¿Conocerán a Yoani Sánchez en alguna cafetería de La Habana? |
Por M. H. Lagarde
La Comisión que dirige el senador Kerry para escrutar la efectividad de los millones que la USAID despilfarra en sus mercenarios en Cuba debería tomar nota. A los llamados disidentes en la Isla no los conoce nadie.
La revelación la hace un cable de Wikileaks fechado fechado el 9 de julio del 2008, que expone los resultados de una encuesta llevada a cabo para probar el conocimiento del movimiento "disidente", realizada entre cubanos que visitaron la misión diplomática de EEUU en La Habana para buscar el estatus de refugiados.
De acuerdo con la pesquisa, el opositor más conocido resultó ser el terrorista Luis Posada Carriles, mientras la mitad de los 236 entrevistados no pudieron identificar a ninguno de otros siete mercenarios en una lista de 20 nombres que se les mostró.
“Uno puede asumir… que los solicitantes de refugiados tenían más probabilidad que el cubano promedio de conocer y ser receptivos del mensaje de los disidentes/figuras de la oposición cubanos”, indicó el cable, pero los que respondieron identificaron un promedio de sólo 1.5 de los siete disidentes en la lista, agregó el despacho que le fue suministrado por Wikileaks a la Compañía McClatchy, propietaria de El Nuevo Herald y The Miami Herald.
Detrás del asesino de Barbados, quien fue reconocido por el 67 por ciento de los entrevistados, la mercenaria más reconocida resultó ser Martha Beatriz Roque, con un 43 por ciento. Su notoriedad, según el cable, se debe a "sus muchos años en la oposición y reportes noticiosos en los medios cubanos, que coincidieron con el sondeo, de que ella recibía dinero de “terroristas” en Miami. No se acalara, sin embargo, si los encuestados la reconocían por su nombre o por el mote de tía McPato con que firmaba los correos que le enviaba a otro de sus abastecedores finaciero, el jefe de la SINA, Michael Parmly.
En la lista de la impopularidad, a la tía le siguen los mercenarios Oswaldo Payá, con 29 por ciento; José Luis Pérez García “Antúnez”, con 22 por ciento; Oscar Elías Biscet, con 19 por ciento y la bloguera cubana Yoani Sánchez con solo un 2 por ciento.
Aunque el cable trata de justificar el escaso reconocimiento de sus mercenarios en Cuba con que es “emblemático” de una sociedad “que ha sido privada y alimentada a la fuerza de información durante años” que “ habla mucho sobre el éxito que ha tenido el régimen en controlar la información que reciben los cubanos”, la realidad es otra.
En otro cable, reciententemente hecho público por Wikileaks, el entonces jefe de la Oficina de Intereses en La Habana, Jonathan Farrar, al referirse a los opositores cubanos apuntaba:
"Cuando interrogamos a dirigentes de la oposición sobre sus programas, no vemos plataformas hechas para atraer a una amplia muestra representativa de la sociedad cubana. En su lugar, su mayor esfuerzo se dirige a obtener suficientes recursos para mantener en vida de un día al otro a los principales organizadores y a sus principales seguidores. Una organización de partido político dijo abierta y francamente al COM que necesita recursos para pagar salarios y le presentó un presupuesto en la esperanza de que USINT estuviera en condiciones de cubrirlo. Junto con la busca de recursos como una preocupación primordial, la próxima ocupación más importante parece ser limitar preservar el poder y el acceso a escasos recursos".
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Muy interesante blog. No hay muchos sitios de este estilo que valgan la pena leer. Siempre es bueno escuchar muchas voces para conocer las dos caras de una moneda, no crees?
ResponderEliminarSaludos!