El libro “Red Heat” de la autora (en la foto) Alex Von Tunzelmann, relata el asesinato de un general trujillista al que le cocieron los párpados y le rociaron ácido. |
“En esos años, Estados Unidos promovió asesinatos políticos, se hizo de la vista gorda ante la brutalidad y la terrible represión de los dos tiranos, patrocinó una invasión a Cuba y envió 23.000 soldados e infantes de marina a la República Dominicana con el fin de impedir el establecimiento de un gobierno que temía le fuera hostil”, dice la publicación de la editora Google Books.
Señala la investigadora, cuyo libro se basa en documentos desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el FBI, que los asesores de Kennedy, escogieron específicamente a los dominicanos y los haitianos por el gran miedo que tenían de que el comunismo instaurado en Cuba por Fidel Castro, se estableciera en las dos primeras naciones.
En uno de sus capítulos, Tunzelmann describe los horrores vividos hasta por militares de alto rango del trujillismo, entre ellos uno al que le cocieron los párpados abiertos y luego fue rociado con ácido, antes de ser asesinado. La escritora no identifica al general en cuestión.
Explica el texto que Kennedy asumió la determinación de impedir a toda costa que el comunismo castrista avanzara en esas dos media islas y el objetivo era el de “prevenir que la infección socialista se encubara allí”.
El mandatario estadounidense fue convencido de que el triunfo de la revolución comunista de Cuba, podía dar lugar a que el régimen de Castro se extendiera a otras áreas de El Caribe, adquiriendo los mencionados territorios. La investigadora dice que “se creía en esa época, lo que hoy es absurdo, que un pequeño grupo de comunistas, que no sobrepasaban el número para formar une quipo de fútbol iban a ser capaces de apoderarse de una o más islas”.
Afirma que posterior a los privilegios e inmunidad que Kennedy le garantizó a la familia Duvalier en Haití, hizo lo mismo con los Trujillo. “El hijo del tirano dominicano Ramfis, se encargó personalmente de torturar y asesinar a cualquier persona que se creyera tenía vínculos con el comunismo”, agrega el libro. “Kennedy se planteó tres posibilidades para el futuro de la República Dominicana: un régimen democrático decente, una continuación de la dictadura de Trujillo o el socialismo de Castro”.
Explica la autora que Kennedy dijo en una reunión con sus estrategas de la Guerra Fría que “debemos aspirar a la primera posibilidad, pero no podemos renunciar a la segunda, sin que estar seguros de que podemos evitar la tercera”, lo que se interpretó como una orden directa para que ambas sangrientas dictaduras, hicieran todo a su alcance para aniquilar a sus opositores.
El mandatario norteamericano decía que “el régimen de Trujillo está a salvo y hemos restablecido de nuevo los derechos humanos en El Caribe, lo que durará por años”. La investigadora refiere que al paso de los años, Kennedy, meses antes de ser asesinado y en medio de la desastrosa experiencia de Vietnam, le dijo a un periodista visitante que “hemos fabricado y fortalecido el movimiento de Castro de la nada sin darnos cuenta y ahora tendremos que pagar por los pecados”.
Tomado de Primicias
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