
Durante la ceremonia oficial, el también Comandante de la Revolución entregó la Enseña patria al jardinero Alfredo Despaigne, quien a su vez estuvo escoltado por el veterano lanzador Norge Luis Vera y el antesalista Yulieski Gourriel.
Frederich Cepeda, capitán de la escuadra, leyó el juramento de los atletas en el que se enfatiza que “estaremos defendiendo la gloriosa bandera y el sueño de millones de cubanos en la Copa Mundial”.
Destaca el texto que cada victoria del equipo estará dedicada a los antiterroristas cubanos prisioneros injustamente en cárceles norteamericas, hace más de una década, conocidos como los Cinco Héroes.
“Jugaremos con total entrega en el terreno deportivo y estaremos a la altura de los pensamientos de Raúl y Fidel, comprometidos con nuestro pueblo a ser fieles reflejos de futuras generaciones de atletas y patriotas”, concluyó.
Por su parte, Christian Jiménez, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), tuvo a su cargo las palabras centrales del acto, y en su discurso recriminó la decisión tomada por el Comité Olímpico Internacional de apartar el béisbol de los Juegos Olímpicos de 2016, en beneficio de otras disciplinas como el Rugby y el Golf.
También recordó la complejidad de los tiempos actuales donde la desmedida comercialización y el robo de atletas conspiran contra los ideales del deporte sano y, por tanto, contra los presupuestos cardinales del movimiento deportivo cubano y del compañero Fidel.
“Vamos a la Copa del Mundo a defender nuestros ideales, a defender nuestro derecho por un deportes libre, humano y solidario,... ustedes como embajadores del deporte, ¡Cumplirán!”, agregó Jiménez.
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