Por M. H. Lagarde
Quienes se empeñan en inflar, a golpe de premios , ese globo mediático conocido como Yoani Sánchez debían tener por lo menos la inteligencia de ofrecerle nuevos lauros a la bloguera mercenaria en exclusiva, a ella sola, sin otros candidatos cuyos méritos reales descubran el fraude.
Algo así ha ocurrido con el último galardón que le ha endilgado a la bloguera la Fundación Panamericana para el Desarrollo. Según esa organización, perteneciente a la OEA, este año merecieron el premio “Héroes del Hemisferio 2009” cinco latinoamericanos entre los que se encuentran dos colombianos que hicieron posible que algunos ciudadanos, extremadamente pobres de sus comunidades, lograran sobrevivir dignamente como trabajadores agrícolas y artesanos.
En la misma lista figura una psicóloga de origen haitiano, adiestrada y radicada en Estados Unidos, quien regresó a sus país para ayudar a niños víctimas de diversos tipos de abusos y atropellos; y un educador salvadoreño que después de la guerra sangrienta civil que Estados Unidos le impuso a esa nación, decidió convertirse en maestro de otros más necesitados y actualmente dirige un plantel donde se forman más de 600 niños de todas las edades.
En comparación con esas hazañas realmente altruistas solo queda preguntarse: ¿Y qué hace nuestra archipremiada bloguera en esa lista?
Que se sepa la mercenaria cubana, salvo una laptop – con que alguna vez la premiaron- que entregó como recompensa a uno de sus secuaces en un concurso de blogs, ni se ha quitado, ni ha renunciado a nada en bien de sus necesitados conciudadanos.
Más bien, ha hecho todo lo contrario: repetir hasta la saciedad el esquema del discurso de las campañas mediáticas contra Cuba, creado en Estados Unidos para justificar el bloqueo y demás agresiones contra la Isla.
Por su labor mercenaria –llamados a la violencia y la subversión- la cubana solo ha recibido, y bastante.
Entre los muchos premios y donaciones de sus promotores, nadie sabe a cuánto asciende la suma con que, según el periodista español Guillermo Nova , engorda la cuenta que posee en un banco de Valencia.
No creo tampoco que sea nada heroico engañar y manipular a niños en iglesias cubanas. En dos ocasiones, la mercenaria, usando como coartada supuestas clases sobre los blogs, ha intentado manipular y engañar a estudiantes cubanos.
Tras presentarse, con la complicidad de los sacerdotes de los templos, como experta en la blogosfera, sus “seminarios” sobre la red han devenido en sermones contrarrevolucionarios destinados a inculcar en los niños cubanos la ideología de quienes a ella le pagan.
Las mismas ideas de un poderoso imperialismo que, por cierto, nunca se ha interesado por el progreso de millones de pobres en Latinoamérica, la miseria extrema en Haití o las secuelas de la guerra civil en El Salvador.
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Ojalá esto sirva como una crítica constructiva implícita, pues ahí hay una falla ideológica muy seria, después de 50 años. Hay que establecer y demostrarle a estos niños el vínculo entre la ideología y la espiritualidad, pues en el caso del comunismo es la misma cosa. Sin embargo, se separa la ideología en un compartimento, como si se guardara en una vitrina de cristal como "Los zapaticos de rosa". ¡Cuánta gente hubiesen podido salvar de la peste del individualismo y vacío existencial, incluso la misma Yoany!
ResponderEliminarDa pena, ver a esos niños confundidos, como si no tuvieran suficiente con la propia confusión de su edad para descubrir sus propios sentimientos.
Ojalá y se vean estos problemas desde otro ángulo: cada contrarrevolucionario significa un fallo ideológico, un trabajo de concientización mediocre para canalizar la energía y capacidad de alguien para que se realice como persona. Un trabajador, un campesino pueden tener en su tiempo libre alguna actividad cultural e intelectual donde actúe (activamente, valga la redondancia y no pasivamente). Para eso no se necesitan recursos económicos suplementarios, sólo voluntad y amor, y eso sobra en Cuba.