lunes, 23 de mayo de 2011

Director de fotografía de Melancolía rodará en Cuba


La Habana, 23 may (PL) El director de fotografía chileno Antonio Manuel Claro, quien trabajó a las órdenes del cinesta danés Lars von Trier en Melancolía, confesó aquí que se preparó para esa aventura como quien debe explorar un campo minado.
De visita en Cuba junto al documentalista italiano Eric Gandini quien proyecta rodar un audiovisual en la isla-, estaba consciente, dijo, que se enfrentaría a una dura prueba.
La fama de egocéntrico de Von Trier es del dominio público.
Se había peleado con su director de fotografía de siempre, el inglés Anthony Dod Mantle, y yo fui el elegido tras un castin casi interminable, explicó Claro en un diálogo con estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.
Todo parece indicar que no le fue mal, en sus relaciones diarias con el realizador, a quien tanbién acompañará en su próxima película, Ninfomanía.
Lo favoreció, sobre todo, su excelente aval: la experiencia demostrada en la cinta Reconstrucción de un amor (2003), del danés Christopher Boe, ganadora de la Cámara de Oro en 2003 en Cannes.
Nacido en Santiago de Chile en 1941, Claro reside en Copenhague desde 1974.
Tenía grandes expectativas con el rumbo de Melancolía en el recién concluido festival de Cannes, pero Von Trier las echó abajo como un castillo de naipes con sus declaraciones sobre Hitler, los judíos y su ascendencia nazi.

Después pidió disculpas frente a lo que no pasaba de ser, a sus ojos, una humorada de mal gusto, pero ya era demasiado tarde.
El festival lo declaró persona non grata.
Los orgnizadores le pidieron, además, que no acudiera a la gala de premiaciones.
Hasta ese momento, su película había hecho diana hacia una palma de oro que casi nadie le escatimaba, pero los franceses invadidos por las huestes hitlerianas durante la II Guerra Mundial, objetos de la demencia de un kaiser que ordenó convertir a París en un montón de ruinas ante el avance de los Aliados, cuando sentía que su poder se acababa-, no lo perdonaron.
Al final, el cineasta tuvo que conformarse con la palma a Kistern Dunst como mejor actriz por su papel en Melancolía, una de las dos hermanas (la otra es Charlotte Gainsbourg) que buscan reconciliarse ante el inminente choque de la Tierra con otro planeta.
Acostumbrado a levantar una piedra de escándalo donde quiera que se presenta, Von Trier no vacila en describirse a sí mismo como una persona desalmada, sádica y ruin a más no poder, según la reciente biografía publicada con su autorización, escrita por Nils Thorsen, periodista del diario danés Politiken, quien lo siguó durante cinco años.
Además der hablar de sus obsesiones, fantasías, crueldades y pensamientos privados, no vacila en definirse en ella como el mejor cineasta del mundo.

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