jueves, 3 de febrero de 2011

Doble moral Made in USA.: ¿Democracias hostiles o amigos autoritarios?

NUEVA YORK, 2 feb (IPS)  - La distinción entre regímenes "autoritarios" y  "amigos" de derecha y las dictaduras "totalitarias" y "hostiles" de  izquierda que hizo en el pasado Jeanne Kirkpatrick, ex representante de  Estados Unidos ante la ONU, parece que sigue vigente para este país cuando  se trata de propagar la democracia.
 Estados Unidos ha criticado a gobernantes que, según Washington, encabezan  regímenes autoritarios como Robert Mugabe, de Zimbabwe, el general Than  Shwe, de Birmania, Saddam Hussein, de Iraq, Fidel Castro, de Cuba y, en  los últimos tiempos, el presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko.
 Sin embargo, ampara a otros varios gobiernos autoritarios, la mayoría  de Medio Oriente, acusados de mantener leyes de emergencia, detener  disidentes, reprimir a la prensa, torturar presos políticos y amañar  elecciones.
 Estados Unidos no tiene reparo en apoyar países que son claramente  monarquías fuertes y regímenes autoritarios, como Arabia Saudita, Egipto,  Jordania, Kuwait, Marruecos, Túnez, Yemen, por razones políticas,  económicas o estratégicas.
 El vínculo entre Washington y algunos gobiernos de Medio Oriente parece  ser principalmente militar.
 "Estados Unidos está pronto para predicar la democracia en el mundo",  indicó un diplomático asiático.
 "Pero cuando hay protestas pacíficas que reclaman democracia, como las  de Egipto, resulta que los gases lacrimógenos y los camiones lanza-agua  utilizados contra los manifestantes, invariablemente, fueron fabricados en  este país o en otro de Occidente", añadió.
 Hace más de tres décadas, Egipto e Israel suscribieron en septiembre de  1978 el acuerdo de paz de Camp David.
 "Por desgracia, uno de los precios a pagar por el tratado fue un  acuerdo mediante el cual Estados Unidos se comprometió a suministrar  asistencia militar a ambos países", indicó Natalie J. Goldring, del Centro  de Estudios para la Seguridad y la Paz de la Facultad de Servicio  Extranjero Edmund A. Walsh, en la Universidad de Georgetown.
 La inestabilidad social y política en Egipto subraya la importancia de  pensar en las consecuencias a largo plazo de la venta de armas, añadió.
 "Muchas veces, los destinatarios de las armas de Estados Unidos son  regímenes autocráticos que no merecen el compromiso" que ellas suponen,  dijo Goldring a IPS.
 Es desconcertante saber que gases lacrimógenos estadounidenses son  utilizados contra los manifestantes. "Pero  no sorprende", añadió.
 El gobierno de Egipto debe mantener la ley y el orden y proteger la  vida, la libertad y la seguridad de la población, señaló Navi Pillay, alta  comisionada de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones  Unidas, al criticar la represión de las manifestaciones.
 "Se me informó que desde el inicio de las protestas callejeras, la  policía reprimió a los manifestantes con balas de goma, gases  lacrimógenos, camiones de lanza-agua y palos y que detuvo a más de 1.000  personas, incluidas integrantes de la oposición", se lamentó.
 Desde los acuerdos de Camp David, Egipto recibió más de 35.000 millones de dólares de la asistencia de Estados Unidos, la mayoría fondos militares  sin obligación de devolución.
 Washington comprometió 1.300 millones de dólares de fondos militares al  extranjero para este año, 250.000 de apoyo económico y 1.400 millones para  capacitación y educación militar internacional.
 En la "Justificación del Presupuesto para el Congreso" legislativo de  este año, el Departamento de Estado (cancillería) señaló que "Estados  Unidos se beneficia práctica y políticamente de su relación estratégica  con Egipto y del vasto apoyo q ue le provee para disuadir y contrarrestar  las amenazas a la seguridad.
 Esa cantidad incluye el suministro de apoyo logístico a las tareas  militares de Estados Unidos en Afganistán e Iraq.
 Irónicamente, Estados Unidos también se comprometió a mantener los  programas de capacitación policial para promover los derechos humanos y  las prácticas comunitarias como formas de transformar la forma de ejercer  la autoridad.
 Pillay deploró, el martes, la gran cantidad de víctimas en Egipto e  indicó que hay denuncias no confirmadas que indican que unas 300 personas  habrían muerto, más de 3.000 quedaron heridas y cientos detenidas.
 También reclamó a las autoridades egipcias que se aseguren que la  policía y otras fuerzas de seguridad no hacen un uso excesivo de la  fuerza, y reclamó que se eviten las detenciones arbitrarias de personas  por expresar sus opiniones políticas.
 "El hecho de que el gobierno egipcio haya mantenido la ley de  emergencia 30 años es una señal de su desprecio por los derechos humanos",  añadió Pillay.
 Además criticó el retiro de la policía de las calles el fin de semana,  lo que pueden haber favorecido el saqueo generalizado.
 Las protestas populares ocurridas en Túnez en enero se propagaron no  sólo a Egipto, sino también a Yemen y a Jordania, dijo Goldring a IPS.
 Es demasiado pronto para decir si se trata de una transformación  regional, pero sin duda que en Medio Oriente hay más espacio para  gobiernos democráticos, apuntó.
 El acuerdo que firmó hace poco Estados Unidos con Arabia Saudita para  venderle unos 60.000 millones de dólares en armas y servicios es sólo el  último de una serie de transferencias similares a regímenes autoritarios  de Medio Oriente, remarcó.
 "Si los gobiernos caen, el control sobre los arsenales militares  probablemente también desaparezca, con el riesgo de que armas  estadounidenses de última generación terminen en manos de organizaciones  hostiles a Washington", alertó Goldring.

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