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| El periodista Yoerky Sánchez y el historiador Elier Ramírez, los “fundamentalistas” acusados del “linchamiento” de Fernando Ravsberg | 
Por Iroel Sánchez
Varios textos se han escrito sobre un artículo de Fernando Ravsberg acerca de la participación cubana en la Cumbre de las Américas en Panamá publicado originalmente en el sitio OnCuba que ya había difundido otro texto -de título “Ni con Dios ni con el Diablo: Con Cuba”-, de enfoque muy similar al de Ravsberg, invitando “a no ser cómplices de los que por estos días en Panamá, desde sus extremos que están a nada de tocarse, desde posturas fundamentalistas, han vuelto a representarse sólo a sí mismos y dejaron fuera a la nación”.
Varios textos se han escrito sobre un artículo de Fernando Ravsberg acerca de la participación cubana en la Cumbre de las Américas en Panamá publicado originalmente en el sitio OnCuba que ya había difundido otro texto -de título “Ni con Dios ni con el Diablo: Con Cuba”-, de enfoque muy similar al de Ravsberg, invitando “a no ser cómplices de los que por estos días en Panamá, desde sus extremos que están a nada de tocarse, desde posturas fundamentalistas, han vuelto a representarse sólo a sí mismos y dejaron fuera a la nación”.
No creo que 
sea un “linchamiento” que dos jóvenes que no coinciden con su opinión 
hayan ripostado desde bitácoras personales, sin concertación previa y 
con un respeto que reconozco no profeso hacia el aludido, a lo que se ha
 añadido un mensaje del escritor Miguel Barnet que publiqué bajo el 
título “Quien quiere quedar bien con Dios y con el Diablo, le sirve la mesa al Diablo” felicitando a uno de los polemistas.
Sé que hay revolucionarios que creen con 
honestidad que Ravsberg es nuestro compañero. Sin embargo, algo está al 
revés cuando quien iguala terroristas y sus amigos
 con todo un grupo integrado por destacados intelectuales, líderes de la
 ciencia, la academia y organizaciones sociales cubanas -en coincidencia
 con una intensa campaña en su contra en medios de comunicación e 
internet- y cobra por hacerlo, aparece como espontáneo y víctima, y 
quienes le replican espontáneamente -y sin recibir un centavo- son 
percibidos como victimarios.
Actuar de frente expresando un desacuerdo
 a título personal, dando argumentos a cara descubierta, nada tiene que 
ver con reminicencias de un pasado gris. Triste si pasamos de la censura
 impuesta por el poder institucional a una autocensura que deje el 
espacio libre a la manipulación y la mentira por temor a ser acusados 
sin fundamento de querer desenterrar el extremismo y la intolerancia.
¿Qué es sino un verdadero linchamiento lo
 que se pretendió contra la delegación cubana a los foros paralelos de 
la Cumbre en Panamá, no desde un blog sino desde un medio de 
comunicación donde Ravsberg es editor? Lo que se ha añadido a otros 
espacios de la red, donde he llegado a leer verdaderos disparates sobre 
lo ocurrido en Panamá como “el capítulo vergonzoso de la Cumbre de los 
Pueblos”, atacando el espacio de resistencia popular que logró en Mar 
del Plata 2005, junto a Chávez, Lula y Kirchner, descarrilar el proyecto
 anexionista del ALCA y confundiéndolo con los Foros convocados por la 
OEA en Panamá.
¿A dónde se habría llegado por ese camino
 si dos jóvenes asistentes allí no hubieran tenido el valor de dar su 
opinión discrepante, no en un bien financiado medio de comunicación, 
sino en dos blogs?
He escrito antes sobre Fernando Ravsberg. Por ejemplo, comenté su cuestionario a Guillermo Fariñas, por los días en que el amigo de Luis Posada Carriles se ufanaba del muy cuestionable Premio Sajárov del Parlamento Europeo. Estas eran las preguntas a Fariñas de nuestro periodista crítico por los días en que acusaba a los medios cubanos de “periodismo adulón”:
He escrito antes sobre Fernando Ravsberg. Por ejemplo, comenté su cuestionario a Guillermo Fariñas, por los días en que el amigo de Luis Posada Carriles se ufanaba del muy cuestionable Premio Sajárov del Parlamento Europeo. Estas eran las preguntas a Fariñas de nuestro periodista crítico por los días en que acusaba a los medios cubanos de “periodismo adulón”:
- ¿Como se siente después de recibir este premio?
