Miembros de la Brigada Venceremos durante una protesta frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
Erika Crenshaw regresó esta semana a Los Ángeles luego de un viaje de 10 días a Cuba, con un mensaje para las autoridades que hacen cumplir la restricción sobre los viajes a la isla comunista: Vengan y atrápenme.
Una de 270 ciudadanos estadounidenses que abiertamente viajaron durante las dos últimas semanas, la asesora financiera de 30 años de edad, desea que el gobierno la penalice o la acuse, para forzar un enfrentamiento en la corte donde se determine si la prohibición es constitucional.
La mayoría de los ciudadanos estadounidenses se han visto imposibilitados de viajar a Cuba desde 1962, cuando el presidente Kennedy impuso el bloqueo a la isla, luego que Fidel Castro nacionalizara las compañías estadounidenses y se alineara con la Unión Soviética.
Grupos como la Brigada Venceremos, con la que viaja Crenshaw, han estado desafiando la prohibición casi desde que existe. Este año incrementaron el reto con cifras recordistas y luciendo pulóvers de color naranja para presionar a la administración de Obama a que cumpla con sus promesas y mejore los vínculos con Cuba.
Crenshaw dice que es bueno que el dinero de los contribuyentes no este siendo gastado ahora acechando a los turistas, pero lamenta la tirantez diplomática continua con Cuba.
“Mi experiencia de viajar a Cuba me ha cambiado la vida”, dijo, recordando su primer viaje con una amiga de la universidad. “Pasé de no saber nada sobre el lugar, viéndolo como algo muy lejano, a comprometerme a luchar contra el bloqueo hasta que se levante”.› Leer Más
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