DUBLIN, feb 17 (Reuters) - El artista irlandés cuyo póster del revolucionario latinoamericano Che Guevara se convirtió en una de las imágenes más reproducidas del siglo XX, dijo que decidió registrar derechos de autor sobre la imagen para impedir su "burdo uso comercial".
Jim Fitzpatrick produjo la clásica impresión rojinegra del Che utilizando una boina de soldado con una estrella solitaria en 1968 y la distribuyó sin derechos de autor para su uso por grupos revolucionarios de Europa.
Rápidamente fue adoptada por estudiantes de izquierda, cuyas camisetas y afiches ayudaron a convertir a la imagen en un símbolo de rebelión.
Pero la imagen del revolucionario marxista, quien ayudó en la llegada al poder de Fidel Castro en 1959, desde entonces ha sido tomada por fabricantes de tazas, gorras de béisbol e incluso de lencería. La imagen está estampada en restaurantes de temática cubana alrededor del mundo.
"No se trata de hacer dinero, es para asegurarse de que se utilice del modo correcto (...) que no sea usada para burdos propósitos comerciales", dijo Fitzpatrick, un artista celta que ha realizado las portadas de discos de grupos irlandeses como Thin Lizzy y la cantante Sinead O'Connor.
Tras cuatro décadas de libre autorización para la reproducción de la imagen, Fitzpatrick señaló que pidió la documentación para demostrar que él posee los derechos de autor.
Tiene pensado viajar a fin de año a La Habana para entregar los derechos de propiedad a la familia de Guevara.
"No tengo problemas en verla en cantidades masivas de camisetas. Tan sólo no quiero que alguien obtenga grandes cantidades de dinero de ella cuando (el dinero) podría ser usado para un hospital de niños en La Habana", señaló.
Un detalle que complica el tema es el hecho de que la obra de Fitzpatrick está basada en una fotografía tomada por el cubano Alberto Korda en un funeral en La Habana.
Korda demandó con éxito a una firma londinense publicitaria por usar una versión de la imagen de Guevara en una campaña para la marca de vodka Smirnoff. La hija de Korda posteriormente intentó bloquear el uso de la imagen por parte de críticos del régimen cubano.
Fitzpatrick señaló que antecedentes de la era del pop art de la década de 1960 le dieron la confianza de que su serigrafía podría ser considerada como una obra de arte independiente de la fotografía.
De cualquier forma, las familias tanto de Korda como la de Guevara comparten el deseo de evitar el uso comercial de la imagen que probablemente sería un anatema del revolucionario comunista, explicó Fitzpatrick.
"Simplemente la quiero entregar y dar los derechos de la imagen que cree a la familia y que ellos decidan qué quieren hacer" explicó.
"Causé el problema y ahora busco el modo de rectificarlo", añadió.
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