EL PASO, EEUU, 9 Feb 2011 (AFP) - El agente de inteligencia militar de Cuba Roberto Hernández Caballero testificó este miércoles en el juicio contra el activista anticastrista cubano Luis Posada Carriles en El Paso (Texas, sur), el primero de los tres cubanos que podrían brindar testimonio.
Hernández Caballero, quien ya testificó en otros dos juicios en Estados Unidos -uno de ellos sobre los cinco cubanos presos desde 2001 bajo acusación de espionaje- dio detalles de una serie de explosiones en 1997 en hoteles de La Habana, que dejaron un turista italiano muerto y varios heridos.
Al menos dos de los 11 cargos que enfrenta Posada Carriles, un ex agente de la CIA cubano-venezolano, son por perjurio, específicamente por haber mentido en su audiencia de solicitud de asilo político en 2005 cuando negó su participación en esos atentados.
Hernández Caballero, teniente coronel de 47 años que trabaja en el Ministerio cubano del Interior, respondió en español de manera calmada a las preguntas sobre los detalles de los atentados y corroboró que fotografías que le fueron presentadas correspondían a esos hechos, constató la AFP.
"Había gran destrucción en toda el área del baño de la discoteca. La explosión arrancó urinarios y lavamanos y desplazó la pared sostén de los lavamanos", dijo de la primera explosión ocurrida el 12 de abril de 1997 en el hotel Meliá Cohiba.
La jueza Kathleen Cardone dijo que más adelante decidirá si permite el testimonio de otros dos cubanos, uno de ellos la médico forense Ileana Vizcaíno Dime, quien habría realizado la autopsia del italiano Fabio Di Celmo.
De acuerdo con la Fiscalía, estos testimonios demostrarían que existió una campaña para plantar explosivos en los destinos turísticos de la isla de abril a octubre de 1997.
Posada Carriles también es acusado de haber mentido en su entrevista de naturalización, cuando afirmó que su ingreso indocumentado a Estados Unidos en marzo de 2005 fue por la frontera sur de Texas, mientras que el gobierno sostiene que fue por vía marítima.
Posada Carriles, de 82 años, es pedido en extradición por Cuba y Venezuela, este último al señalarlo como autor intelectual de un ataque con bomba contra un avión cubano en 1976 que despegó desde Caracas y dejó 73 muertos.
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