Por Ernesto Pérez Castillo
Hace un par de días el compañerito Juanes agredió a través de Twitter a Chávez –y a la revolución bolivariana– y luego, al caerle encima el montón de tortazos de riposta que recibió, quiso dar marcha atrás al asunto, inventándose la excusa de que había sido solo una broma, aunque aun bajo los papazos insistía: “Cuando quieran más chistes malos me dicen, jajaja”.
Pero la excusa del cantante de la camisa negra –que en La Habana se puso una camisa blanca– no logró detener la andanada en su contra. Entonces el pacifista subió de tono y bravuconeó a los cuatro vientos: “en mi Twitter pongo lo que me da la p... gana, ¿o es que creen que me lo van a venir a censurar?”.
¿Qué cosa, no? Él, supuestamente, dijo lo que quiso, y cuando los demás también dijeron lo que quisieron, no tuvo otro argumento que acusar a aquellos de censurarlo… Pareciera que para Juanes la libertad de expresión es solo para él: los demás deben escucharlo y callar. Es una libertad de expresión tipo One-way. Y eso de la “censura” es el mismísimo argumento que contra Chávez usa la oposición pagada por la oligarquía y el imperio, pese al cerco mediático en que sobrevive en Venezuela la revolución.
Pasa que la campaña contra la revolución bolivariana quiere apoderarse de Twitter como otra arma más, y han creado en Twitter la red “Free Venezuela”. Nótese que no se busca una Venezuela libre sino una Venezuela “Free”, y ya por ahí se dejan ver las orejas peludas de quiénes manejan los hilos, desde arriba y, sobre todo, desde afuera. El chiste es que más del 65 % de sus miembros lanzan mensajes desde Estados Unidos, y otro 25 % lo hace desde Colombia. Curiosamente, el cantante cambiacamisas reúne en sí ambas condiciones: es colombiano y vive en gringolandia. En todo caso, las simples matemáticas dicen que el 90 % de los mensajes provienen del exterior, pero eso no importa, los medios afirman que los venezolanos usan Twitter para protestar contra Chávez. De lo que se trata es del intento de copiar al carbón la estrategia ya tantas veces USAda, de manipular las redes sociales y ponerlas al servicio de la nueva guerra fría. Su bautizo de fuego ocurrió durante las pasadas elecciones iraníes, donde Twitter jugó un papel protagónico divulgando supuestas denuncias contra los gobernantes, y ahora se sabe que, según datos de la firma canadiense Sysmos, más del 40 % de los mensajes se originaron fuera de Irán.
Twitter era tan estratégico en ese momento, que cuando anunció que el 15 de junio cerraría la página para tareas de mantenimiento, inmediatamente recibió una “solicitud” del Departamento de Estado norteamericano: “¿Podrían dejar que siga funcionando como siempre? Irán atraviesa un momento crucial, y Twitter está desempeñando un papel esencial”. Por supuesto, Twitter no se resistió y solícitamente mantuvo la página on-line.
Ahora, y todavía no se sabe muy bien a santo de qué, Juanes se mete en la twitteria antichavista. ¿Será que está falto de promoción? ¿O será que quiere lavar su imagen después que se atrevió a cometer el pecado mortal de organizar su concierto en La Habana?
No hay que olvidar que, mientras planificaba aquel concierto habanero, tuvo a bien reportarse ante Hillary Clinton –la secretaria de Estado que días antes había ordenado a Twitter suspender sus reparaciones, y que recientemente ha proclamado al mundo que Internet es propiedad de los Estados Unidos–, y entonces Juanes tuvo que contarle a Hillary, en detalles, del pe al pa, qué pensaba hacer en La Habana. Hay quienes dicen que en esa reunión, además, recibió instrucciones… pero dar crédito a esos comentarios sería infundado… por ahora.
Te salió tuerto el chiste Juanes!
ResponderEliminarLa red de twitteros venezolanos que apoyamos el proceso revolucionario crece día a día, Juanes nunca se imaginó la respuesta masiva que recibiría inmediatamente después de su "chiste" contra el presidente Chavez, eso lo hará reflexionar la próxima vez.
ResponderEliminarESTAMOS DE ACUERDO, TU COMENTARIO ES BASTANTE CLARO Y NO TIENE DESPERDICIO.
ResponderEliminarPues yo uso #freevenezuela y estoy en venezuela y soy venezolano
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