Santiago de Cuba, 11 ene (AIN) Las condiciones se crean en esta ciudad para recibir el cable submarino que comenzará a tenderse entre Venezuela y Cuba, en la materialización del más importante proyecto de las telecomunicaciones entre los dos países.
En la playa Siboney, a 14 kilómetros al este de la urbe, un grupo de técnicos intensifica las labores, poniendo a punto en el poblado costero homónimo la instalación e infraestructura imprescindibles, incluido un centro de comunicaciones.
Se prevé que del 18 al 20 próximos comience el tendido de este cable de fibra óptica desde Camurí, cerca del puerto de La Guaira, en el norte venezolano, para que arribe a Santiago de Cuba en la primera quincena de febrero.
Están en la fase conclusiva los registros de playa -donde se unirán el cable submarino con el de tierra-, se recibió el 70 por ciento de los equipos y accesorios que conlleva esta inversión del lado cubano y personal técnico se prepara para las operaciones del sistema a partir de julio del 2011.
También se labora en la etapa final de montaje de un Centro de Mantenimiento Técnico en la ciudad santiaguera, donde trabajará un joven colectivo de ingenieros y técnicos formados en Cuba y que recibió capacitación en Francia.
En una reciente visita del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, se pudo apreciar el grado de avance de estos preparativos, así como también la calidad de las instalaciones de que ha dispuesto la nación caribeña.
El cable tendrá mil 630 kilómetros, y luego de que llegue a Santiago de Cuba, tendrá una bifurcación desde el punto conocido como Aguadores, hasta Ocho Ríos, Jamaica, que dará posibilidad de conectar a ese país y otras naciones del área.
Se ha señalado que los costos serán del orden de los 70 millones de dólares, y constituirá la primera posibilidad de Cuba de acceder a ese sistema de conexión.
Al entrar en operaciones, multiplicará en tres mil veces la velocidad de transmisión de datos, imágenes y voz que dispone hoy Cuba, pues contará con 640 gigabytes para el enlace con el exterior, con capacidad para 10 millones de transmisiones telefónicas simultáneas.
Odalis López, funcionaria del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones de Cuba, destacó la importancia de darle a conocer a la población las ventajas que traerá al país.
Los dos pares de fibras ópticas no implican el cese de los servicios de Internet mediante satélite, los únicos permitidos al país a causa del bloqueo norteamericano, pero abaratarán en 25 por ciento los costos de operación.
Al eliminar la dependencia, se podrían transmitir en tiempo real consultas médicas, teleconferencias y cursos de educación que apoyarían los programas de colaboración que se desarrollan como parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Dará más calidad en las infocomunicaciones y -aunque no necesariamente significará una extensión de estas, pues hay que contratarla a los proveedores de Internet- tiene factores estratégicos en el orden tecnológico, cultural, político e histórico que favorecen la independencia del sector informático latinoamericano.
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