Desde los globos iniciales propulsados con helio hasta Twitter, el método, los principios y el objetivo siguen siendo iguales, sólo ha cambiado la tecnología.
Por Nelson Valdés
Tlaxcala/Rebelión.- El gobierno de Estados Unidos afirma en sus declaraciones públicas que el gobierno cubano no ha sido nunca popular. También ha asegurado que el pueblo cubano no tiene acceso a la información. No se trata de alegatos recientes, ya que se iniciaron en enero de 1959.
No obstante, en sus comunicados confidenciales EE.UU. ha reconocido a veces que el gobierno cubano goza de un amplio apoyo popular, si bien no lo atribuye a las políticas revolucionarias, sino a la ignorancia. Al mismo tiempo, EE.UU. trata de promover y organizar una oposición en la isla por todos los medios posibles. Y cuando no existe, la crea de la nada. Esto último también tiene una larga historia.
A continuación el lector encontrará uno de los muchos documentos que dejan constancia de la política de EE.UU. contra el gobierno cubano. El documento muestra uno de los primeros intentos de “informar al pueblo cubano”. No cabe duda de que ya entonces el intento era absurdo, ya que hoy en día sigue siendo el mismo. A principios de los años sesenta, EE.UU. gestionó numerosas emisoras de radio clandestinas que transmitían en la isla. Radio Swan fue la primera: empezó a emitir el 17 de mayo de 1960 [primer aniversario de la Ley de reforma agraria cubana] desde una pequeña isla en el litoral de Honduras. Fue la CIA quien la puso en marcha y estableció sus programas, proporcionó su material técnico y financió a su personal. Los estadounidenses actuales no tendrían dificultad para reconocerla si pudiesen escucharla, ya que fue la precursora inicial de los programas radiofónicos que hoy promueven el odio en todo el país. [1]
Aunque Radio Swan trató de aparentar que era una emisora privada de exiliados cubanos, la verdad es que promovía gratis productos comerciales estadounidenses. Hubo docenas de otras radios de onda corta y media que hacían lo mismo. Pero como no todo el mundo tenía una radio de onda corta en Cuba, el gobierno de EE.UU. tuvo que inventarse otros métodos.
Y así fue como aparecieron los globos contrarrevolucionarios propulsados con helio.
Lo verdaderamente significativo del documento que muestro a continuación es que pone de manifiesto las directrices implícitas y explícitas que caracterizan a las operaciones estadounidenses contra la isla:
1) Esconde el hecho de que se trata de una operación clandestina financiada y ordenada por EE.UU. con la intención de organizar una oposición y derrocar al gobierno cubano.
2) Utiliza exiliados cubanos y de otros países para esconder que el gobierno de EE.UU. está implicado.
3) Se asegura de que los cubanos involucrados no sean independientes.
4) Trata de convencer al mundo de que es una operación independiente, llevada a cabo por cubanos que buscan informar a sus desinformados compatriotas de la isla.
5) Depende de contratistas privados para hacer parte del trabajo: contratar la embarcación, las compañías de globos y los estudios técnicos, producir una serie de mensajes y luego utilizar cubanos para borrar el rastro.
¿Le suena esto al lector?
La política de EE.UU. contra Cuba ha ido evolucionando desde los globos propulsados por helio hasta Twitter, BGAN y otras plataformas similares. Por supuesto, los contratistas también son privados y todo ello se acompaña de planes descabellados, arrogancia y desprecio por el derecho internacional.
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