Obama dispuesto a recortar programas sociales

› La estrategia "balanceada" que propone el presidente debería contemplar devolverle al contribuyente los millones de dólares que la USAID dilapida en la subversión de otros países.

Washington, 16 jul (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo hoy que está dispuesto a ceder y recortar programas sociales con tal de alcanzar un acuerdo para elevar el techo de la deuda pública y reducir el déficit.
Obama expresó en su habitual mensaje radial que el país "necesita una estrategia balanceada", en la que se comparta el sacrificio, y que "exista la voluntad por parte de todos de tomar decisiones que no sean populares".
Para el jefe de la Casa Blanca "eso significa gastar menos en programas domésticos, gastar menos en programas de defensa, reformar programas como el Medicare", un seguro médico que favorece en especial a los ancianos.
Tal decisión se justifica, según Obama, si se logran reducir así los costos y se afianzan los planes para generaciones futuras.
También recordó en la alocución sabatina que el eventual camino a tomar "significa enfrentar el código tributario y eliminar ciertos alivios tributarios y deducciones para los estadounidenses más acaudalados".

Justo ese el principal tema de las fricciones con los republicanos quienes, hasta ahora, se han negado a aumentar los impuestos a los más ricos y sí son partidarios de recortes significativos en programas sociales.
El mandatario reconoció que muchos de los recortes propuestos para combatir el déficit "no agradan a la gente de mi partido, y yo no estaría de acuerdo con algunas de estas reducciones si estuviéramos en una situación fiscal mejor".
Sin embargo "no lo estamos", señaló y "por eso estoy dispuesto a transigir: estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para solucionar este problema, aunque no sea popular desde un punto de vista político", subrayó Obama.
Estados Unidos debe resolver antes del 2 de agosto un acuerdo para incrementar el techo de la deuda, actualmente en 14,29 billones de dólares, de lo contrario el país corre el riesgo de caer en una moratoria de pagos, con consecuencias además para la economía mundial.