- ¿Por qué cree que se lo otorgaron?
- ¿Qué le parece el papel de la Iglesia Católica?
- ¿Qué piensas del cambio en la cancillería española?
- Se acusa al gobierno cubano de estar desterrando a los presos políticos que excarcela ¿Qué cree usted al respecto?
- ¿Que hará en el futuro?
(Ver el post “Un hombre de talento“). No había el menor matiz crítico para Fariñas pero en esas mismas fechas  Ravsberg comparaba con Torquemada y Stalin a uno de los proyectos más prestigiosos y auténticamente críticos  de la intelectualidad cubana, la revista Temas, y su director Rafael Hernández le respondía desde el sitio Cubadebate.  
Su habitual olfato periodístico y 
profesionalidad no impidió a Ravsberg ser el primero en reportar al 
mundo la “huelga de hambre del aguacate” que tanto hizo reír a los 
 cubanos allá por septiembre de 2012 para luego callar disciplinadamente
 cuando se supo el escandaloso destape de aquella farsa (#Elagroporlaventana, nuevo éxito humorístico en #Cuba, ¿será censurado? (+ video).
 Entonces escribió no sin cierto dramastismo   pero sin ningún sentido 
crítico acerca de aquel acontecimiento que quedará en los anales del 
humor nacional:
“Entre los 
huelguistas se encuentran 7 prisioneros políticos y 5 opositores que 
están en libertad. El caso más peligroso es el de Marta Beatriz [Roque] 
dado que sufre de diabetes y podría entrar en crisis apenas 48 horas 
después de iniciada la huelga.
“Sin embargo, la 
opositora de 63 años pidió que no se le de atención médica ni se la 
alimente de forma parenteral. Aseguró que la huelga será hasta las 
últimas consecuencias y que están dispuestos a morir si el gobierno no 
responde a sus reclamos.”
¿Qué escribe bien? Cierto. ¿Qué ha sabido
 aprovechar inteligentemente vacíos y errores de la prensa cubana y que 
no tuviera el predicamento que tiene si nuestra prensa fuera la que debe
 ser? También cierto. Tan cierto como que, en palabras de Enrique Ubieta, gusta “de poner una de arena, para justificar dos de cal” y a veces, como en este caso, la cal puede quemar.
Lo que ahora buscó contra quienes 
acudieron desde Cuba a los Foros de la Sociedad Civil en Panamá ya lo 
hizo con la delegación al Festival Mundial de la Juventud y los 
Estudiantes en Ecuador (Ver Trampas para blogueros y cartas… ¿para quién?).
 Pero no han sido estas dos las únicas veces que ha intentado, cual si 
creyera manejar a los usuarios cubanos de las redes sociales con un 
ecualizador, regular su comportamiento y enfrentarlos entre sí:
“Cuando -luego del cambio de la política migratoria cubana- se produjo la estampida viajera de los “opositores” que Estados Unidos paga para un “cambio de régimen” en Cuba, el bloguero de Cartas desde Cuba salió en defensa desde
 el portal BBC Mundo de los viajeros financiados por la política 
estadounidense, llamando “blogueros progubernamentales” a quienes 
denunciaron esa maniobra que ya sabemos de qué fue. Entre sus defendidos
 de entonces estuvo Eliecer Ávila, un personaje al que la sagacidad periodística del corresponsal de BBC hizo tempranamente famoso.”
Gracias a su objetividad, los lectores de
 Fernando Ravsberg todavía no se han enterado de si los protagotanistas 
de la “huelga de hambre” de Martha Beatriz Roque y sus acompañantes 
dispuestos a morir comiendo miles de calorías diarias están vivos o 
muertos. Tampoco han sabido por él que Eliécer Ávila -quien según Ravsberg
  “no entendía que se le prohibiera visitar el lugar donde cayó el Che 
en Bolivia”- ha dado la vuelta al mundo pagado por potencias extranjeras
 pero aún no ha puesto un pie en el altiplano de los quechuas y los 
aymaras.
