguramente en el salón rosado, convirtiendo de esa manera en notable cornuda, tarrua o como quiera que le llaméis a la actual secretaria de estado de los Estados Unidos de Norteamérica a nivel internacional, seguramente después de la foto el Gran Burro debe haberse dado una buena sauna para de esa manera quitarse la mierda que recibiera después de los abrazos y estrechones de manos con los fecales allí reunidos, en esta ocasión el pica flor no pudo servirle de servilleta porque como podemos apreciar no estaba presente

    pd. Pienso que todos sepan quienes son el Gran Burro, el Pica Flor, la Cornuda y los fecales, todos los personajes de esta pequeña pieza teatral que les acabo de contar

    Fantom

    21 de abril de 2010 07:31

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