Los mercaderes de la muerte vuelven a sus andadas, durante años planearon cientos de atentados contra la integridad física del Comandante en Jefe, la casualidad, el prestigioso equipo de seguridad que ha velado por la vida del líder cubano, la condición de mercenarios de quienes debieron ejecutar las misiones magnicidas y por qué no, la incógnita que encierra la pregunta ¿Qué tiene Fidel que los imperialistas no pueden con él?, dieron al traste con las pretensiones imperiales.
Desde el mes de agosto del 2006, al conocerse de la grave enfermedad del compañero Fidel, algunos medios de prensa insisten por apostar al macabro juego de matar periódicamente al líder de la Revolución cubana, peregrino sueño de quienes creen que con la sepultura de un hombre, desaparecen sus ideas.
Ahora toca el turno al Comandante Hugo Chávez, que como se sabe, se ha recuperado de un cáncer que fuera detectado, removido y curado, con el concurso de médicos cubanos y venezolanos. El juego sucio de los medios de prensa que dudan ganar democráticamente la contienda electoral del 7 octubre, apuestan por la crónica de una muerte deseada.
En la edición dominical de El Nuevo Herald, el periodista de los servicios especiales del gobierno norteamericano, Juan O Tamayo, recurre a las declaraciones del periodista brasileño Merval Pereira, para una vez más sembrar la alarma y el desconcierto: "El cáncer del presidente venezolano Hugo Chávez ha hecho metástasis "en dirección al hígado", y es poco probable que su salud sea buena para cuando se celebren las elecciones presidenciales
en octubre" ".
Merval Pereira, autor de los nuevos infundios sobre el estado de salud del Comandante Chávez, compartió honores en el año 2009 con la acaudalada bloguera Yoani Sánchez, al recibir ambos el premio Maria Moors Cabot, concedido por la Universidad de Columbia en Nueva York. Se conoce que por este premio cobraron 5000 dólares, pero también todo parece indicar, que contrajeron compromisos editoriales.
Periera y Sánchez, indistintamente han alimentado los rumores sobre la precariedad del estado de salud de Fidel y Chávez. Desde las posiciones clasistas que defienden quizás le sea imposible comprender la dimensión que entraña la vida y la muerte en los revolucionarios.
A penas 24 horas antes de morir Martí escribió: "ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo..." En la carta de despedida del Che, el Guerrillero Heroico afirma: Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera).
¿Comprenderán quienes nos adversan el significado de las palabras del Ché, el legado del pensamiento de Martí?
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