Viena, 17 abr (EFE).- El primer museo exclusivamente de arte cubano fuera de Cuba se abrirá en los próximos meses al público en Viena con una cincuentena de cuadros y esculturas de los más destacados pintores y escultores contemporáneos.
El centro, que fue inaugurado a finales del año pasado, está recibiendo ahora los últimos toques para ser abierto a interesados en las artes plásticas de la isla caribeña, gracias a la generosa aportación de un mecenas austríaco, Maximilian Reiss, que preside un grupo de inversores afines a la cultura y sociedad cubanas.
Durante años Reiss ha adquirido una colección de la pintura más representativa contemporánea de Cuba, para exponerla ahora en un edificio de las afueras de Viena, que en el pasado albergó la embajada cubana en Austria.
El proyecto, cuya realización ha durado varios años, tras ser vencidas numerosas trabas burocráticas para que las obras pudieran ser sacadas de su lugar de origen, ha contado con la colaboración del Museo de Bellas Artes Cubanas y su responsable artística es Hortensia Montero. Entre los autores de la treintena de cuadros expuestos en este singular museo están Víctor Manuel, Eberto Escobedo, Jorge Arche, Fidelio Ponce de León, Carmelo González, Adigio Benitez, Wilfredo Lam, Mariano Rodríguez, José Mijares, Raúl Martínez, Ángel Acosta, Antonia Eiriz, Ever Fonseca, Umberto Peña y Servando Cabrera Moreno.
Reynier Díaz, restaurador del Museo Nacional de Bellas Artes, que se encuentra estos días en Viena para preparar la exposición, explica que aquí se recogen diversos estilos, desde el abstracto influido por Picasso hasta aspectos típicamente cubanos, como la cultura afrocubana, y los mejores ejemplos de la vanguardia cubana.
Este el caso de Víctor Manuel, considerado como el pionero de la vanguardia plástica cubana, o Wilfredo Lam, que proporciona un imaginario sincrético, así como Mariano Rodríguez, que interpreta con maestría la esencia de lo cubano.
Umberto Peña ofrece, con su abundancia de color, una muestra del pop art norteamericano y la nueva figuración.
El centro, que fue inaugurado a finales del año pasado, está recibiendo ahora los últimos toques para ser abierto a interesados en las artes plásticas de la isla caribeña, gracias a la generosa aportación de un mecenas austríaco, Maximilian Reiss, que preside un grupo de inversores afines a la cultura y sociedad cubanas.
Durante años Reiss ha adquirido una colección de la pintura más representativa contemporánea de Cuba, para exponerla ahora en un edificio de las afueras de Viena, que en el pasado albergó la embajada cubana en Austria.
El proyecto, cuya realización ha durado varios años, tras ser vencidas numerosas trabas burocráticas para que las obras pudieran ser sacadas de su lugar de origen, ha contado con la colaboración del Museo de Bellas Artes Cubanas y su responsable artística es Hortensia Montero. Entre los autores de la treintena de cuadros expuestos en este singular museo están Víctor Manuel, Eberto Escobedo, Jorge Arche, Fidelio Ponce de León, Carmelo González, Adigio Benitez, Wilfredo Lam, Mariano Rodríguez, José Mijares, Raúl Martínez, Ángel Acosta, Antonia Eiriz, Ever Fonseca, Umberto Peña y Servando Cabrera Moreno.
Reynier Díaz, restaurador del Museo Nacional de Bellas Artes, que se encuentra estos días en Viena para preparar la exposición, explica que aquí se recogen diversos estilos, desde el abstracto influido por Picasso hasta aspectos típicamente cubanos, como la cultura afrocubana, y los mejores ejemplos de la vanguardia cubana.
Este el caso de Víctor Manuel, considerado como el pionero de la vanguardia plástica cubana, o Wilfredo Lam, que proporciona un imaginario sincrético, así como Mariano Rodríguez, que interpreta con maestría la esencia de lo cubano.
Umberto Peña ofrece, con su abundancia de color, una muestra del pop art norteamericano y la nueva figuración.
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