La Organización de los Estados Americanos (OEA) comenzó a discutir hoy en Washington, donde tiene su sede, el levantamiento de la expulsión de Cuba y el posible regreso de La Habana a la institución continental, de donde fue expulsada en 1962.
Honduras y Nicaragua presentaron sendos proyectos de resolución para el levantamiento de la expulsión, resuelta en plena Guerra Fría, a instancias de Estados Unidos, poco después de que el entonces gobierno revolucionario de La Habana se declarase formalmente comunista.
Frente a los proyectos de los países centroamericanos, la delegación de Estados Unidos elevó su propio texto para una resolución, en la cual se declaró listo para "respaldar el interés" sobre el retorno de Cuba al sistema interamericano, pero siempre y cuando el gobierno de La Habana cumpla con los estándares democráticos de la OEA.
Ya se sabe cuáles son los “estándares” de los que habla EE. UU en su ministerio de colonias. liberar a los presos políticos, o sea, a sus agentes en la Isla y mayor libertad de expresión, léase, libertad de propaganda subversiva para derribar la Revolución.
En resumen, ceder en su digna resistencia y doblegarse a la voluntad imperial.
En los últimos meses Cuba ha dejado bien clara su posición al respecto. No desea para nada pertenecer a una organización que se rige por los mandatos de Washington. La Isla, como otros países latinoamericanos, es partidaria de crear una nueva agrupación donde los pueblos latinoamericanos sean los verdaderos dueños de sus destinos.
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