Camagüey, 11 oct (AIN) Inés Sánchez Salazar, madre de Inés Luaces Sánchez, víctima del sabotaje a un avión cubano en Barbados, falleció este domingo aquí a los 80 años de edad, sin que se hiciera justicia contra los asesinos de su hija y otras 72 personas.
Desde que el atentado con bomba a una nave de Cubana de Aviación en pleno vuelo, frente a la isla caribeña, segara la vida de esas personas, la digna mujer no dejó de luchar cada día por exigir que los responsables del crimen, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch Avila, pagarán por el salvaje acto de terrorismo.
Su hija Inés integró el equipo nacional juvenil de esgrima que el seis de octubre de 1976 había ganado todas las medallas de oro en un certamen Centroamericano y del Caribe celebrado en Caracas, Venezuela, y regresaba a Cuba en el avión explotado.
Cada año en la escuela deportiva que llevaba el nombre de su hija se efectuaban actos de recordación por la efeméride en el que la madre participaba y expresaba como veía en las nuevas generaciones de atletas la continuidad de la malograda atleta.
Su cadáver está tendido en la funeraria de La Caridad, en esta ciudad, donde representantes de organizaciones de masas, políticas, instituciones gubernamentales, glorias del deporte cubano y atletas le rinden guardia de honor.
El sepelio está señalado para las dos de la tarde de hoy.
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