Estados Unidos exigió este jueves la liberación inmediata del contratista Alan Gross, condenado a 15 años de prisión en Cuba, señaló un portavoz del Departamento de Estado a AFP, que confirmó que La Habana notificó que el juicio de apelación será el 22 de julio.
"Otra vez llamamos al gobierno cubano a dejar salir a Alan Gross inmediatamente y sin condiciones", dijo el portavoz.
El Tribunal Supremo cubano anunció este jueves la fecha del juicio para estudiar la apelación de Gross, un contratista estadounidense de 61 años condenado en marzo por "actos contra la independencia o la integridad territorial".
El gobierno cubano informó esa decisión a Estados Unidos, dijo la fuente.
"Representantes de la sección de intereses de Estados Unidos van a atender esa sesión", indicó.
"Seguimos usando todos los canales diplomáticos para presionar por su liberación", agregó.
El caso de Gross, detenido en La Habana en diciembre de 2009 cuando entregaba equipos de comunicación a representantes de la comunidad judía, según Washington, enfrió un tímido acercamiento que habían iniciado ambos países tras la llegada al poder de Barack Obama.
Para La Habana, Gross era un "agente" del gobierno estadounidense que distribuía sofisticados equipos de comunicación a opositores cubanos.
Washington reconoce a Gross como empleado de la DAI (Development Alternative) subcontratada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), del Departamento del Estado.
"Otra vez llamamos al gobierno cubano a dejar salir a Alan Gross inmediatamente y sin condiciones", dijo el portavoz.
El Tribunal Supremo cubano anunció este jueves la fecha del juicio para estudiar la apelación de Gross, un contratista estadounidense de 61 años condenado en marzo por "actos contra la independencia o la integridad territorial".
El gobierno cubano informó esa decisión a Estados Unidos, dijo la fuente.
"Representantes de la sección de intereses de Estados Unidos van a atender esa sesión", indicó.
"Seguimos usando todos los canales diplomáticos para presionar por su liberación", agregó.
El caso de Gross, detenido en La Habana en diciembre de 2009 cuando entregaba equipos de comunicación a representantes de la comunidad judía, según Washington, enfrió un tímido acercamiento que habían iniciado ambos países tras la llegada al poder de Barack Obama.
Para La Habana, Gross era un "agente" del gobierno estadounidense que distribuía sofisticados equipos de comunicación a opositores cubanos.
Washington reconoce a Gross como empleado de la DAI (Development Alternative) subcontratada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), del Departamento del Estado.
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