Un comentario de
 Diego M. Vidal, periodista argentino que fue su colega de la prensa 
extranjera en Cuba, habla de sus tiempos como corresponsal de la emisora
 hispana en EE:UU.  TeleMundo:
“…en el 2003/2004 
armó una bronca en [el mercado de Carlos III] para que un guardia lo 
sacudiera un poco y después hizo que su mujer llamara a la prensa 
internacional diciendo que le habían disparado… toda una mentira enorme 
que en ese entonces montó para Telemundo de Miami para quienes 
trabajaba…. varias veces amagó con irse de Cuba pero ahora la juega del 
buenito”.
Cuando se sintió bien colocado desde BBC Mundo, Ravsberg pasó el límite que sabía no le iban a permitir
 y puso en escena su salida de allí como un acto de valentía y censura 
por su posición crítica hacia Estados Unidos ¿No se parece eso demasiado
 a la dramaturgia de su bronca en Carlos III?¿Por qué no lo hizo antes 
sino justo cuando desde la BBC ya había posicionado su blog 
personal con el mismo nombre del que operaba en la corporación británica
 y estaba colocado como corresponsal del diario español Público, donde refritaba hacia la izquierda sus trabajos en BBC?  ¿Por qué ahora? ¿No era más urgente haber hecho esas denuncias sobre violaciones de derechos humanos por EE.UU. con W. Bush en el poder que con Barack Obama? Pronto sería contratado como editor de OnCuba, un proyecto  que el bloguero de Miami Emilio Ichikawa  caracteriza de la manera siguiente:
“La mezcla de la 
promoción de negocios con Cuba (y el levantamiento del bloqueo/embargo),
 con la incursión ocasional en la crítica del régimen político cubano, 
es el eje de la estrategia editorial de la revista OnCuba, de Hugo Cancio.
“Cancio, que es una
 persona habilidosa, le ha sabido cazar la pelea al oficialismo cubano 
cada vez que este ha resbalado en una decisión impopular; por ejemplo: 
el cierre de los cines 3-D, el cierre de las “trapi-shoping” o los 
astronómicos precios oficiales con que salieron los autos.
“Esta tercera 
posición, llamada de “centro” o “moderada”, suele ser en las 
transiciones la más artera a la vez que la más “exitosa”.
No es su nacionalidad extranjera, sino 
quién le paga y la coyuntura política lo que condiciona lo que Ravsberg 
escribe. Siendo la hora de la “tercera vía” en la política de EE.UU.
 hacia Cuba, Ravsberg creyó encontrar la oportunidad para imponer lo que
 fue el diseño principal de esa política de cara a la Cumbre en Panamá: 
si hay diálogo entre los gobiernos de Cuba y EE.UU.
 debe haberlo también “entre cubanos”, entendido como el diálogo con la 
contrarrevolución que estos últimos pagan.  Ese era el titular 
prediseñado, como detalla el historiador Elier Ramírez:
“La noticia que 
quería fabricarse era obvia: “Panamá como sede histórica de la 
reconciliación entre el gobierno de los Estados Unidos y Cuba y -de 
paso- entre los partidarios del régimen y la oposición interna”
Y Elier da en el clavo cuando dice:
“Ravsberg se 
equivoca cuando trata de contrastar el hecho de que Raúl y Obama sí 
pudieron dialogar, mientras la delegación cubana a los foros paralelos 
fue intolerante, incivilizada, expresión del pasado, al negarse a hablar
 con los enemigos. “En ese contexto regional es un suicidio político 
proclamar: nosotros no dialogamos con nuestros enemigos”, señala 
Ravsberg. No sé de dónde tomó la frase; pues al menos yo no la escuché 
en ningún momento en voz de mis compañeros. Lo que sí se reiteró es que 
no se dialogaría con mercenarios, que tienen la agenda de quienes les 
pagan. No son interlocutores creíbles. En su mayoría incluso se oponen 
al cambio de política iniciado por Obama y al levantamiento del 
bloqueo.”
