domingo, 12 de mayo de 2019

¿John Bolton le tomó el pelo a Trump en caso de Venezuela?


Por M. H. Lagarde

Un reporte del diario The Washington Post ha dado cuenta de que el presidente Donald Trump se encuentra frustrado por los pocos avances logrados con la estrategia para derrocar al gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, mediante la imposición de un títere de la oposición como presidente en funciones.


La frustración de Trump fue hecha pública por funcionarios del Gobierno y asesores de la Casa Blanca que prefirieron no identificarse, y quienes aseguran que Trump se encuentra insatisfecho, en concreto, con la estrategia agresiva encabezada por su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.


Según un despacho de EFE sobre el tema, el gobernante estadounidense no solo «se siente engañado sobre lo fácil que le habían planteado que sería reemplazar a Maduro por el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, a quien reconoce desde comienzos de año como gobernante interino», sino porque, además, la estrategia trazada por sus asesores ahora resulta ser «una política intervencionista contraria a su postura de mantener a Estados Unidos alejado de los problemas de otros».


Por tal motivo y de acuerdo con las fuentes del Post, Trump se ha quejado durante la última semana de que Bolton y otros de sus asesores subestimaron a Maduro, a quien considera un elemento «duro de roer», y no debían haberle hecho creer que Guaidó lo iba a poder derrocar con las protestas en las calles y frente a los cuarteles de la semana pasada.


Por si fuera poco, un alto funcionario del Gobierno, al que el Post no identifica, aseguró que Trump ha dicho en los últimos días que Bolton lo quiere meter «en una guerra», un comentario que ya ha hecho anteriormente en broma, pero que ahora parece ocultar preocupaciones más serias.


¿Será que ahora ya todas las opciones no están sobre la mesa?


Trump, por cierto, no es el único decepcionado tras el fracaso del golpe militar con que el pasado el 30 de abril el «elegido» de Bolton, Juan Guaidó, intentó derrocar a la Revolución Bolivariana.


El diario derechista El Nuevo Herald publicó hace unos días un reporte donde reconocía el desinfle del proclamado presidente: «el fracasado levantamiento de la semana pasada y varias manifestaciones violentas, pero infructuosas, hacen que algunos se pregunten si Guaidó, la oposición en general, tienen lo que hace falta para sacar a Maduro del poder y poner fin a 20 años de gobierno unipartidista. De repente, a algunos les cuesta trabajo decir “vamos bien”».


Si la frustración revelada por el Post no resulta ser otra fake news, de esas con que la prensa «enemiga del pueblo» suele «atacar» al presidente, sin dudas, la revelación resulta una raya en el expediente para el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, quien, no obstante haberle tomado el pelo al presidente, se mantendrá en su puesto. Según se dice, el propio Trump le ha encomendado que se centre en el problema de Venezuela. O lo que es lo mismo: que, en caso de que el intento de querer acabar con la Revolución Bolivariana se prolongue más allá del ridículo, alguien cargue con la culpa.


Por lo visto, Trump no quiere pasar por el mal rato de John F. Kennedy, quien, tras la derrota de Playa Girón, pronunció la célebre frase de: «La victoria tiene muchas madres y la derrota es huérfana».




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