jueves, 17 de noviembre de 2011

Berta Soler anuncia reordenamiento laboral de las Damas de Blanco

Berta Soler y Ángel Moya, durante la celebración del Día de la Indepencia de Estados Unidos, en casa del  ex Jefe de la SINA, Jonathan Farrar.
Por M. H. Lagarde

Según expresó Berta Soler, la nueva líder de las llamadas Damas de Blanco, en una entrevista concedida para el sitio digital de la emisora del gobierno norteamericano, Radio Martí, el grupo de mujeres que ella dirige está a punto de adoptar un nuevo reglamento disciplinario.
Al parecer uno de los principales problemas que confrontan en estos momentos las Damas de Blanco es que ni ellas mismas saben sí las Damas de Apoyo, mujeres a las que la Oficina de Intereses en La Habana les paga por marchar para hacer bulto detrás de las Damas de Blanco, son merecedoras de pertenecer a dicha organización.
 "En estos momentos se está pensado que todas somos iguales, pero estamos en el primer mes de fallecida Laura y tenemos que fortalecer la disciplina. Cuando ya tengamos control de esta disciplina,  y un reglamento, entonces ya se toma de decisión y todas somos Damas de Blanco", dijo la también ex vocera de la agrupación.
 De acuerdo con las declaraciones de Soler, las Damas confrontan también un serio problema de recursos humanos. No solo por que su nueva líder desconfía de todas y cada una de las actuales integrantes del grupo: "El gobierno cubano es el que se ha encargado de tratar de penetrar a las Damas de Blanco y es algo que no voy a permitir", sino, porque según Soler: "Cada mujer tiene un reto de estar al mismo nivel de Laura Pollán. Es un reto porque Laura era única: una mujer pacífica, con principios, con dignidad, consciente de qué era lo que quería. Sabía por qué estaba en las Damas de Blanco, por qué luchaba y esto es muy necesario que las mujeres que estén junto a nosotras tengan esta conciencia.
Lo anterior bien puede interpretarse como que las mujeres que hoy conforman el grupúsculo "disidente"
carecen de las muchas virtudes que le sobraban a Pollan. O sea, que muchas de ellas, además de no ser pacíficas, ni tienen principios, ni dignidad, ni siquiera saben ni por qué existen las Damas de Blanco, y mucho menos por qué luchan.
Por lo visto, las mujeres que hoy siguen a Soler desconocen de qué va el negocio en el que andan metidas:
"Por ejemplo nosotras nos hemos convertido en un movimiento defensor de los derechos humanos, tenemos que conocer la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que todas no se la conocen, entonces es bueno que cada una si no tiene un librito por lo menos empezar a leer todos los domingos después de terminar en la Quinta Avenida para que cada mujer sepa qué es lo que está defendiendo y qué es lo que quiere", aseguró la líder.
O lo que es lo mismo, que las mujeres que hoy integran el grupo sepan a santo de qué el gobierno de Estados Unidos les paga un salario.
Aunque Soler asegura que muchas mujeres "quieren unirse a nosotras", de acuerdo con el nuevo reglamento "que va a estar un poco más fuerte que el que estaba anteriormente", para pertenecer a las Damas será necesario hacer una solicitud y después: "les vamos a presentar nuestro reglamento, un compromiso y deben fírmalo".
El carácter "laboral" de esta organización a la que no le "importa la tendencia religiosa ni la tendencia política, solamente se habla de una sola cosa: libertad", se hace evidente cuando su nueva líder asegura que aquellas que en un futuro consigan ingresar al grupo "estarán a prueba de 2 a 3 meses. Si durante los tres meses ellas responden, pues están con nosotras; de lo contrario: no".
Habrá que esperar cuáles son los requisitos que exige el nuevo reglamento y sí este, más estricto y férreo que el anterior, no convertirá a las Damas quienes, según Hillary Clinton, pertenecen a la "sociedad civil" cubana, en un grupo paramilitar asociado a la OTAN.
Berta Soler, elegida a dedo en la prensa internacional después de la muerte de Laura Pollán, por la bloguera mercenaria Yoani Sánchez y el inmortal huelguista de hambre Guillermo Fariñas, parece ser sin dudas la persona adecuada para dirigir a las -de imprevisto- "descarriladas" Damas de Blanco.
Hace poco, luego que se hiciera público el defalco de 20 mil dólares destinados a esa organización, la nueva líder dio muestra de su capacidad al declarar que su organización no recibía dinero del gobierno de Estados Unidos pero sí de los emigrados cubanos.
Más o menos lo mismo dijo, según un cable hecho público por Wikileaks, el ex director de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jonathan Farrar, sobre el modo en que debía hacérsele llegar a las Damas de Blanco el financiamiento.
En dicho cable Farrar proponía, para proteger a las Damas, realizar "el envío del dinero a por medios clandestinos, como ya se ha hecho en otras oportunidades: "Las Damas han recibido en el pasado fondos de ˜miembros de su familias" en los EEUU a través de la Western Union."

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