Sólo discrepo con Elier cuando afirma 
“Ravsberg se equivoca”. Ravsberg no se equivoca, él hace su trabajo. Su 
postura no tiene nada que ver con si hubo más o menos tolerancia con la 
contrarrevolución en la Cumbre de Panamá sino con la descalificación de 
nuestro sistema político donde, según él, “no hay espacio para la 
mayoría de las cubanos”. Previo a la Cumbre de Panamá se  le escapó su 
verdadera opinión al decir a Harold Cárdenas Lema, del blog La Joven Cuba, en Facebook:
“Es
 que solo va la sociedad civil que apoya totalmente al gobierno y la que
 lo rechaza de forma drástica. Lamentablemente en Cuba aun no hay 
espacio para la mayoria de los cubanos que se ubican en medio de esos 
extremos.”
Harold le respondió desmarcándose de la cómoda equidistancia donde Ravsberg lo quería colocar,
“también
 desde la crítica, como hacemos nosotros… se “apoya totalmente al 
gobierno”. Estoy orgulloso de ese apoyo, lo que lamentablemente no sea 
con la dosis de obediencia que algunos esperan. No creo que Guiteras o 
Mella nos enseñaran a hacerlo de otra manera.”
Gracias a Harold por hacerme imaginar lo que dirían los nada equidistantes Mella y Guiteras de nuestro compañero Ravsberg. Como argumenté extensamente en el post “Cuba: La hoja de ruta y la tecera vía“,
 con la contrarrevolución visiblemente desprestigiada ante los cubanos 
hay un plan de construcción de una equidistancia imposible entre los que
 sirven explícitamente a Estados Unidos y la instituciones de la 
Revolución, donde deben aflorar los ejecutores de la ¿nueva? estrategia.
 Es parte del diseño que se hizo previamente a la Cumbre de Panamá y fue
 expuesto poco antes y argumentado en El Nuevo Herald
 de Miami: ni muy rápido ni muy despacio, ni cambios exclusivamente 
económicos ni exclusivamente políticos, ni “oficialistas”, ni 
“disidentes”…
Por qué Ravsberg -en vez de llamar a un diálogo entre asalariados de EE.UU. y patriotas cubanos, haciéndolo equivaler con el sostenido entre Obama y Raúl- no dice que el presidente Raúl Castro expresó en la Cumbre del ALBA en Caracas sobre la participación de los revolucionarios cubanos en Panamá:
“La sociedad civil 
cubana será la voz de los sin voz y desenmascarará a los mercenarios que
 presentarán allí como sociedad civil de Cuba y a sus patrones.”
Sus elogios a Raúl, seguidos de sus ataques a la delegación de la sociedad civil cubana a Panamá, como sus alabanzas al compañero Díaz Canel -dignas de aparecer en la revista Corea hoy-, seguidas de
 sus cuestionamientos al Departamento ideológico del Comité Central del 
Partido que éste atiende como Miembro del Buró Político, ilustran el 
equilibrismo del que sabe nadar y guardar la ropa.
Creo que sí, que debemos revisar 
autocríticamente el funcionamiento de nuestra prensa y particularmente 
el manejo que hicimos de las posibilidades de internet para la 
comunicación política en un escenario tan complejo como los Foros 
paralelos a la Cumbre de Panamá, a la que salvó de cualquier distorsión 
 la estelar e incensurable intervención de Raúl en la reunión de 
presidentes, pero no siguiendo el dictado de quien dista de compartir 
nuestros objetivos.
Dos comentarios en Cubadebate al texto de Elier replicado allí dan, desde una perspectiva comprometida con la verdad, el rumbo para lo que debemos mejorar:
Maria Jimenez dijo:
Mas claro ni el 
agua. Lo unico que te falto para estamparlo fue poner los vinculos a los
 datos que refieres, como los videos en youtube o los tabloides o 
entrevistas. Una idea, si ya sabemos que la prensa esta para el show y 
que va a sesgar u ocultar la informacion que le damos por qué no grabar 
nosotros mismos esa informacion en el momento que se la damos y luego 
publicarla nosotros mismos en youtube, blogs, o canales similares. 
