Esperemos que las nuevas revelaciones de la CIA no se traten de otra maniobra para minimizar la paliza que le propinó a la agencia la aviación revolucionaria. |
En abril de 1961 un contingente de exiliados cubanos, financiado, instruido, armado y apoyado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos desembarcó en Playa Girón, en la Bahía de Cochinos, con la intención de iniciar una insurrección contra el régimen encabezado por Fidel Castro.
Según los documentos divulgados hoy, en el curso de las acciones el principal agente de la CIA a bordo de una de las embarcaciones de transporte de la fuerza incursora disparó rifles sin retroceso calibre 75 milímetros y ametralladoras 55 milímetros contra los aviones que la CIA había proporcionado a los invasores, e hizo impacto en uno de ellos, según los documentos.
La CIA había provisto a los invasores con aviones B-26 configurados para que parecieran los de la fuerza aérea cubana, con la idea de contar con un argumento plausible para negar toda implicación estadounidense y alegar que esas aeronaves las operaban desertores del Gobierno cubano.
En los documentos, el agente, identificado como Grayston Lynch, indica que era muy difícil distinguir a los B-26 de la CIA de los del Gobierno de Castro.
"Terminamos disparando contra dos o tres de ellos, y a algunos los alcanzamos porque cuando volaban en nuestra dirección todo lo que uno podía ver era la silueta", relató Lynch.
El episodio, explicó el NSA, es "una de las muchas revelaciones contenidas en cuatro volúmenes de "La historia oficial de la operación de Bahía de Cochinos" compilados por la CIA". Los libros, que suman 1.200 páginas, incluyen documentos que se mantuvieron secretos hasta el 50 aniversario de la acción.
Otras revelaciones que aparecen en esos libros incluyen nueva información sobre la colaboración de la CIA con la mafia en los planes para asesinar a Castro como parte del plan de invasión.
Asimismo se detalla la participación de Richard Nixon, que era vicepresidente cuando comenzó a prepararse la operación durante la presidencia de Dwight Eisenhower, las condiciones que impuso el entonces presidente de Nicaragua, Anastasio Somoza para cooperar con la operación, y el uso de pilotos estadounidenses en la incursión contra Cuba.
El NSA indicó que la CIA se ha negado a divulgar una sola palabra del volumen quinto y último de su historia oficial de Bahía de Cochinos, escrita por el historiador jefe de la agencia, Jack Pfaiffer, entre 1974 y 1984.
"Se espera que los abogados de la CIA presenten documentos hoy en los tribunales argumentando que el Volumen V no puede divulgarse por razones de seguridad nacional", añadió el National Security Archives.
Peter Kornbluh, especialista en Cuba en el NSA y quien presentó la demanda para la obtención de los documentos, dijo que la divulgación ya realizada "es un paso importante para tener un relato tan completo como sea posible del mayor fiasco en la historia de las operaciones clandestinas de la CIA".
El NSA es un grupo privado, que trabaja en la Universidad George Washington y se dedica a la obtención, bajo la ley de Libertad de Información, de documentos secretos del gobierno, que luego analiza, compila y publica de manera sistematizada. EFE
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