El Palacio
de Pascua les parecía un lugar “seguro” para muchas cosas, entre ellas, evaluar
las tendencias de la economía cubana y las relaciones entre Estados Unidos y la
isla. Eran los temas favoritos de Carlos Saladrigas. El espacio, administrado
por un ex alumno de CubaEmprende, era el lugar perfecto para reunirse.
Publicamente,
CubaEmprende es un proyecto dirigido
a personas interesadas en comenzar negocios como trabajadores por cuenta propia,
o emprendedores –en sus propios términos-. Reciben fondos de cubanos radicados
en Estados Unidos y el “Grupo de Estudios Cubanos”, dirigido por Carlos
Saladrigas.
Sin embargo,
en las conversaciones del Palacio, se manejaban ideas más profundas. Tanto CubaEmprende, como el “Grupo de Estudios
Cubanos”, tienen el objetivo de fomentar las bases económicas y, eventualmente
sociales y políticas, para dar un vuelco a la situación de la economía y al
gobierno actual en el país.
Y esos eran
temas que ellos conversaban con privacidad casi extrema, pues de conocerlos, CubaEmprende no fuera una opción a
valorar, ni de lejos, por los cuentapropistas cubanos.
Saladrigas y
los amigos americanos tendrían puertas abiertas y labios cerrados para
conversar, relajarse y también, de paso, celebrar el Día de la Independencia de
las Trece Colonias de Norteamérica.
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