Por M. H. Lagarde
El cinismo parece ser la principal regla de la nueva política exterior norteamericana. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, acaba de reafirmarlo con unas declaraciones en las que considera que los hermanos Fidel y Raúl Castro no quieren el fin del embargo a la isla porque "perderían todas sus excusas por lo que no ha pasado en Cuba en los últimos 50 años''.
Según ella “la actual administración del presidente Barack Obama ha hecho algunas aproximaciones al régimen cubano al permitir más viajes familiares y más oportunidades de negocio para los productos agrícolas”.
''Hay maneras en las que tratamos de mejorar nuestra cooperación, pero en mi opinión personal los Castro no quieren ver el final del embargo y no quieren ver la normalización (de las relaciones) con EE.UU., porque perderían todas sus excusas por lo que no ha pasado en Cuba en los últimos 50 años'', señaló.
¿Será que los Castro son quienes determinan qué leyes se aprueban o debe revocar el Congreso norteamericano, o la Secretaria de Estado intenta decir que los Castro no han cedido a la política de chantaje a que equivale el bloqueo contra Cuba?
Durante décadas Cuba y el mundo han reclamado en las Naciones Unidas el fin del bloqueo. Estados Unidos ha prestado oídos sordos a ese reclamo. Si el gobierno de Estados Unidos quiere dejar sin justificaciones a los Castro pues sencillamente nadie mejor que ellos para terminar con el bloqueo.
No lo hace porque el bloqueo debe mantenerse, entre otras razones, como caldo de cultivo de una oposición que durante medio siglo se ha disfrazado de diferentes modos, terroristas, activistas de los derechos humanos, blogueros y ahora huelguistas suicidas, cuya misión ha sido siempre la misma: tratar de remover el árbol de la revolución para que la fruta madura caiga en la cesta imperial.
Menos mal que la Secretaria captó el mensaje del último discurso de Raúl Castro en que el presidente cubano aseguró que Cuba no aceptará chantaje de ninguna nación, ni grupo de naciones por poderosas que están sean y a sus ridículas declaraciones realizadas en la Universidad de Louisville (Kentucky), sobre el bloqueo agregó:
En Cuba "podría haber una oportunidad de transición hacia una democracia y es algo que va a pasar en algún momento, pero es posible que no ocurra a corto plazo'', dijo.
Ahora queda saber qué es lo que la actual Secretaria de Estado, primera dama del Presidente que masacró a Yugoslavia para esconder un asunto extra matrimonial, entiende por corto plazo. ¿200 años? ¿500, quizás?
El cinismo parece ser la principal regla de la nueva política exterior norteamericana. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, acaba de reafirmarlo con unas declaraciones en las que considera que los hermanos Fidel y Raúl Castro no quieren el fin del embargo a la isla porque "perderían todas sus excusas por lo que no ha pasado en Cuba en los últimos 50 años''.
Según ella “la actual administración del presidente Barack Obama ha hecho algunas aproximaciones al régimen cubano al permitir más viajes familiares y más oportunidades de negocio para los productos agrícolas”.
''Hay maneras en las que tratamos de mejorar nuestra cooperación, pero en mi opinión personal los Castro no quieren ver el final del embargo y no quieren ver la normalización (de las relaciones) con EE.UU., porque perderían todas sus excusas por lo que no ha pasado en Cuba en los últimos 50 años'', señaló.
¿Será que los Castro son quienes determinan qué leyes se aprueban o debe revocar el Congreso norteamericano, o la Secretaria de Estado intenta decir que los Castro no han cedido a la política de chantaje a que equivale el bloqueo contra Cuba?
Durante décadas Cuba y el mundo han reclamado en las Naciones Unidas el fin del bloqueo. Estados Unidos ha prestado oídos sordos a ese reclamo. Si el gobierno de Estados Unidos quiere dejar sin justificaciones a los Castro pues sencillamente nadie mejor que ellos para terminar con el bloqueo.
No lo hace porque el bloqueo debe mantenerse, entre otras razones, como caldo de cultivo de una oposición que durante medio siglo se ha disfrazado de diferentes modos, terroristas, activistas de los derechos humanos, blogueros y ahora huelguistas suicidas, cuya misión ha sido siempre la misma: tratar de remover el árbol de la revolución para que la fruta madura caiga en la cesta imperial.
Menos mal que la Secretaria captó el mensaje del último discurso de Raúl Castro en que el presidente cubano aseguró que Cuba no aceptará chantaje de ninguna nación, ni grupo de naciones por poderosas que están sean y a sus ridículas declaraciones realizadas en la Universidad de Louisville (Kentucky), sobre el bloqueo agregó:
En Cuba "podría haber una oportunidad de transición hacia una democracia y es algo que va a pasar en algún momento, pero es posible que no ocurra a corto plazo'', dijo.
Ahora queda saber qué es lo que la actual Secretaria de Estado, primera dama del Presidente que masacró a Yugoslavia para esconder un asunto extra matrimonial, entiende por corto plazo. ¿200 años? ¿500, quizás?
Pues si está la secretaria tan segura de que nuestros máximos dirigentes no quieren que finalice el bloqueo ya que según ella ya no tendrían ningún tipo de excusa, pues entonces que le diga al presidente que lo quite para ver quien miente entonces, pero no ya que esto no es mas que otra de su estrategia para confundir al mundo.
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