Quiero decir, qué tan dificil puede ser que cuando uno de nosotros este 
dando una declaracion, otro este grabandolo aunque sea con un telefono y
 luego no importa si los medios intentan ocultarlo, nosotros mismos lo 
publicamos. Hasta sin editar, vaya. Ahora mismo, esas mismas 
provocaciones que expones, las cosas que hicieron, que sucedieron, tu 
mismo dices que la prensa estaba alli, de antemano, presta para coger lo
 que “iba” a pasar y como no pasó nada, pues no se enteró nadie. Bueno, 
pues por qué no hacer lo mismo nosotros? Vamos a grabar lo que en 
realidad sí paso y lo ponemos en el aire.
joseantonio dijo:
Elier: Gracias por 
tu artículo, muy esclarecedor. A los demás foristas comentarles que el 
Sr. F. Ravsberg no es ningún improvisado, es un buen periodista, solo 
que trabaja para medios que adversan a Cuba, por lo que, si pretende 
cobrar, otra cosa no puede escribir.
Coincido con María Jiménez, hay que ser proactivos. Nuestros medios y
 sus periodistas deben ser dotados de más independencia, poder de 
decisión y responsabilidad sobre su política editorial, para que tomen 
sus riesgos, estén siempre a la ofensiva y no a la riposta, pues cuando 
desde otros medios nos tergiversan los hechos, cuesta más trabajo 
realizar el control de daños.
Eso lo saben muy bien los periodistas extranjeros y, sobre todo, los que ejercen su profesión desde nuestro país.
Repito que como sugirió hace algún tiempo  El heraldo de Cuba, en un post titulado “Mami, ¿qué será lo que quiere Ravsberg?“: “una lectura avisada de sus posts
 revela que más que “Cartas desde Cuba” se trataría de “Cartas a los 
cubanos”” con los ingresos, los recursos y el posicionamiento que le 
ofrece su labor para un medio extranjero.
Fernando Ravsberg no puede ser para nada 
una víctima de los jóvenes que han sido descritos por él en equivalencia
 con terroristas, asesinos y asalariados de EE.UU. y a quienes cuestionó su representatividad:
 “¿Entonces a quién
 representan esos dos grupos que aparecieron en Panamá a nombre de la 
“sociedad civil cubana” y terminaron dando un lamentable espectáculo de 
provocaciones, insultos y golpes, el cual recorrió el mundo empañando la
 imagen de la nación?
“Por parte de Cuba 
fueron dirigentes de organizaciones de la sociedad civil, los cuales 
desconozco cómo se escogieron. Lo que sí quedó muy claro es que no 
representan el espíritu mayoritario de la sociedad, aunque sean 
representantes institucionales.”
En todo caso sería víctima de sí mismo, 
de sus manipulaciones e intereses. Deberíamos preguntarnos si quienes 
fueron víctimas de semejante insulto no pueden contestar y tratar de 
establecer respetuosamente la verdad sin que caiga sobre ellos la 
acusación de ser cazadores de brujas. Muy mal andamos y peor estaremos 
si pedimos a nuestros jóvenes que callen cuando la calumnia se lance 
sobre ellos y las instituciones que le confian su representación.
Ellos no han golpeado a nadie ni dicho ninguna mentira sino que han intentado establecer la verdad escamoteada
 sobre lo ocurrido en Panamá y como dice Paco Ignacio Taibo II en su 
excelente serie para TeleSUR son, en esta disputa, “Los nuestros”.
Ravsberg, creo yo, no es nuestro 
compañero. Aunque tal vez sí lo sea de otros, los que antes de la Cumbre
 de las Américas ya andaban diciendo, como él,  que aquí “no hay espacio para la mayoria de los cubanos”. Es curioso, cuando el ecuatoriano Rafael Correa decía en Panamá -recordando a José Martí–
 “ha llegado para América Latina la hora de su segunda independencia”, 
algunos creen que para Cuba es el momento de “ni con esto ni con 
aquello”.Tomado de: https://lapupilainsomne.wordpress.com/2015/04/21/quienes-son-nuestros-companeros-parte-i-victimarios-o-victimas/
 
 
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