Por Esteban Israel
LA HABANA, abr 21 . - Carlos Varela, el "Bob Dylan cubano", afina su guitarra para una ambiciosa gira por Estados Unidos, una señal de que los intercambios culturales podrían sobrevivir al deterioro de las relaciones entre ambos países.
Varela, una de las voces más filosas de la trova cubana, ensaya con su banda en un galpón del teatro Karl Marx de La Habana el repertorio de la gira que lo llevará en mayo por ocho ciudades estadounidenses, desde Los Angeles a Chicago y Miami.
"El arte en general puede contribuir mucho a las relaciones entre vecinos (...) No nos podemos pasar tantos años tan lejos y tan cerca", dijo el músico de 47 años, vestido de negro de pies a cabeza.
"Los músicos muchas veces estamos más cerca de la gente que los políticos", explicó a través de sus gafas oscuras.
El músico de barba y sombrero se refiere a medio siglo de guerra ideológica y desconfianza entre su país y Estados Unidos, un conflicto que marcó a generaciones de cubanos.
Varela desembarcará en Estados Unidos en momentos en que las relaciones de Cuba y el presidente Barack Obama parecen tocar fondo, tras un tímido acercamiento en el 2009.
Sus 11 conciertos programados en Estados Unidos y Puerto Rico sugieren, sin embargo, que los intercambios culturales retomados bajo el Gobierno de Obama seguirán fluyendo, aunque Washington y La Habana crucen amargas acusaciones de espionaje y abusos de derechos humanos.
"Algunos hablan de la crisis del marxismo / algunos lloran, ríen y a otros les da lo mismo", canta Varela, cuya voz grave retumba en el galpón de paredes manchadas de humedad y techo de chapa donde ensaya con su banda de músicos jóvenes.
Varela dice que sus canciones no pueden acercar las dos orillas del Estrecho de Florida ni levantar el embargo que Estados Unidos aplica desde hace medio siglo contra su país. "Pero pueden tocar el corazón de un hombre y los hombres son los que hacen las guerras y fabrican las máquinas de odio, las separaciones, las fronteras y las religiones", dijo, empuñando una guitarra acústica que parece enorme para su estatura.
La gira lo llevará, por ejemplo, el 15 de mayo al Gusman Center de Miami, donde las trabas impuestas por el anterior presidente George W. Bush frustraron en el 2004 un concierto para el que, cuenta, tenía todas las entradas vendidas.
Será su segundo viaje a Estados Unidos en unos pocos meses. En diciembre, sacó su guitarra en el Congreso y apoyó con su música una iniciativa de ley para permitir los viajes de los estadounidenses a Cuba.
"Yo espero que las contradicciones que existen entre los políticos no afecten el camino que estamos creando", dijo en una pausa de sus ensayos.
Varela habla del impacto de un megaconcierto organizado en septiembre pasado en La Habana por el rockero colombiano Juanes. El show abrió las puertas a sucesivas actuaciones de la banda estadounidense Kool & The Gang y los puertorriqueños de Calle 13.
Según Varela, hay varios músicos estadounidenses que quieren venir a tocar en Cuba y tienen permiso de Washington para volar a La Habana a fines del 2010.
¿Quiénes? "Jackson Browne, Bonnie Raitt y muchos otros", dijo con una sonrisa, explicando que debido a la tensión entre los dos países es todavía pronto para revelar más nombres.
REUTERS
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